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miércoles, 29 de septiembre de 2021

RASKA-YÚ

RASKA-YÚ

AIZPURUA tar JOSU Mª

“Raska-Yú cuando mueras que harás tú

Tú serás un cadáver nada más”.

Esta canción con ese estribillo fue prohibida por el Régimen franquista, intuyendo que el autor mallorquín Benet se refería al invicto Caudillo como: Raska-Yú.

Tremendo error, pues no fue un cadáver más; hoy es un gran monumento en la mejor esquina de Las Ramblas y la Avenida de los mil nombres, monumento a la traición a su cargo y juramentos militares, para fugarse desertor a Gran Canaria y volar para levantar al ejército africano al que eliminó fusilando a los leales al Gobierno de España. Con los demás traidores comenzó en la península su Golpe de Estado en cruel guerra.

Nada puede ser más decepcionante que llegar a TF y en su mejor ubicación encontrar un enorme monumento fascista, que conmemora la deserción del General Franco en TF y glorifica aquella guerra -golpe de Estado, con un hálito de deidad, de iluminado por su dios fascista y exclusivo. Eso es lo que ven turistas y pateros cuando llegan a la ciudad. Y si caminan un poco verán que en la esquina con la avenida José Martín, hijo de madre chicharrera, los “demócratas constitucionalistas” emborronan con saña su placa conmemorativa. El fascismo sigue vivo en nuestra ciudad de alcalde consentidor.

Me dejan la lista de los que contribuyeron a la edificación del monumento y veo apellidos que me hacen comprender la esencia antidemocrática de esta ciudad y sus miedos a que se sepa cómo pudo haber tantos muertos si aquí no hubo guerra. Inhumana represión bañó la isla en sangre. ¡Cuánto hay oculto y por saber entre las capillas de esta ciudad!

Aquello que en 1936 tuvo sentido, el fascismo, en 2021 es una provocación histórica, que necesita reparación y docencia infantil para que entiendan que la Historia fue por otro camino: la Democracia. Ese mojón fascista debe desaparecer de la vía pública. Si tanto valor artístico tiene, su lugar es un museo.

El nuevo Estado78, fruto del Espíritu de la Transición, no permite ese monumento fascista, y la cobardía de sus protectores les impide reconocer que perdieron, que ya no son nada en la historia canaria y que el destino de esta tierra está unido a un futuro democrático y sin caciques, pues ya el amo se arruinó y la casta huyó a economías más beneficiosas.

Los cobardes caciquillos, esperan que les quiten el monumento para bramar como en la salida de su Caudillo del Valle, pero esa no es la solución: son ellos los que deben eliminar su error y llevar el Monumento a donde la Historia lo colocó. Al olvido de los actos asesinos como su obra cumbre del exterminio nazi.

Su empecinamiento administrativo, algún día les traerá consecuencias. ¡Viva la Libertad!

 

 

 

 

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