PABLO HASÉL Y LA LIBERTAD SECUESTRADA
POR MAITÉ CAMPILLO
Ahora que no hay ETA` la metralleta del Estado se impone, no tiene otra cosa que hacer para matar el tiempo que engrasar para no dejar de perseguir la libertad; lo decía Bertolt Brecht: ‘Vendrán por ti cuando hayan acabado con todos’.
¡¡No se mueva nadie, estamos vigilantes!!
A Pablo Hasél no lo van a llevar a galeras, aunque yo pienso que a galeras iría aunque tuvieran que volver a construir aquellos barcos de madera llenos de enormes remos que manejaban encadenados los condenados por injurias al rey u otros delitos tipificados como tal siglos atrás; ahorita estamos en siglo XXI caracterizado por las democracias en el mundo. Tranqui, compa, a galeras no te llevarán, al cadalso, por ahora tampoco ya tu sabes, ir a galeras es un castigo antiguo no de ahora, implantado por un emperador muy tirano que no toleraba la “indisciplina”, le volvía loco la desobediencia, su poder era absoluto tanto, que maquinó uno y otro día dando vueltas la fórmula contra el derecho a pensar y decidir de quién no fuera sino él, Carlos I; el menda gobernaba sobre todas las cosas incluido sobre los seres humanos, te imaginas? Nadie, absolutamente nadie ñooooo (¡cuidadito!!!) podía hacer nada sin su permiso, tal era la ley, contra tales desacatos; implantó castigo ejemplar en ahorro extremo de verdugos, tiempo y dinero ¡Todo un nota en la historia!!! Gracias, eso sí, a la verdadera autoridad episcopal en comunión con el romano pontífice se hizo con todo el dominio esclavizando y condenando, sus arcas de oro rebosaban matando de hambre la población, vengándose aún más escalofriante contra la ciudadanía que pensaba por si misma (también contra otros desacatos tipificados como tal en la época del emperador, pero nunca, por hechos tan grabes como los del propio tirano). Así es como sustituyó castigos corporales y destierros por la exterminación fructífera.
Portate mal Pablo,
la insumisión al mediocre en el poder congratula, porque del fascismo
cubierto/encubierto se sabe demasiado. La máquina, su maquinaria del tiempo del
exterminio no se ha enterrado, vive como el caudillo, inmortal sobre el
parlamento congresista demócrata-cristiano; sabes como se las gastan en el
Tribunal de Orden Público` de la Audiencia Nacional. Lo dicho, portate mal,
pues en el “mejor” de los casos te pueden meter en una celda de castigo con
aislamiento sensorial bajo el artículo123, sin que tengan que criminalizar tu
existencia como a Cipriano Martos aquél obrero andaluz, en Reus, de origen bracero,
jornalero, trabajador del campo, sin tierra, paria que aprendió hacerse
respetar estimado por los que le conocían y respetaban porque sabía lo que
quería sobre el futuro por el que luchaba y se entregaba (el que no le quería
se encargó de asesinarlo a torturas cuidado con carceleros y verdugos viven de
lo que alimentan sus amos). Son ejemplares sus técnicos para erradicar en cada
momento lo que por ley creen interesa determinante en la historia de los
procesos absolutistas, donde el simple hecho de toser, es un delito por no mear
ni cagar en el pozo destinado a los parias sin tierra sin derecho a trabajo ni
en la ciudad ni en el campo; tal es la civilización de la imposición franquista
patente en esto que llaman democracia.
Opta elegir frente
al pelotón de exterminio que te encadena la vía clandestina, asegura la
revolución cuando menos otro mundo sostenible, se trata de incendiar la
llamarada, distorsiona el cauce que aviva a destajo el fascismo capitalista de
la Unión Campechana Patriota, y ojo, con los cacheos integrales, guarda en lo
más profundo las letras de tus canciones incendiarias. Al loro con la chulería
del torturador, no olvides la imposición feudal de sus flexiones cuyas secuelas
forman huellas donde solo el odio de clase las disuelve, duerme despierto, atan
y encadenan a los presxs para facilitar fracturas de tortura intermitente,
algunas veces pasa uno de los serviles que llaman de salud médica para ver que
no te has suicidado, es una forma de seguir animando las sesiones de exterminio
físico y psicológico no lo olvides. Franco es una materia muerta
científicamente comprobado, pero el dictador vive indiscutiblemente como
patente ideológica internacionalizada, la formación integral a congresista lo
asume entre demócratas-cristianos; a comunistas, anarquistas consecuentes y
republicanos los fusilaron, los desaparecieron como a la República, lástima,
camino de revolución ir iban. Traidores hay muchos, se que eres consciente de
ello y que de eso no te vas a olvidar, pero por si acaso, te diré que Vladímir
Vladímirovich Putin ese presidente que dicen de Rusia dado a felicitar
cumpleaños de presidentes y personalidades del mundo fascio-capitalista,
felicitó también a Felipe VI, “el preparao”, en su último cumpleaños; que es
una persona respetuosa y también querida eso dijo y que trabaja las 24 horas
del día para el bienestar de su pueblo, le debió dar al Vodka y Whisky en
mestizaje de biberón de seguro tendrá tendinitis sobre el codo de por vida.
Te acusan de acusar
al que por rey (emérito), por ley encubren, aún degradado chorizo por la misma
ley campechana que deja que se largue de la misma manera, a seguir viviendo la
vidorra de parásito que toda su vida le acompañó en brazos del dictador desde
niño, hace que lo ilícito, sea condición real de la corona no pagar ni
someterse ante nadie, pese a que vivir, vive de los propios contribuyentes
(¡vergüenza debería darles!!!) que no de Dios ni de la herencia de su padre
redimido al caudillo a matar pulgas y deudas de juego, por eso y esto, entre
más cosas por obra del silencio y agravio se obra el milagro y abren las
compuertas, a blanquear lo ilícito cometido para que todo quede atado y bien
atado, y la propia dignidad de los trabajadores, no queda acaso erosionada,
pisoteada y despóticamente dolorida?. Por otro lado yo, no creo en absoluto,
que los borbones tengan dignidad, al menos lo que nosotros entendemos por ello;
una monarquía impuesta y más por un genocida como jefe de Estado, no puede
haber dignidad en ella, lo primero que tendría que haber hecho es abdicar para
que se hubiera restaurado la legalidad de la República, por derecho, y no jurar
los Principios del Movimiento Nazional del propio dictador. Deberían sentirse
avergonzados si eso significa algo para esta casta, tan falsamente campechana que
lleva la farsa en la frente. Viven como el emperador Carlos I; imponiendo,
desafiando, atemorizando, porque no hay mecanismos por los que ‘el soberano’,
que no reconoce superiores responda por sus actos si no es ante Dios mismo
¿Pero existe tal poderoso calibre como para que la monarquía absoluta y sus
allegados tiemblen del terror desatado entre Agirre y la cólera de Dios? Ante
“Dios”, y no ante el pueblo, es el mandato.
Mucho fuerza y
ánimo, querido Pablo, la campaña de apoyo se amplia vaya por delante la
avanzadilla, tu incondicional compañero de rap exiliado Valtònyc y el ya
histórico entrañable músico Lluís Llach, autor, compositor, de ese mundo
profundo y mágico más allá de las estrellas que sus obras nos lleva
comprometido y solidario, ambos han respondido solidarizándose y condenando tu
ingreso en prisión; la Plataforma Llibertat Pablo Hasél, va tomando cuerpo, la
encabeza Javier Bardem, Luis Tosar, Willy Toledo, Fermín Muguruza… Ejercer la
libertad de expresión` en el Estado español, nunca fue fácil; resulta evidente
que el poder oculto la intenta silenciar, silenciar a quienes están en
desacuerdo o son vistos simplemente como diferentes, lógica absolutista, que
comparten los gobiernos títeres mediáticos que nos van imponiendo “legalmente”.
Sigue habiendo presos políticos con decenas de años en las mazmorras; si hace
décadas que no existen organizaciones ilegales políticas de izquierda, cómo se
explica esto?. Los casos de los dos escritores turcos detenidos aquí, en el
verano de 2017, así como la censura ejercida sobre artistas y cantantes en todo
el Estado español que han expresado su apoyo a la independencia de Euskal
Herria, y Catalunya, criticando la actuación policial del 1 de octubre; muestra
la deriva represora igual que en vida del dictador contra la libertad de
expresión, lo muestran los nombres de Pep Gimeno, Cesk Freixas, La Insurgencia,
Valtonyc… Así como el secuestro judicial del libro Fariña del periodista Nacho
Carretero, las sentencias condenatorias que implican prisión para músicos por
las letras de sus canciones, o la retirada de la obra de Santiago Sierra sobre
presos políticos en la feria ARCO. Y es que la ley mordaza, con todas sus leyes
de la trampa están ahí, precisamente para reprimir cualquier atisbo de
expresión que cuestione su modus operandi de Estado fascista.
II
«El circo de la
alegría´´
(Artículo publicado
-A Pablo Hasél- en Kaos en la Red el 7-10-2011)
Era un pueblo
enclavado en medio de la meseta tórrida de Castilla. Tórrida en verano,
llegando a los 40º muchas de las veces a la sombra donde hasta los perros huyen
de ella; gélida en el largo y gris invierno que ni las ánimas de los muertos
salen a pasear. Nada que lo diferenciara de otros hermosos pueblos en cuanto a
cotidianidad del aborigen, ya lejano de una república luminosa que embulló en
fiestas a sus habitantes en una algarabía permanente, rodeados de una aureola
luminosa de camaradería, comunicación activa solidaria y camino por delante
para andar. Tiempo de aquel pueblo cargado de proyectos para sus habitantes, de
aquella luz donde las noches eran estrelladas y el alba era un despertar de
ilusiones, Ahora es gris en invierno y en verano, ni primaveras se reflejan
sobre él. La población fue cubierta en color ceniza por una capa gigante a
forma de tela de araña llena de agujeros sobre los que asoma el “orden” como
diciendo ¡no se mueva nadie, estamos vigilándote! La tristeza se apoderó del
brillo de los ojos de los aldeanos, se prohibieron los colores, y sólo se
vendían prendas de negro, hasta las toquillas de recién nacidos eran negras
como las de las abuelitas en el crudo invierno de la meseta. Entre estas
gentes, se encontraba el cura, con su larga sotana negra recordaba a los
cuervos que revolotean sobre la iglesia. El alcalde, con traje de “señorito”, al
igual que el médico, el juez y el tricornio de la Guardia Civil, todo de negro
como el enterrador, como los cuervos. La tristeza se reflejó en la cara de sus
habitantes durante décadas, aún se refleja, observa bien sus ojos. El alcalde
había decretado por orden jurisdiccional a través de un bando, la prohibición
de la risa, ni una muequita podía reflejarse en el rostro, ya que estaba
prohibida, ni escuela había! La última -contó una viejita- la incendiaron a
finales de 1939, con el maestro dentro cuando llegaron los “Nazionales”. En
éste pueblo, el médico atendía solo a los que le pagaban en dinero, o especias,
el cura también. El alcalde; apoyado por éstos se iba envalentonando más cada
día, se mostraba fanfarrón y presuntuoso ante el pueblo humillado y obligado a
la miseria cultural. Los alimentos se racionalizaron, no permitiendo un estado
de vida y salud en desarrollo acorde a sus jornadas de trabajo. Así fue como el
alcalde, empezó a decretar un sin fin de absurdas leyes, que el juez, se
encargaba de hacerlas cumplir, con la ayuda inquebrantable de la benemérita. Y
el pueblo se quedó sin tabernas ni mesones ni cantinas… El alcohol, estaba
prohibido también, excepto en las bodegas de la iglesia y de las autoridades
que estaban llenas de agujeros sobre los muros con cientos de botellas de las
mejores reservas. El café y otras sustancias de tipo exótico, también se
prohibieron por ser alucinógenos que podrían despertar conciencias y animar a
las pupilas a un lenguaje cuanto menos masón, por secreto; siempre peligroso
alentar las palabras sobre la danza de las mariposas.
Nadie podía cantar
en una tierra tan habituada por entonces al canto y las danzas, ni para bañarse
se podía, los espías se encontraban hasta en los sitios más recónditos de las
casas aunque el olor del rincón no fuera el más aconsejable; ni en la misa de los
domingos y fiestas de guardar había cantos ni para ensalzar a dios ni al
desconsolado San-Pedro que moqueaba de aburrimiento sobre el altar de la
iglesia. El baile estaba proscrito como los colores de la bandera y la palabra
República. Las fiestas desaparecieron, culpables de despertar júbilo en la
población civil muerta de hambre, ni las religiosas, en un principio estaban
permitidas; los bandos y decretos formaban montañas de prohibiciones. Los
colores, rojo y blanco, desaparecieron también, por decreto. El rojo por su
analogía política, hasta los campos de amapolas cuando la primavera
transformaba la naturaleza fueron quemados como las tierras entorno al caserón
de Juan de Padilla; destacado comunero toledano. El color de la sangre dijeron
que era “colorada”, y los tomates, también colorados, y coloradas como sandías
abiertas se ponían los cachetes de las jovencitas cuando algún mozo las miraba,
ya que sonreír no podían, pero manifestar el “rojo” sobre sus mejillas tampoco
¡¡Coloradas, coloradas, como pimentón de matanza, coloradas!! El blanco empezó
a popularizarse, a través de la sagrada ostia en los altares, como color de la
pureza. Todas las Vírgenes fueron santas, de puras que fueron, ni una manito
dejó marcada sobre ellas la huella de la impureza; el cura decía que la más de
las puras fue la Virgen María, madre de dios, la más casta de todas, decía el
cura. Se obligó a ir de negro también a las novias al altar cuando se casaban,
porque según el párroco eran impuras, al igual que las niñas cuando hacían la
primera comunión, ni dios, ni el cura, se fiaban de ninguna de ellas. Las
gallinas que nacían blancas las enjaulaban en una prisión para animales, y los
huevos blancos, estaban prohibidos a los pobres. De huevos y gallos rojos se
encargaron personalmente pelotones adiestrados de la Santa Benemérita guiados
por su patrona la Virgen del Pilar. La escuela había quedado hecha cenizas como
los huesos del maestro; la consideraban más que peligrosa, por su peligrosidad,
había de ser abolida. Dos opciones tuvieron los hombres y mujeres instruidos,
entre ellos los educandos: Morir entre rejas, en pelotón de fusilamiento, o
huir cuanto más fronteras por medio mejor (al loro con el gabacho).
Religiosos y
legionarios a caballo se impusieron como “educadores de la nueva sociedad”, en
la que las niñas, se quedaban en casa ayudando a sus madres en las tareas
propias de la mujer (barrer, cocinar, lavar, acarrear cubos de agua y cuidar de
los mas pequeños). Los niños, ayudando a sus padres en las tareas propias de los
hombres (trabajar fuera de casa y empezar a ser ¡hombres!), era importante. Ese
derecho de salir y entrar en la casa cuando les daba la gana, que sus hermanas
no tenían, les hizo sentir digamos que, “diferentes”, como el deseo entre
pierna y el humo de sus cigarrillos entorno a la cabeza como fronteras que les
distinguían entre “las niñas”, de su edad, y el hombre que se despertaba a
través de una educación militarizada que les alienaba y hacía olvidar sus
comienzos como “hombres” a través de jornadas de trabajo de doce horas diarias;
unas monedas en el bolsillo, a esa edad, les hizo sentir dueños! entre madres
viudas o abandonadas y ante hermanas en los ámbitos de miseria que rodeaba
barrios, pueblos, aldeas. Entre tanto, los hijos e hijas de los ricos sí iban a
la escuela, pero a una escuela que estaba en la ciudad, sólo para los pudientes
que pagaban religiosamente al clero, encargado de destacar su ejército de
domadores de la selva del Señor, a través de monjas, curas y frailes. Al
pueblo, se le impuso amanecer sobre el gris de fondo, no podía desviarse,
marcaron su rutina diaria, “tuvo que asumir como normal el color de las capas
de la justicia como porvenir y mostrar a los ojos de los demás la normalidad”
que regía sus días con sus obligaciones sociales y familiares.
Fue en ese
contexto, cuando hubo un aviso de alarma, a través del sargento de la Guardia
Civil ¡Peligro, un circo se acerca al pueblo!!! La alarma cundió el pánico en
segundos, hasta el cura hizo que tocaran las campanas de la iglesia en señal
¡¡Alarma, alarma!! Campanas que él mismo tenia secuestradas, al olvido, por ser
un instrumento musical que podía inducir a cantar o bailar. El alcalde reunió
en un santiamén a las fuerzas del “orden”, políticas y militares, o sea, al
juez, el cura, médico, veterinario, los tres caciques latifundistas y al
sargento de la Guardia Civil; la situación era de máxima gravedad ¡Había que
impedir que el circo llegara al pueblo, y menos que se instalara, era
subversión, apología, invasión!!! En pocos minutos, se decretó una partida
encabezada por el sargento benemérito, cuatro números más y el secretario del
ayuntamiento, todos armados hasta los dientes en busca del maldito circo
(demoníaco) en palabras del cura. En menos de media hora localizaron la
caravana polvorosa de los cómicos del arte, nómadas de la alegría por los
pueblos, como fertilizante de vida sobre un espectáculo experimental de gran
calidad. Atónito el elenco artístico, ante aquellos seis hombres fusil en mano
apuntándoles y cortándolos el paso, les miraron con recelo, con media sonrisa
de mueca -¿Serían actores también ellos?- (Cuando se oyó la voz de la autoridad
decir): ¡¡Alto, dónde van!! -dijo el sargento-.
Maité Campillo
(actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
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