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martes, 16 de noviembre de 2021

PORRAZOS

PORRAZOS

AIZPURUA tar JOSU Mª

                             

Y hablo de oídas, pues nunca me dieron uno, (hacía los 100 m. en 11 segundos). Pero he visto masacrar a golpes entre varios “valientes” que solo tenían odio y nada de profesionalidad. Es la hora de acabar con ello.

Los últimos fusilados del franquismo, lo fueron por pelotones de “voluntarios”: ¿qué pudo motivarles a voluntarios para fusilar a un joven idealista como Txiki, que murió cantando el himno de los gudaris vascos aun nacido extremeño? Lo recuerdo en los cursillos de formación y nunca podré olvidarle, ni agradecer su ejemplo y generosidad para con sus vecinos. Apenas dos años después, muerta la bestia fascista, los “jefes” de Txiki circulaban libremente. Nadie se responsabilizó de aquella salvajada.

Ha pasado mucho tiempo, pero, la DEMOCRACIA, no consigue sitio en el 2021 del Estado78.

No se entienden sus conceptos básicos, lógico, pues la dirigen las gentes procedentes del franco-fascismo, que odiaron desde niños esa democracia judeo-masónica propia de europeos cobardes que envidiaban la sana doctrina del Caudillo.

Al que se sale del tiesto: leña.

 Es la consigna que reza en los cuarteles y comisarías, y lo peor del caso es que el agente de base tiene en sus manos la porra y los criterios de utilización. Seguramente ni sabe por qué unos ciudadanos libres se unen para reivindicar derechos, presentes o futuros, que personas de gran preparación intelectual han decidido reivindicar ejerciendo su libertad de expresión y manifestación. Pero al porrista corresponde decidir si arremete a porrazos o no.

Este concepto es intolerable, y ver su ejercicio; lamentable. Qué honorables ancianos se vean aporreados por un uniformado las más de las veces poco documentado, y ver como su rabia va en aumento y golpea en las cabezas, es algo inasumible y lo hemos visto en la TV los que hemos querido mirar. Los porrazos a los catalanes; no los olvidaremos ni su “a por ellos oé”.

Europa de UE 2021, señores: ¿no se dan por enterados?

Esa ligereza de porra debe terminarse, encauzarse y fijar bases para su desaparición. Su ejercicio es vengativo y germen antidemocrático. No hay una mayor dignidad en el porrista que en el manifestante, y la UE lo recordará en su momento al porrista de rodilla sonrosada frente al manifestante Alberto, hoy representante del Congreso expulsado por la palabra de un porrista amparado en el concepto erróneo judicial y policial. DEMOCRACIA.

Los derechos y libertades de un ciudadano, no se alteran por qué decida unirse a una manifestación, y nada hay (democrático) que permita a un porrista atacarlo. Los jueces decidirán si el manifestante está usando adecuadamente sus libertades o se excedió, pero el criterio del porrista no puede anularlas y menos agredir a quien expresa su concepción en uso de su libertad.

Estas fuerzas de intervención anti-manifestación encubren a partidarios de un concepto erróneo de la libertad y la democracia, y no son el sentir común de los cuerpos, si no de los voluntarios de aporrear, ¡vaya usted a saber por qué! Pero por nada que apuntale la Democracia ni la armónica convivencia social.

El respeto, la igualdad, la libertad y la democracia están reñidos con que un uniformado te pueda aporrear en la manifestación.

Debe terminarse el concepto falso de prevalencia del porrista sobre el manifestante; ni jurídica, ni interpretativa, ni física, pues si para entrar en un domicilio se necesita orden judicial, para aporrear, aún es más evidente su necesidad.

A un grupo de protesta enfrentarlo con uno especializado de porristas, es fomentar la violencia innecesaria.

¿Son trabajadores de uniforme o fuerzas represivas? Que la sociedad decida.

 

 

 

 

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