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domingo, 29 de agosto de 2021

EL DIABLO EN LA CRUZ Y LOS ÁNGELES DEL DIABLO

 

EL DIABLO EN LA CRUZ Y LOS ÁNGELES DEL DIABLO

POR MAITÉ CAMPILLO

“No nos convertimos en lo que somos sino mediante la negación intima y radical de lo que han hecho de nosotros” (SARTRE)

Nadar es lanzarse a las aguas

Un 22 de agosto de 1241, moría el Papa Gregorio IX, el que estableciera formalmente el Tribunal (criminal) de la Santa Inquisición que pasó a depender directamente del Pontífice, como las guerras de las cruzadas, la tortura física con múltiples aparatos diseñados para su ejecución, la tortura psicológica o la quema de personas vivas, sobre todo mujeres. Todos estos métodos, tuvieron un claro objetivo, imponer la subordinación a las monarquías por medio de la religión. En América, y Europa fueron miles y miles las personas condenadas, asesinadas por estos tribunales de psicópatas, miles de personas, muchas de la ciencia y de las

artes, médicos y astrónomos, matemáticos y físicos con un talante abierto comunero defensores de la justicia y libertad. No fue hasta 1834 que se suprimió definitivamente la Inquisición. En lo que sí existe un cierto consenso entre los historiadores que han investigado el tema más recientemente, es que en la mitad del siglo XVIII, se produjo un cambio en los delitos de los que se ocupó la Inquisición. Como casi habían desaparecido los llamados herejes “que habían sido su objetivo principal” (judaizantes, protestantes y moriscos), el Santo Oficio que como oficio principal tenía asesinar, se centró en los defensores de las nuevas ideas ilustradas y en los delitos considerados como menores, o sea que cagarse en Dios, al margen de que suene mal y de no existir más que en la biblia, en la sugestión y superstición educacional, y fuera como cagarse en el aire no palpable, te podía llevar a la hoguera o ha revanarte el cuello a puñal, espada o cuchillo de Albacete, si la aldea era muy rural el hacha y la soga cumplían importante papel en aplicación de la ley y de la justicia divina. Ojo, al loro, con las supersticiones, el curanderismo, la bigamia y cualquier práctica contraria a la moral católica, aunque ellos la ejerciten con devoción y hasta con sarampión, pero sin causa claro, o a forma de solicitación, pues ser son muy discretos con sus cuerpos, tanto, que hay listas de miles por el mundo violando niños, niñas, a todas las hermanas, tías y primas a su servicio parroquiano que además de darles fogueo limpian la casa y hacen el cocido y la caldereta de cordero además de calceta para matar el aburrimiento, como el remendar calzones en otros tiempos, claro que no son los tiempos y hay que Renovarse o Morir (que no es lo mismo que en significado tuvo en la revolución cubana el “¡¡Patria o Muerte Venceremos!!”). O sea que a partir del siglo XVIII, la llamada Santa Inquisición se convirtió en vigilante de la moral católica y enemiga de las nuevas ideas. Así pasó del mal ejemplo a otro peor como se diría “de Guatemala a Guatepeor” (que es como decir no quiero pertenecer a las navajas de Albacete prefiero las bombas atómicas USA).

 

Y es que hoy en día ya ni se sabe, es un asquito oiga, manera de cambiar las palabras para mejor confundir el significado de ellas, pedazo de truhanes incumplidores de su propio testamento voluntarios de la mentira y el pecado. Dicen los muy cuatrines que la inquisición quedó abolida ¡serán mentirosos!, eso sí, verdad ser es que hay un Santo Oficio como remedio de males, que es algo así como, ¡fíate de la virgen y no corras! De hecho los tribunales te pueden condenar a presidio por cagarte en el Dios del aire que no se ve ni siente ni padece, al menos el mal de los pobres ni la carencia en mesa de alimentos o lugar donde dormir ‘como Dios manda’. En 1937 los obispos españoles firman la “Carta Colectiva del Episcopado español a los obispos del mundo entero”, casi nada, para chulos, ellos, a través de la cual daban su apoyo sustancial y definitivo al fascismo, al que han pertenecido además de soplones como arma ideológica del poder cumpliendo paralelas misiones: bendicen guerras, hambrunas, siembran extremaunciones y cruzadas santas “teológicamente justa” en sintonía con el levantamiento franquista. De ahí, su participación en la matanza de republicanos y no solo en la plaza de toros de Badajoz, hasta hoy siguen pensando y haciendo por igual de violaciones, sentencias y crímenes con y sin sotana de cuervo, por ejemplo: El Santo Oficio de la magistratura del OPUS ha ordenado quitar el nombre de una maestra represaliada republicana para volver a poner la de un asesino fascista, la del siniestro torturador carnicero de seres humanos, Millán Astray. Los judíos sionistas, ídem de lo mismo, o alguien duda creyendo que no son como los talibanes, más bestias si cabe con el beneplácito de las Naciones Unidas. Solo decir lo que dijo una ministra de “¡cultura!” de Israel: A LAS MUJERES PALESTINAS EMBARAZADAS HAY QUE ELIMINARLAS PARA QUE NO TRAIGAN HIJOS TERRORISTAS AL MUNDO. (Y ¡¡AMÉN!! Respondió Franco desde la tumba del muerto y Dios desde la Santa Inquisición a Santa Isabel la Católica. El sionista fomenta matanzas palestinas alumbrando también la ley de Dios para impedir que Israel vuelva a ser Palestina, un objetivo a cumplir, es exterminar mujeres embarazadas “Hasta que el Señor haya dado el descanso a los sionistas, y posean toda la tierra que Dios-Alá les ha dado al otro lado del Jordán, poniendo a cada uno en su lugar y posesiones, las cuales os he dado Yo: palabra de Dios”. Por último el talibán a pedrada limpia se disputa la fe contra la inteligencia de la mujer. Para los talibanes e islamistas radicados en muchos países árabes, como en Arabia Saudí, la mujer de este siglo tan “libertador” significa el resumen matemático científico en manos de las tablas del Dios-Alá (cero patatero) o lo que es lo mismo mierda pinchada en un palo, sobre la que hay que multiplicar mierda y palito para sacar sobresaliente en derecho como en torcido de miras. Sigue sobre ella la maldición (que no liberación) de reproductoras de mierda pinchada en un palo para dar a la sociedad HOMBRES, desgraciadamente para ellos siguen saliendo más mujeres del fajo de las entrañas. Claro que si solo pudiéramos parir ‘mierdas pinchadas en un palito’, o sea mujeres, según el oscurantismo religioso del país que sea estaríamos más contentas, más libres de violación, acoso, denigración, prostitución y más etcéteras.

 

Aciagas democracias dan luto al siglo, la cosa anda mal para la mujer, apenas hace unos días en una ciudad de Pakistán una turba de machos desbocados, unos trescientos, asaltaron a una mujer joven en una plaza e insultaron sacando fuera todo su veneno, la pegaron, la torturaron despiadadamente, la desnudaron y lanzaron al aíre… al final no sabemos si le dieron la ropa antes de poder huir, lo que sí sabemos es que la dejaron sin nada, la robaron todas sus pertenencias pero no la asesinaron (hay que perdonarles) solo era una manada descontrolada. Pues eso, cuidadín, de ir vestida de “mujer”, hay gente extraña que nos imita y mucha manada “descontrolada”. No te vistas ni para disimular como los jueces que te juzgan y dioses que te condenan de traje y corbata, no merecen ninguna “mierda” pinchada en un palo o palito, pues el tamaño no justifica al león de tirapacá; si alguien te regala el traje de su “decencia”, quémalo, haz tu propia noche de Sanjuán, no titubees, se decidida en tus convicciones no te vayan a equivocar. Ya tu sabes, que por orden del juez es importante no dar chanza a las malas interpretaciones, se trata de “vestir como una mierda pinchada en un palo” y pasar desapercibida en la casa ante tu padre, hermanos, vecinos y también en la calle correr hacia la habitación oscura sin ventana ni luz ni oxígeno ni nada y trancarte para que la manada no se lance a degüello sobre tu mente y cuerpo. La cosa se complica a pasos agigantados. Está ocurriendo todos los días en países como en Iraq, Irán, Libia, en territorios de Siria, Nigeria, Somalia, Malí, Arabia Saudí, Paquistán, India, Afganistán… Se ejecuta en las aldeas a los niños mayores de 14 años y, a las mujeres y niñas las utilizan como esclavas sexuales, las más jóvenes se venden, se violan, y algunas de ellas “por ser débiles”, ante el horror, se suicidan. Seamos sinceros, ¿sólo en estos países?. La brutalidad es sádica, el sadismo es el sistema criminal que nos domina. Zarmina era una joven poeta afgana que compartía sus poemas en una radio para mujeres, expresaba y compartía sus vivencias, lamentaciones, frustraciones y también su amor. Pero llegó un día que sus hermanos descubrieron que, Zarmina, ¡escribía!, y escribía bien, doble grave error, ser mujer y además pensar. Fue golpeada brutalmente hasta casi matarla. Impotente ante los hechos que la arrebataron la libertad de ser, escribir, pensar y sentir, no aguantó más y se prendió fuego hasta morir ¿Quién asesino en realidad a Zarmina, quién los que provocaron su muerte? No crean que estas aberraciones que estos horrores y crímenes pasan solo en los países donde el poder y la fuerza militar está dirigida por talibanes, por integristas musulmanes. No. Toditas las religiones han desarrollado su instinto criminal como el sionismo judío, toditas han sido creadas por intereses feudales absolutistas que se mantienen en los siglos por negreros de la misma especie, toditas sin excepción en el nombre de Dios-Alá, y más allá, han tenido y tienen en su seno sus fanáticos criminales, sus monstruos históricos y discípulos deformes, sacrificando niños y niñas a destajo por el mundo. Regocijándose en grotescos personajes siguen imponiendo a sus arcas y braguetas doblegación y absolutismo, acusando a mujeres de brujas, apedreadas unas, en la hoguera otras, o apuñaladas.

 

2021, siglo XXI, oh, sí, siglo de la libertad, donde somos capaces de vernos las caras y entendernos con una simple mueca de sonrisa, guiño de ojo, o señal dedo en mano. Siglo de la telecomunicación que dinamiza y combina los sistemas instalados en satélites y plataformas con redes inalámbricas en cohete turístico a la luna, en un plisplas, por mandato divino al que su generosidad no le importa estés en paro, tus hijos sufran la marginación, y el cocido no lleve tropiezos que encontrar sobre el caldero de su cocción, te desahucien y te diga tu patrón de estilo snob: “no sirves para nada”; inquieto ante el desafío de tu mirada insiste, “estás viejo, quedas despedido”. Y veas que es quince años mayor que vos en este país “suyo” y mundo encantado donde todos somos iguales ante la ley y ojos de “su” Dios por contracción constitucional en derrumbe de vertidos. Eso sí, te dice, “alegra esa cara, pareces más viejo”, y con sorna remata, “qué es lo que te preocupa”… acaso no sabes que formas parte del primer mundo internauta, donde los kilómetros son como contar persianas del salón de tu casa o baldosas de tu cocina?, ignoras los avances que te ofrecemos que pasamos de un continente a otro en un tiempo récord similar al del estornudo, como en otros tiempos lo fuera la ‘Singer’ permitiendo a las mujeres la libertad de coser y cantar a la vez? Siglo XXI, no te olvides, “eres libre”, “de qué te quejas”… ya no tienes que trabajar, te regalamos la libertad, no ven tus ojos que somos hasta capaces de lanzar cohetes al espacio?. Oh, sí, como si fueran churros (o porras) según el grosor de “tu” bolso de pantalón o manga de tu chaqueta mágica. Pero bueno hombre, qué pesimista, “¡vive el momento!”, “¡alegra esa cara!”… que hasta el canto de los ríos suena aunque ya ni agua lleven ni fuentes para el sediento queden, acaso no ves lo que “hemos” avanzado en la curación de enfermedades?, que no ves que “somos” potencia mundial contra pandemias y endemias?. Oh sí, el control, la ciudadanía está en “nuestras” manos, vacunamos a diestro y siniestro, no somos racistas, de alargar la vida se trata en países lejanos y muertes en el más cercano, ese que llaman propio. Sí, “somos” libres aunque a muchos lógicamente esto les suene a chino, sin que su ignorancia permita darse cuenta que por eso es que “imponemos” el inglés como idioma de futuro y también de presente. Claro, por eso es que no hemos sido capaces de erradicar el oscurantismo, las religiones… “entiendo”, ufff, vaya, qué izquierda más derecha, que capitalismo de angelitos más prostituido, que fascio más talibán donde el saber lo ocupa la represión. Que siglo dios que siglo que a las hormigas parias laboriosas hay que exterminar. ¡¡Claro, hombre, “por prevención”, “en bien de todos”, “de la humanidad”… vayan a ser comunistas, terroristas, anarquistas camuflados, ateos del amor libre, lucifer de los cuernos rojos, lo dicho, “sólo por prevención”!! Le entiendo, o por dios y la virgen santa no? ¡Puaj, va de retro!!! Sí, es bueno para los ojos llorar y para aclarar las ideas, por eso berrear para la garganta es mano de santo, afina el canto de la internacional y el de las barricadas, si señor, por eso es que abundan los contrarios hartos del sufrir, golpe a golpe fulminando espada, ondeando piedra, señales de humo y lanzamiento de jabalina cual circo de proletarios contra el primer mundo poseído por el Tío Sam.

 

Nos encontramos en el umbral del siglo veintiuno sobre el que no se sabe bien si empieza la decadencia, o termina la juventud antes de haber cumplido el cuarto de su siglo. Apuesto contra el desgaste en decadencia en que fue alumbrado, segura de seguir en brecha audaces, prestos en lucha y desenlace. Peligroso es sentirse como el siglo con el culo al aire, cuando estamos ni se sabe en qué país o lugar del propio y no respiramos en ninguno, cuando mi función y la tuya es empezar partiendo de todo lo recorrido, mostrado y aprendido sobre la mitad del camino que arrastramos, conscientes de que nuestro día llegará con una infinidad de capítulos cumplidos y muchos más por empezar. Se trata de ir más allá siempre más allá del umbral que alumbra el quiero empezar, de forjar el camino propio, de recordar que somos robles, pinos, abetos rabiosamente jóvenes entre rosas rojas, claveles y clavelinas, entre semillas de otras especies, culturas de otro mundo avanzando sobre otro posible que se va forjando, siglo tras siglo de historia prestos a su victoria, desechando la decadencia. Y, recordar, siempre recordar, la combatividad que marca el ritmo que agita tu corazón entre vientos de libertad, su mirada triunfadora y el marco de sus verdes hojas vencedoras de todo mal, como fuerza implicada metiendo en talle una juventud que se resiste, a manifestarse, pero que espera un empuje y seguridad sobre el ingenio y decisión en empatía y largo caminar. Porque todo su cuerpo es la vida y no maleta de trastos inservibles. Los armarios sobran en los frentes de lucha cuando toda lucha de contrarios se convierte en clandestinidad. Vuela alta, anda ligera, no te pares. Unidas nuestras miradas, lanzados nuestros puños por el vuelo del “prole” VENCEREMOS. Así tardemos en conseguirlo treinta, cien y más años la vía está abierta, sobre ella todo es camino.

 

 

 

Se trata de impulsar cambios como resultado de todo lo peleado, nacemos con los que estaban, y lucharon. Cambios que no mentiras para estirar la supervivencia, porque de lo que se trata es de seguir viviendo no llorando ni sufriendo sino azotando el hastío, marginación y humillación, lo fácil para unos y lo complicado para otros por que así está impuesto, porque así dicen que ha sido siempre, y no, nadie es derrotado hasta que la derrota se acepta y justifica asumiéndola como salida. Más allá de ella y de la propia militancia abnegada en los valores del avance, refuerza tu empeño y compromiso, no te oxides ni aflojes ni desistas, sigue adelante, no estás sola. No busques falsos profetas ni intrusos que te acompañen ni abraces dirigentes que nunca dirigieron, intrusos que forzaron arrasando con todo sentimiento puestos y directrices a golpes sordos, y también, mudos en ceguera anunciada y desatino. Piensa que lo auténtico a la corta o a la larga triunfa, se fuerte y segura, encontrarás otros seguros que se unan. Recreate en ejemplos de estímulo, no te debilites, sean políticos, o sean genios de la música. Beethoven dio la respuesta al mundo como una eminencia creadora de obras maestras y música sin parangón, fue rebelde e insumiso, ni sordo ni ciego, para luchar contra la educación en el seno de la familia tradicional y despotismo social como enseñanza de buitres. Curtido en el sufrimiento de ambas cosas desafió contra todo lo que se interpusiera entre él y su sueño. Creativo y sonoro avanzó imponiéndose a la sordera como un mal menor en su carrera, y a los sordos ignorantes de poderío, que se lo restregaban como una maldición de dioses, gritó contra ella y sus ensalzados divinos, también contra el relámpago mediático de los miserables, ese misterio guardado del despotismo incrustado en ellos y su sociedad alienante de oscurantismo religioso y guerras insaciables. Dando todo el sentido de su vida, sobre los escenarios, clases impartidas, partituras escritas y pianos tecleados y batutas, mostrando la frontera entre la ignorancia de su mueca hipócrita sonriente y los grandes conocimientos de la sabiduría, esa que muestra la diferencia entre desear una cosa y el estar o no en disposición de recibirla y mostrarla. El lo estaba porque creía en su lucha y padecer, en su entrega incondicional, seguridad y conocimientos. Desafió a su propia naturaleza dañada pero íntegra, porque su estado mental era creencia y no simple esperanza ni fruto de la casualidad ni del milagro, Beethoven, fue un revolucionario que no lloró aporreando piedad sobre los portones de los poderosos, tenía una mente lúcida y liberada, clara y segura. Las mentes cerradas no inspiran ideales ni valores ni creencias. El apuntaló alto en la vida y subió nota en victorias por lo que quería, luchaba y formaba parte de sus vísceras aferradas a su triunfo.

 

Siempre me pregunté desde niña el por qué de las cosas, el objetivo de los pasos de la voz que irrumpí en la escena de mi vida que aún siendo desconocida decía ser amiga. Siempre me pregunté de todo fenómeno más allá de la intención que su voz utilizara, nunca pensé dejar de estar en onda por ello, perder una parte de mi propio ritmo de vida y amistad o credibilidad, en desajuste social, por no abandonarme a brazos abiertos a las corrientes mediáticas que van surgiendo por bonita o vistosa coreografía, sugerente, para muchxs en aplauso y consignas. Siempre me pregunté de lo costoso de ser veleta, alternativa poco fiable para mi, que me he visto y sentido siempre centrada al trabajo donde involucré lucha al arte y militancia, como forma de vida optada, asumiendo el vibrar y el cómo el público lo evidencia, y te evidencia firme, esperando y exigiendo, tu aporte vinculado a tu obra y tu vida sin titubeos y decisión frente a las fotocopias que nos multiplican robando identidad e idiosincrasia. Nunca es fácil dar el salto en lucha irrumpiendo sobre la escena, que la vida sin límites de asfixia representa convirtiéndote en oxígeno de ellas, no se consigue siendo veletas, resulta peligroso, abunda la mediocridad. La batalla por donde remontar en vuelo, y dejarse de pendejadas nos espera, el tiempo pasa y apremia. Dignidad, creatividad en causa y objetivos requieren definirse, sobre el rumbo de los acontecimientos con luz propia y sin máscaras, aunque nos encontremos en una malintencionada democracia oteados, por un rastrero sistema, persiguiendo todo movimiento que no encuadre en su “generosidad” política. Los conocimientos y el empeño puesto allanan el camino cuando se sabe el rumbo a seguir. La derrota siempre es costosa no te inmovilices. RECUERDA del ‘Che’ que: “El revolucionario es el eslabón más alto de la especie humana”.

 

Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)

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