ACENTEJO. por José Rivero Vivas

 

ACENTEJO

Londres

Diciembre de 2008

José Rivero Vivas

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Del libro inédito:

LETRAS DE

REFERENCIA

CANARIA

Distintas Fechas

Obra: E.23 (a.112)

José Rivero Vivas

Febrero de 2019

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Tenerife

Islas Canarias

Octubre de 2020

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José Rivero Vivas

ACENTEJO

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De haber vivido en La Matanza, estoy seguro de que, en mis escritos, se hubiese intercalado la figura de alguno de aquellos luchadores anónimos que defendieron la independencia y libertad de su patria.

Así, al vivir en Anaga, algún buque fantasma -sin similitud con aquel al que Wagner pusiera música-, naufragado en aquellos acantilados, se ha perfilado en algún pasaje de La Magua, y aun en otras obras quizá.

Poco dado, sin embargo, a esgrimir animosidad contra mis semejantes, de natural comprensivo hacia el vencido, me inclinaría también hacia el vencedor de más tarde, cual Galdós hizo que Araceli, protagonista narrador de Trafalgar, se volviese a la Armada Inglesa, victoriosa a la sazón, comentando que ellos tendrían familia: padres, hermanos, hijos… De modo que, llegaría asimismo a considerar las inclemencias padecidas por el soldado español, producto tal vez de la leva, o del enlabio fabuloso, practicado en la planicie extremeña, si era este su origen, para venir a entregar su vida en las escarpaduras del barranco de Acentejo, culminando así una causa, saludada de gran mérito entonces, que en la actualidad nos parece injusta. Es acaso el error de juzgar hechos pasados sin atenernos a la perspectiva histórica que el decurso requiere.

Hoy, bien arropado, como el Cartel anuncia, vamos a presentar estos libros.

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LA MATANZA

 

Jueves, 7 de febrero de 2008, a las 7 de la tarde

 

JOSÉ RIVERO VIVAS

PRESENTA SUS NOVELAS

-El grito           -El vigilante             -La dimensión

-Márgara          -Rósula bella           -Sesgo

-Pálido adalid  -Olor próvido           -Casahueca

 

PUBLICADAS POR

EDICIONES IDEA

 

INTERVIENEN:

-Dª Carmen González Fajardo (Concejala de Cultura)

-D. Juan Roberto Felipe Francisco (Director del Colegio Atalaya)

-D. Ánghel Morales García (Escritor, Periodista, Editor)

-José Rivero Vivas (Autor)

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José Rivero Vivas

MENGUA

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Lo lamentable, en este oficio de emborronar cuartillas, es la dificultad que presenta la pluma, empuñada por el escritor que actúa al margen de las nuevas tecnologías. Él esgrime su instrumento, de enorme limitación en su fuente, al no permitir que la tinta llegue a rebasar el escaso grosor del trazo, lo cual hace que apenas se distinga lo escrito, imperceptible a ojos de quien empieza a notar su caducidad, traducido el mal en privación casi absoluta de su capacidad visual. Pero, dejemos que el tiempo siga adelante en su carrera imparable, hasta dar con los huesos sobre el banco de madera colocado delante de la puerta baja del parque, a su entrada, por el oeste.

Ahí mismo empezaremos a anotar cuantos parajes olvidados llenan nuestro acervo cultural, como recuerdo recién inaugurado, abierto al aire por la mojadura ocasional que caló su mente, con llanto deplorable, al volcar su agonía sobre ambos hemisferios de su cerebro, tras habernos empapado la cabeza con el chaparrón caído en la tarde del sábado final de mes.

Uno deambula insolvente, y, aterido, se lleva las manos al pecho, con esperanzas de oír latir su corazón, a ritmo acelerado, cual si tuviera prisa por cruzar este desierto espinoso, en el que mora aislado, aparte de todo ser viviente. La fiebre sube de grados y su cabeza es sacudida por el dolor agudo que padecen sus sienes. ¿Qué hacer? ¿Marchar a la caza de un animal salvaje, de filiación legendaria, en quien pueda desahogar su odio acendrado?

No se siente proclive a ello. Él es de condición pacífica y lo soliviantan los tiros, sean de escopeta, sean de cohetes lanzados sobre una población que duerme, agotada, a pesar de la amenaza que se cierne sobre su destino, propenso a holocausto, por motivo de la determinación absurda de quien se erige en salvador de valores eternos, que así se sostienen, con lo que resultan descalificados sin necesidad de pegar palos al aire, que más bien caen encima de las costillas de los desamparados.

Como quiera que este argumento se sale de propósito, trataremos de recoger velas y dejar que la barca entre en la ensenada sin alteración alguna del orden de navegación que establece la norma impuesta por la náutica. Así, pues, una vez apañados los bártulos, vuelve el hombre a casa, aun cuando haya fracasado en la pesca diaria.

Perseverar en este empeño de emborronar papeles, sentado frente a la ventana, habrá de ser conjura, juego infausto que haya de someter a quien así se realiza, pensando que su escrito será valorado mañana, tan pronto salga a la luz de la mano de un editor inteligente, dispuesto a dar a conocer la trama, algo díscola, de quien se preocupa por la situación adversa que sufren otros.

Pero, dejemos estar la queja de quien no cesa en su lamentación por cuanto sucede en torno. Piense cada cual que el mundo está lleno de momentos gratos, que deben de ser exaltados en las páginas que elabora el que se apropia del conocimiento y trata de verterlo a su manera, proporcionándole tinte espléndido de calidad suprema.

Sentarse cada mañana a contemplar el panorama que ofrece el día, es tristeza que anega el alma afligida, influida su sensibilidad por el color gris que presenta la vista, un tanto pesimista, de lluvia pertinaz, ráfagas de viento tormentoso y árboles que se desnudan, formando en el suelo una alfombra de hojas caídas, en un otoño que pone fin a la luz estival.

No hay, en absoluto, optimismo en su seno, por más que píe el ave desde que despunta el alba. No es ruiseñor ni es alondra, a pesar de su trino continuo, elevado al cielo, cual si buscara, más arriba de sí mismo, un lugar de ensueño, beatífico, en el que residir en paz, alejado de esta lucha insensata por rebasar las dificultades que presenta la subsistencia a quien carece de boyante hacienda. Otros, en cambio, moran satisfechos, ebrios sus pechos de éxito, estado que los sume en prolongado idilio, cual si el canario de monte incesante cantara.

Creo que esta divagación viene a propósito para la presentación de estos libros, publicados por iniciativa de Francisco Pomares, principal de Ediciones IDEA, con quien contactó Ánghel Morales, excelente promotor de estas y otras cosas. Es de estimar su cometido, pues, ambos asimismo escritores, con cuanta pugna el quehacer entraña, publican, sin recelo, obras de otros autores.

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El objeto principal de este evento es el de mostrar cada tomo, al tiempo de dar a conocer lo que bulle en su esencia, con miras a despertar interés en el público, y ampliar así el cuerpo de potenciales lectores. Hemos, no obstante, de comprender que, por tratarse de edición múltiple y plural, resultaría largo y complejo hablar de cada uno de ellos, y no es cuestión de salir del paso con dos renglones sobre tema de por sí delicado. Es, por lo tanto, preferible mantener su imagen sin revelar el secreto, que sin duda encierra cada obra, en espera de que el curioso decida abrir una y acierte a descubrir cuanto reserva el mundo conciso de sus páginas.

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José Rivero Vivas

Londres

Diciembre de 2008

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(Del libro inédito:

LETRAS DE

REFERENCIA

CANARIA

Distintas Fechas

Obra: E.23 (a.112)

José Rivero Vivas

Febrero de 2019)

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