LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN: DESINFORMAR NO ES DEMOCRÁTICO
ÁLVARO SOLER MARTÍNEZ
En la actualidad, la democracia occidental se presenta en plena crisis de legitimación, existen movimientos, discursos y un malestar general que representan un claro ambiente de crispación en todo occidente. Esto no quiere decir que se exijan más derechos o una democracia mejor, ya que encontramos el auge de movimientos de extrema derecha por toda la geografía Europea. No obstante, también está su contrapartida, movimientos ligados a la izquierda como el feminismo, el ecologismo y la lucha obrera que sí que buscan la mejora de la sociedad . En resumen, nos encontramos con un contexto social de crispación, donde la desigualdades que genera el capitalismo neoliberal van creando un caldo de cultivo perfecto para la reivindicación y sobretodo para el conflicto. De este modo, como bien es sabido, el capitalismo genera cada cierto tiempo crisis cíclicas. Cada vez que se produce una crisis se abre un campo de luchas de poder, donde tanto los discursos, como los movimientos sociales ponen en duda los relatos hegemónicos y a las propias instituciones que conforman el «status quo».
Asimismo, si nos
centramos en el acontecimiento actual que está enmarcando todas las portadas de
la agenda pública, encontramos un debate sobre la monarquía o la república. Así
pues, estos contextos de conflicto intensificados por una crisis sirven para
mostrar con más claridad las luchas de poder que se dan en el campo social, y
también son útiles para destapar la verdadera cara de las instituciones.
Un claro ejemplo en
España lo observamos en los medio de comunicación hegemónicos; Atresmedia,
Mediaset, TVE… Con el inicio de la crisis (antes de que se iniciara la
pandemia) (sí antes de que se iniciara ya estábamos en recesión), los medios
llevaban meses blanqueando al fascismo y atacando a la izquierda sin ningún
tipo de escrúpulo; mienten, manipulan, matizan, generan bulos y expanden su
opinión transversalmente de ideología neoliberal (con matices dependiendo del
medio) de manera masiva. Esto no es sorprendente, son grandes grupos corporativos
ligados a los poderes económicos de este país. No obstante, un contexto de
crisis (Covid) sumado a otro acontecimiento como (la corrupción de la
monarquía), revela de manera menos sutil la verdadera cara de estos aparatos
informativos.
Asimismo, desde que
se destapó la noticia del rey y su fuga de Alcatraz, los medios han iniciado
una gran campaña de blanqueamiento de la situación, y no solo los medios
televisivos, sino a través de todos los canales; radio, TV, prensa escrita…
Esto es un problema muy grave y sitúa a nuestro país en una situación
vulnerable. No vamos a negar que en los demás países europeos no ocurren cosas
similares (los medios de comunicación hegemónicos están totalmente
influenciados por el poder económico, al igual que todo tipo de institución de
su calibre e importancia, el poder del capital en el sistema neoliberal está
infiltrado en todas sus estructuras). No obstante, el caso español roza lo
esperpéntico, es altamente difícil obtener un discurso o relato realmente
objetivo de la mayoría de prensa española. Esta manera de actuar de los medios
hiere de muerte a nuestra democracia, la inhabilitan. Si los medios de un país,
los encargados de informar a una sociedad de manera objetiva e imparcial, es
decir, de aportar una información veraz de la realidad social, se dedican a
manipular hasta los temas más evidentes; como que Vox es un partido fascista, o
que el rey se ha fugado de España para eludir responsabilidades por sus
numerosos casos de corrupción (un rey también fascista e impuesto por Franco),
difícilmente la gente podrá tomar decisiones coherentes con facilidad, ya que
la realidad que se les presenta es ficticia, es un engaño, y va directamente
contra los intereses de la ciudadanía. Por otro lado, no estamos pidiendo que
cadenas como Antena 3 o Telecinco, claramente conservadoras, den mítines sobre
Marxismo, no, lo único que exigimos es honradez, y si un jefe de estado se ha
exiliado a causa de sus numerosos casos de corrupción perpetuados durante su
mandato, se diga, sin manipulaciones ni tapujos. La falta de veracidad
informativa es un gran problema si queremos avanzar como democracia, los medios
de comunicación deberán avanzar juntamente a nosotros, y sino, deberemos exigir
que cambien y que dejen de actuar como panfletos publicitarios en noticias que
se asemejan mucho a las peores décadas del siglo XX.
El propósito de los
medios de comunicación de masas no es tanto informar de lo que sucede, sino más
bien dar forma a la opinión pública de acuerdo a las agendas del poder corporativo
dominante.
Noam Chomsky
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