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viernes, 11 de junio de 2021

SI OS GUSTÁIS, ‘POS’ LIAROS

 

SI OS GUSTÁIS, ‘POS’ LIAROS

Mientras Carmen Calvo arremete duramente contra los populares, PP y Vox prefieren jugar a Cataluña donde mejor se les da: en Colón, pleno centro de Madrid

MARINA LOBO

Carmen Calvo responde a las preguntas de los grupos

parlamentarios en la Sesión de Control.

Justo antes de llegar a la tribuna de prensa del hemiciclo, hay un largo pasillo en el que cuelgan los retratos de los expresidentes del Congreso: está Jesús Posada, con su frondoso pelo blanco y su corbata verde, el breve Patxi López o Luisa Fernanda Rudi, primera mujer de nuestro país en presidirlo. Sin embargo, el primero con el que te encuentras al girar la esquina es –boom– el de José Bono. Hiperrealista, en blanco y negro, y con la mano metida en el bolsillo, por debajo del pelazo injertado sus ojillos te persiguen hasta que cruzas la puerta. El resto de estampas no están en blanco y negro, pero quién soy yo para juzgarle, que he usado filtros en Instagram que hasta te ponen al lado al mismísimo Pedro Sánchez abrazándote.

 

Después de meses viniendo a este edificio cada semana, todavía doy un respingo cada vez que me choco con el dichoso cuadro. Casi puedo escucharle susurrar, con voz grave y alargando mucho el final de las palabras: “Menos mal que ya no está aquí Iglesias”. Mucho ha cambiado la cosa, supongo, desde que Bono paseara por este mismo suelo de mármol y, sin embargo, quizás nada ha cambiado realmente. Hoy hay en el Congreso un bipartidismo 2.0 en el que las batallas en el seno de la izquierda y de la derecha se juegan más en el terreno de los pequeños detalles que en el de las grandes reformas.

 

En ese bipartidismo 2.0 la portavoz del bloque Gobierno es sin duda Carmen Calvo, a quien parece no afectarle el estrés térmico que nos tiene a tod@s aletargad@s estos días. La vicepresidenta primera lleva semanas chocando duramente contra el PP en el Congreso. En el seno del PSOE duele, y mucho, que se diga eso de que se está “pisoteando” a la justicia con los indultos a los presos independentistas, y Calvo hace tiempo que decidió que los populares habían cruzado varias líneas rojas. “Valientes, que son ustedes muy valientes. Recojan firmas en Cataluña, miren a la cara a los catalanes, a los independentistas y a los no independentistas, y díganles que tienen alguna salida para este país. Díganselo, porque no la tienen”, le ha espetado con dureza Calvo a la portavoz popular, Cuca Gamarra, al inicio de la sesión de control. La vicepresidenta ha recibido aplausos en su bancada, pero aplausos de verdad, que una ya lleva un tiempo aquí como para distinguirlos de los de por compromiso.

 

El Partido Popular y Vox prefieren, sin embargo, jugar a Cataluña donde mejor se les da: en Colón, pleno centro de Madrid. La derecha y la extrema derecha están esta semana de luna de miel; todavía no tienen que pelearse por ver quién acaparará los focos de la concentración de este domingo. Aún no está claro si la convocatoria fracasará o será un éxito, pero hay dos factores que apuntan a que no captará, ni de lejos, la atención que tuvo hace dos años: el primero son los renegados, esos barones del PP que no irán a Colón. Feijoo dice que tiene mucha plancha. El segundo es que los fines de semana de junio suelen estar muy cotizados en la capital para hacer escapaditas a las segundas residencias en ciudades que igual no tienen las mejores bravas, pero sí playa y piscinas.

 

Colón es el cumpleaños del amigo rarito al que nadie quiere ir, pero a todo el grupo le da corte ser el primero en caerse de la convocatoria porque hace un mes, después de pedir una ronda de chupitos, le dijeron que a tope con la fiesta. No descarto que no vaya ni el propio Abascal. Por lo pronto, lleva tres semanas faltando a la sesión del Congreso; puede ser que se haya cogido las vacaciones adelantadas o puede que esté ensayando para marcarse una coreografía el domingo mientras suena la nueva de Taburete.

 

En el PP siguen diciendo que van primeros en las encuestas y repiten que el Gobierno está en la “cuenta atrás”. Pero Teodoro García Egea no está a gusto. Desde que se fue Pablo y llegó Yolanda, nada es igual. El secretario general del PP intenta ahora cambiar su estrategia parlamentaria y combinar sus habituales chascarrillos con algún dato suelto, pero no es su estilo, y entrar a debatir con Yolanda Díaz en el terreno de Yolanda Díaz hace que pierda continuamente. Cómo estará la cosa que ha tenido que salir Macarena Olona (Vox) a defender a Teodoro ante Díaz: “Dele las gracias a Teodoro García Egea, porque ustedes están gobernando con la reforma laboral del PP”, ha dicho.

 

 

Puede que sea por el mes. Junio siempre es un mes raro, el de transición entre la primavera y el verano. En el instituto y en la universidad es el mes de los exámenes, los días en los que hay que rendir y echar cuentas. También lo es en el Congreso, donde saben que hay que apretar porque en vacaciones las reuniones son más complicadas de programar, y la videollamada con tus jefes mientras cientos de niños gritan de fondo en la piscina del edificio no es plato de buen gusto. Sobre las propuestas que quedan por salir adelante, fuentes del Gobierno señalan que siguen trabajando para sacarlas adelante lo antes posible y que “hay que confiar, que todo va bien y que se va a desplegar todo el programa progresista”. Junio es un buen mes para organizarse antes de descansar y que no te pille el toro en septiembre cuando estrenes agenda. También es un buen mes para echarse pareja y tener un compañer@  que te vigile las cosas en la playa mientras te mojas los pies o para que te sujete la bandera mientras das un discurso en Colón. Si os gustáis pos liaros, que se dice en jerga millennial.


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