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domingo, 6 de diciembre de 2020

¿DE QUÉ HABLO HOY? QUE NO SE ME OCURRE NADA

 

¿DE QUÉ HABLO HOY?

QUE NO SE ME OCURRE NADA

QUICOPURRIÑOS

Normalmente, cuando me siento a escribir, es porque en la tarde, o a lo largo del día, se me ocurrió algo, o alguien me sugirió una idea. Y me digo mientras camino rumbo a casa, al llegar lo desarrollo. Y entonces hablaré y escribiré de rollos de papel higiénicos o de pingüinos de la Antártida, o de los personajes que bajan por La Rambla, o del Paracetamol del moro, o del barbero de la calle Benavides, o de la “Una en Punto” o de tantas otras historias. De tantas otras cosas que he escrito en los últimos días.

         Pero hoy no se me ocurre nada.

Nada. Nada de  nada. Estoy en blanco. Mirando al techo y no se me ocurre nada. El techo está gris y le vendría bien una pinturita de blanco.

         Y claro, ¿cómo desarrollas un relato de la nada? cuando nada te llega. Porque las musas traicioneras se fueron de vacaciones o, excusa que me dieron al wasap que les mandé, están confinadas por  aquello del coronavirus. Mentirosas ellas que son etéreas.

         Yo pienso en los relatos. Parte de ellos surgen de mí, pero   pido la ayuda de esas musas volonas, las que deberían visitarme de noche, pues noctámbulas son y a las que les pedí cita previa. Esas que también inspiraban  e inspiran a Sabina y Serrat en sus canciones y en sus actuaciones, juntos o por separado. Esos músicos que adoro a distancia desde siempre y que reflexivamente, pausadamente, tranquilamente se sientan a escribir una y otra preciosa e inolvidable canción un día más, un día cualquiera, una noche cualquiera, para regalárnosla. Esa canción que nos brindan, como un buen vaso de vino tinto y que nos quedará en el alma, por siempre y para siempre. Qué grandes son y cuánto nos han acompañado, año a año, con su música entrañable, clavándonos eternamente en nuestros corazones sus notas musicales, esas que llevarás metidas siempre en tu interior, que te acompañarán, hoy y siempre. Son las que llevarás en la mochila con tus recuerdos.

         Pero hoy las musas se han olvidado de mí, sí andarán de vacaciones como decía Serrat y  me han dejado a dos velas y así no hay quien escriba, traidoras ellas que pasaron de este viejito que pasa de los sesenta y que ahora se ha metido a escribir, cuando ya no le queda ni medio pelo en la cabeza. Calvo, que te has quedado, calvo que me  vi el otro día al mirarme en el espejo.

         Pero, ¡hoy!  Hoy no se me ocurre nada.

 

                                               quicopurriños, 3 de diciembre de 2020

                                      


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