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miércoles, 21 de abril de 2021

¡LA REPÚBLICA DE LOS GRANDES POETAS!!

 

¡LA REPÚBLICA DE LOS GRANDES POETAS!!

POR MAITÉ CAMPILLO

‘HIJOS DE LA IRA’ (1944) ‘INSOMNIO’ Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas). A veces en la noche yo me revuelco y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro, y paso largas horas oyendo gemir el huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.

Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido, fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla. Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma,

por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid, por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo. Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre? ¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, las tristes azucenas letales de tus noches?

Adelante el 90 aniversario para la eternidad de los tiempos (1931-2021)

Sevilla 21.9.1902 nace el entrañable Luis Cernuda Bidou. Estudiaba derecho cuando conoció al profesor y poeta` Pedro Salinas: ”Si no fuera por la rosa frágil, de espuma, blanquísima, que él, a lo lejos se inventa, ¿quién me iba a decir a mí que se le movía el pecho de respirar, que está vivo, que tiene un ímpetu dentro, que quiere la tierra entera, azul, quieto, mar de julio?”. Según algunos escritos, al parecer fue el que descubre lo que aflora latente en el aire entre la pasión y talento de Cernuda, y también de timidez y sensibilidad, ante los placeres prohibidos, silenciados, enfrentados a la realidad social moralista-cristiana y deseo desbordante que lleva inserto el joven estudiante. Pedro Salinas es consciente de la talla del alumno en que se encuentra, conoce los manantiales profundos y fuentes de sabiduría en eco de ciencia como caracola anunciadora, de inquietas eminencias como Cernuda, y se entrega de lleno al talentoso muchacho ayudándolo a soltar todo ese vital soñador de vida, liberando sus primeros brotes hacia la literatura ajena a la abogacía estrictamente concebida, rizando el rizo a rastras de la actividad indagatoria esfumándose entre despachos la búsqueda de la verdad. Le adentró e instruyó hacia el fondo de las aguas potenciales entre las grandes obras de autores como Rimbaud, Baudelaire, Mallarme, Verlaine, Andre Gide… entre ellos encontró seguridad, equilibrio, se hizo gigante, descubrió lo que quería ser, y, se encontró así mismo ferviente de lectura y escritura como poeta ilusionado en torbellino de inquietudes futuristas. A la edad de veinticinco años se encontró frente a una mala recepción por parte de la critica con la publicación de ‘Perfil del aire’, su primer libro, por el contrario, ese mismo texto, formó parte en una versión remozada del volumen ‘La realidad y el deseo’, y fue, precisamente la obra que consagró a1 autor. Luis Cernuda quien había sido en la II República (1936) un militante comunista, parte al exilio como tantos otrxs trágicamente dolorido lleno de nostalgia golpeándole la soledad, atrás queda todo lo que le motivó y el peso de la vida arrebatada a Lorca. Se entrega en cuerpo y alma como rayo que no cesa a una intensa lucha desde el frente cultural contra el fascismo -creador de una ejemplar notable y poderosa obra- representa una de las voces poéticas de denuncia del antifascismo poderosa de la generaci6n del 27.

Homenajeado en México con una exposición amplia fotográfica y documental como parte del evento que fue creado un año antes en Sevilla, conmemorando el centenario de su nacimiento, paneles enmarcando vida e historia, cartas, reproducciones de poemas, imágenes de diverso formato, copias de manuscritos… Ahí quedaba grabado, de una y otra manera apañada la persecución política durante el golpe de estado fascista, la melancolía, tristeza del vacío, todo lo que quieres y por lo que apuestas, las inquietudes de militancia, filtrando y perfilando el destierro, exilio que lo obligó a morir lejos de su tierra y su añorada República entre calles y gente que vivió desde niño. Y el amor brota de él, amor de revolución y transformación social, de vida, amor impregnando la obra, acordes de deseo y lucha, amor enfrentado a una segura condena. No hay que olvidar, que Luis Cernuda nace en 1902, ni el seno frío de la severidad y las normas castrenses de un padre de disciplina tosca y ruda en carga varonil de ejemplaridad. Pero Cernuda aunque sensible no es débil, y además es inteligente, introduce el esplendor de su rebeldía saliendo a la luz: “Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío”. Avanza en complicidad entroncado al profesor de un mismo ideario antifascista. Hora a hora, día a día abrazando en la literatura, conciencia, sentimiento y poesía como respuesta a la asfixia desde la propia adolescencia que va alumbrando al hombre, al poeta, al ser, al amor encarnado, al amor encantado, al yo, a la vida concebida por uno mismo como fruto de sus días y noches de lucha ¡¡No era una sola voz era todas las voces juntas!! ¡¡No no era una sola voz, era el eco entroncado, a cientos de raíces de la tierra!!.

En 1931 (I República), escribe Los placeres prohibidos, con la edición en 1936

(II República), de La realidad y el deseo, este volumen reunió sus mejores trabajos y el asentamiento definitivo como poeta; su talento no se hizo esperar, obtuvo gran reconocimiento y apasionados elogios de su amigo del alma, otro de los grandes, Federico García Lorca. Fue el 14 de abril de 1938, cuando el poeta tuvo que salir de estampida para siempre de su tierra, nunca dejó de luchar ni perfilar un retorno, que nunca llegó: “Atrás quedaba tu tierra sangrante y en ruinas. La última estación al otro lado de la frontera, donde te separaste de ella, era sólo un esqueleto de metal retorcido, sin cristales, sin muros un esqueleto desenterrado al que la luz postrera del día abandonaba ¿Que puede el hombre contra la locura de todos? Y sin volver los ojos ni presentir el futuro, saliste al mundo extraño desde tu tierra en secreto ya extraña”. Luis Cernuda, sufre profundamente, dolorido de soledad y recuerdos entrañables; sufre por todos los compañeros que fueron cayendo con los que tanto compartió, los días pasan con la mente puesta en el asesinato de García Lorca y otros después igualmente asesinados. Ese mismo año de 1938 en que partió, intenta volver a su tierra tras un viaje a Inglaterra… le invade la crudeza de los hechos y consejos que recibe y se reconoce así mismo un exiliado dolido: “Amargos son los días de la vida, viviendo solo una larga espera fuerte de recuerdos”. Se lamentaba el poeta en el libro ‘Las nubes’ de 1940; melancolía que lo acompañó hasta 1963, año en que llegó al final de sus días entre nosotros y, del destierro que como Machado, nunca se sobrepuso.

El vacío es un pozo sin fondo peligroso en plaga de carcoma, desarrolla la inercia, y complica la vida. Se hace difícil militar durante años, y no haber sido educadxs en los conocimientos y sabiduría profunda de la resistencia antifascista en todo su conjunto; todo lo que nos aportó, su canto incondicional de vida sin apenitas aludir, y ni siquiera eso, a quien sin duda fue uno de los grandes. Por qué, cómo podría explicarse tantos años de ello, tantos años de olvido que una se pregunta si todavía dura la amnesia y, hacia que nuevo callejón sin salida, nos impulsa su intencionada ceguera. Como dijera Diderot `engullimos de un sorbo la mentira que nos adula y bebemos gota a gota la verdad que nos amarga´. Por qué, por qué me pregunto, cuando los nuevos tiempos no son sino los viejos tiempos con nuevas amenazas tanto o más depravadas, pues abarcan al mundo entero en un mismo golpe mortal. Pero, la verdad es siempre verdad, así lo espero, aunque sus leyes y lacayos nos digan ¡¡Eso es mentida!!. ¡¡NO!! (Les responderemos) ¡¡Pues el que tiene la verdad, tiene la dignidad en sus manos de decirla, no se achica!! (No debería). Hoy el discurso es algo hueco e insustancial sin hilos entre la paja del trigo y el barro ni raíz en tierra, forma parte de una elaboración de laboratorio en nave espacial, el parlamento, y eso obliga a invocar desacuerdos, roturas, la izquierda enfangada en el poder no es izquierda, hoy la política no es sino un lujo, cualquier mediocre puede llegar a dirigir un país, como en EEUU, puro marketing humillante, voces rotas, coro aberrante de confrontación, misma instrucción y consejos, cuerdas rotas, notas disonantes en manos y uñas inmaculadas los explotados siguen escupidos democráticamente en cada ventanilla institucional en cada empresa y gran banca.

Muy poco reconocimiento se ha hecho a su obra ni siquiera al poeta de carne y hueso, poca, muy poca justicia incondicional en complicidad ni siquiera con el poeta en si; por supuesto, no me refiero a las instituciones fascistas del gobierno que sería una aberración cóncava de demencia grotesca, sino a la izquierda antes de la muerte del poeta e incluso después de, camino de cumplir 58 años de ella; izquierda, de ese abanico amplio que lo fue de siglas combatientes antifascistas, entre los que hoy aún se encuentra gente orgullosa de no haber dejado nunca de luchar, con y sin partido, dado el desplome de la gran mayoría de ellos; izquierda, de una u otra rama del árbol de la raíz que nos reafirmó en lucha de resistencia; ni siquiera el propio PCE antes de desaparecer de los umbrales, de la izquierda, teóricamente su partido, el que tanto y tanto poder usurpó, en sudor de arrastre irreconciliable de reconciliación-nacional; ni siquiera ese conjunto, de la izquierda, afín a la causa del mismo tronco, ¿ignorado, por todos olvidado?. Para ello habría que conocer cuanto menos, al personaje, un silencio tan profundo y amplio, es feo, muy feo, de un selectivo irracional, pues para llegar a respetar y amar a una persona indiscutiblemente hay que entender su creación, la sonrisa que la conmueve y lágrimas de sus días, su relámpago combativo a su delirio abrazado para poder comprender y sentir el frente de resistencia literaria que enarboló. Dudo que antes y después del dictador muchos de los `imprescindibles´ de estos partidos que se definían dirigentes, le conocieran, pues no hablo de haber oído alguna vez su nombre cómo podría hacerlo?. NO, no se explica, el no haber oído, u oído muy poco como sin trascendencia, pues por más que lea y relea periódicos prohibidos de la época ´más roja`, no encuentro apenitas una sombra de su existencia, por ignorancia?, ¿ni siquiera conocían su obra su trayectoria siquiera? Y, aunque parezca aberrante preguntarlo, no está demás el decirlo, quizá por homosexual, posiblemente por comunista, o por ambas cosas a la vez? (Luis Cernuda da la clave del monstruo que se levantó en armas):

‘VIENTRES SENTADOS’ (Sentí un dolor en el pecho, y vi a mi alrededor una extraña mascarada…)

Con satisfacción

Como quienes saben

Como quienes tienen en su puño la verdad

Bien apresada para que no escape

Y con orgullo

Como vigilantes de vosotros mismos

Domináis a lo largo a lo ancho de la tierra

Vosotros vientres sentados.

No hay gas

No hay plomo

Que tanto levante que tanto lastre proporcione

Como vuestra seguridad deletérea

Esa seguridad de sentir vuestro saco

Bien resguardado por vuestro trasero.

Miráis a un lado y a otro

Sonreís rasgando maliciosamente la hedionda boca

Y desde allí emitís como el antiguo oráculo

Henchidas necedades

Dictámenes que se escurren entre las rendijas como ratas

Alado el pie vigoroso

El pie juvenil y vigoroso

Que derrumbará bien pronto

Ese saco henchido de fango de maldad de injusticia

Arrastrando consigo vuestro trasero y vientre

Vuestra triste persona que mancha el aire

El aire limpio y justo

Donde hoy nos levantamos

Contra vosotros todos

Contra vuestra moral contra vuestras leyes

Contra vuestra sociedad contra vuestro dios

Contra vosotros mismos vientres sentados

Con una firme espiga

A quien su propia fuerza empuja desde la tierra

Para que se abra al sol

Para que dé su fruto

Fruto de odio y de alegría

Fruto de lucha y de reposo.

La verdad está en lucha y en ella os aguardamos

Vientres sentados

Vientres tendidos

Vientres muertos.

En las últimas décadas las conciencias de algunas personas reaccionan con mucha dificultad y, debilidad, ante acontecimientos políticos y culturales, el poder muestra en tal situación no solo complicidad, sobre todo, su interés ideológico; dentro del ámbito cultural, “los neutrales”, son los que más han obstaculizado la verdad profunda de los hechos, los que más daño han hecho, a la vez que toda actitud comprometida que busque y aclame la verdad, es ignorada, o falseada por los `intelectuales muy intelectuales rabiosamente intelectuales´, ajenos, no entroncados, a miles de millas de la clase obrera, parte en carne, de la reacción e ideólogos fascistas en sus filas. Situación que realizan borrando de un plumazo o haciendo desaparecer, toda mención favorable de un pasado no tan lejano, estas actitudes que niegan la realidad, se manifiestan en todo ámbito político también en el campo de la literatura. Cualquier poeta, novelista o dramaturgo comprometido en su época, como en el caso de Luis Cernuda, queda reducido a una simple anécdota cuando no a una tergiversación consciente o al olvido. Hay ejemplos en vivo de los que han ejercido este tipo de comportamientos mezquinos de cambiar la historia; en una conferencia en Madrid -muerto el dictador- sobre el poeta Miguel Hernández creo recordar que eran dos los conferenciantes, uno disertó sobre la obra literaria de Miguel, y el otro, el actor Paco Valladares con buena declamación recitó algunos poemas y habló también sobre la militancia e ideología del poeta. Años más tarde; muchos personajes y otros que sin talla juegan a ello, a nivel político e intelectual, pusieron en duda unos y afirmaban otros, que Miguel Hernández nunca fue ni pudo ser un militante comunista, cosa que el poeta nunca negó ni en los duros días del fascismo sujeto en la agonía que acabó con su vida; unos y otros, le presentaron como simplón, humanista, cristiano, especie de “buenin” no mala gente, en algunos momentos como muy mucho o como queriendo hacer una gracia le elevaron a ideales socialistas-pesoteros entre ellos el fascista y falangista -como su compadre GAL-González- Alfonso Guerra del PSOE, que manipuló a la familia del poeta. De hecho siempre han intentado ocultar sus poemas más comprometidos contra el fascismo y la propia iglesia, sus escritos como corresponsal en el frente y su Teatro de Guerra. Otro tanto pasó con el poeta Antonio Machado, que sin ser militante del PC, demostró con algunos poemas y escritos, estar más cerca de la Unión Soviética que de otras ideologías republicanas, y con León Felipe el de: Franco, tuya es la hacienda, la casa, el caballo y la pistola. Mía es la voz antigua de la tierra. Tú te quedas con todo y me dejas desnudo y errante por el mundo… Mas yo te dejo mudo… ¡¡mudo!!, de él, dice un libro de texto editado tras la transición: “Es profundamente religioso, intenso, violento y dolorido cuando habla de la guerra y del exilio”, ocultando como se hizo con Miguel y el propio Lorca, entre una larga lista, sus poemas de más compromiso en lucha antifascista (Y, esto lo digo al margen de ser o no marxista-leninista, anarquista, antifascista, libertaria o republicana).

En esa lista y situación se encuentra el poeta Luis Cernuda, ingresa en octubre de 1933, en el PCE; empieza a colaborar con la revista Octubre que dirige Rafael Alberti, donde publicó, en los números 4-5 de octubre-noviembre de 1933 Los que se incorporan donde Luis Cernuda explícitamente cree en un mundo de armonía donde no existan clases sociales: “Este mundo absurdo que contemplamos es un cadáver cuyos miembros remueven a escondidas los que aún confían en nutrirse con aquella descomposición. Es necesario acabar, destruir la sociedad caduca en que la vida actual se debate apasionada. Esta sociedad chupa, agota destruye las energías jóvenes que ahora surgen a la luz. Debe dársele muerte; debe destruírsela antes de que ella destruya tales energías y, con ellas, la vida misma. Confío para esto en una revolución que el comunismo inspire”. Años después; breve introducción de uno de los poemas de la poesía de Cernuda en el exilio: “La historia de mi tierra fue actuada / por enemigos enconados de la vida (…) La real para ti no es esa España obscena y deprimente / En la que regenta hoy la canalla / Sino esta España viva y siempre noble / Que Galdós en sus libros ha creado / De aquélla nos consuela y cura ésta”. Fueron algunas de sus obras: Las nubes. Noche de Luna. Soñando la muerte. A un poeta muerto (Federico García Lorca). Sentimiento de otoño. Un español habla de su tierra. Elegía. Scherzo para un elfo. A Larra con unas violetas. Lamento y esperanza (…).

Birds in the night, pertenece a ‘Desolación de la quimera’:

El gobierno francés, ¿o fue el gobierno inglés?, puso una lápida

En esa casa 8 Great College Street, Camden Town, Londres,

Adonde en una habitación Rimbaud y Verlaine, rara pareja,

Vivieron, bebieron, trabajaron, fornicaron,

Durante algunas breves semanas tormentosas.

Al acto inaugural asistieron sin duda embajador y alcalde,

Todos aquellos que fueran enemigos de Verlaine y Rimbaud cuando vivían.

[…]

Hoy, como el tiempo ha pasado, como pasa en el mundo,

Vida al margen de todo, sodomía, borrachera, versos escarnecidos,

Ya no importan en ellos, y Francia usa de ambos nombres y ambas obras

Para mayor gloria de Francia y su arte lógico.

[…]

¿Oyen los muertos lo que los vivos dicen luego de ellos?

Ojalá nada oigan: ha de ser un alivio ese silencio interminable

Para aquellos que vivieron por la palabra y murieron por ella,

Como Rimbaud y Verlaine. Pero el silencio allá no evita

Acá la farsa elogiosa repugnante. Alguna vez deseó uno

Que la humanidad tuviese una sola cabeza, para así cortársela.

Tal vez exageraba: si fuera sólo una cucaracha, y aplastarla.

 

María Teresa León en su ‘Memoria de la melancolía’ comenta sobre el poeta: “Hubo unos años en que él creyó en la salvación de los seres pequeños, de los sin nombre, de los innumerables, de los que se levantan en armas al sentir atacada hasta su pobreza. Luis Cernuda dejó un día la Alianza de intelectuales de Madrid para irse de soldado al Batallón Alpino. Este poeta, uno entre los más refinados que la República tuvo, fue, además, de los poetas más leales al pueblo español y algo más que otros y (…) mucho antes que otros”. El gran poeta peruano César Vallejo escribió: “Ramón J. Sender, Serrano Plaja, Luis Cernuda, luchan de un lado, en las mismas trincheras de Madrid, y, de otro, traducen, ¡y con qué entrañable fuego! ¡con qué lealtad histórica! ¡con qué visión social de nuestra época! Todo ese palpitante, humano y universal desgarrón español en el que el mundo se inclina a mirarse, como en un espejo, sobrecogido a un tiempo, de estupor, de pasión y de esperanza”. Volviendo al poeta Luis Cernuda en cuanto al trato recibido tanto por su militancia como por su definición sexual, a ser considerado `como un poeta de un intransigente individualismo´ pero lo que resulta más indignante, es elevar su militancia a simple anécdota en su vida (o explicarla a través de `orientaciones de carácter romántico´), vamos, que se enamoró de Alberti, y se hizo comunista un rato, o quizá, fue de Miguel Hernández más rebelde en poesía?.

Es posible que en general hayan sido, Lorca y Machado, los poetas más manipulados por unos y por otros, digo, por el fascismo y sus progresistas; recordaré de por vida con indignación y nausea, al presidente de gobierno de esa España que ha de helarte el corazón, de nombre Pedro Sánchez, en clara provocación y falso reconocimiento a Azaña, de esa extrema majestuosa visita como pa` ser creíble a la tumba de Manuel Azaña y a la del poeta Antonio Machado; en ambos casos, colocó la bandera fascista entre flores, la que enarboló el golpe nazifranquista contra la República, bandera, a la que tanto Azaña como presidente de la República, como el poeta y educando Machado, les repugnaba, por representar el oscurantismo más decrépito de historia en levantamiento genocida. El repulsivo fascista ex-presidente de gobierno J. Mª Aznar, dijo en otro `homenaje u ocasión´, que su poeta favorito, el que más leía, era León Felipe, ¿será por ésta poesía?: «Mi general… ¡Qué bonita letra tiene usted! ¡Oh, que preciosa caligrafía de cuartel! Así escriben los tiranos, ¿verdad? ¡Y los gloriosos dictadores…! ¡Qué rasgos! ¡Qué pulso! ¿Quién le enseñó a escribir así, mi general? Se dice general y se dice verdugo. Los dos tienen el mismo rango, los mismos galones. El general se diferencia del verdugo solamente en que el general tiene la letra más bonita. Para firmar una sentencia de muerte hay que tener la letra muy bonita… ¡Qué bonita letra tiene Ud. mi general! (México 6-8-1967). León Felipe era miembro destacado de la Alianza de Intelectuales Antifascistas, ¿a quién leería Aznar?.

 

A Carlos Otero, de Luis Cernuda (a la `doble nacionalidad´ gabacho-española):

Es lástima que fuera mi tierra

Cuando allá dicen unos

Que mis versos nacieron

De la separación y la nostalgia

Por la que fue mi tierra,

¿Sólo la más remota oyen entre mis voces?

[…]

La vida siempre obtiene

Revancha contra quienes la negaron:

La historia de mi tierra fue actuada

Por enemigos enconados de la vida.

El daño no es de ayer, ni tampoco de ahora,

Sino de siempre. Por eso es hoy

La existencia española, llegada al paroxismo,

Estúpida y cruel como su fiesta de los toros.

Un pueblo sin razón, adoctrinado desde antiguo

En creer que la razón de soberbia adolece

Y ante el cual se grita impune:

Muera la inteligencia, predestinado estaba

A acabar adorando las cadenas

Y que ese culto obsceno le trajese

Adonde hoy le vemos: en cadenas,

Sin alegría, libertad ni pensamiento.

Si yo soy español, lo soy

A la manera de aquellos que no pueden

Ser otra cosa: y entre todas las cargas

Que, al nacer yo, el destino pusiera

Sobre mí, ha sido ésa la más dura.

No he cambiado de tierra,

Porque no es posible a quien su lengua une,

Hasta la muerte, al menester de poesía.

Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)


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