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viernes, 12 de junio de 2020

TODO ERA MENTIRA


TODO ERA MENTIRA
JM AIZPURUA
“El pleno de la Sala de lo Civil del alto tribunal español ha establecido en una sentencia que haber nacido en el Sáhara Occidental antes de 1975 no da derecho a obtener la nacionalidad española de origen, pues no se puede considerar que fuera territorio nacional durante la etapa en la que fue administrado desde Madrid”.

Todo era mentira; España, sus regiones, aquellos moros y negros que se sentaban en Las Cortes en las mismas poltronas que hoy, los libros de geografía, las enseñanzas de maestros y jesuitas, el D.N.I., TODO; era mentira.  El “territorio nacional” no era territorio nacional. No sigan con sus ruidos, caceroleros de los 500 años.
¿Y cuál es el territorio nacional?
Desde que los reyes castellanos se remangaron y arrebataron los territorios moros a los vecinos de ocho siglos de arraigo; ya nada fue “nacional”, tan solo colonial y tres siglos después el suflé se fue desintegrando por los ultramares, naciendo preciosos Estados que tras Bolibar enseñaron el camino.

Hoy quedan los rescoldos Ceuta y Melilla, y el gran sacrificado, Canarias, como muestras de una falsa nacionalidad, igual que la que Marchena y los suyos han negado al Sahara.
Pero ¿Y Euzkadi, Galicia y Cataluña; son nacionales? ¿De qué nación, de la Castellana?
No finjan más y acepten que hay un gran problema territorial nunca resuelto, y que el Estado siglo XXI, necesita algo más que papeles constitucionales y Marchenas, necesita el reconocimiento democrático de su Plurinacionalidad, y el consenso constituyente de los que libremente quieran unirse a un proyecto aún por determinar. Agur Borbón.`
Fue mentira ayer y sigue siendo mentira hoy: España no ha existido como nación, ha sido la finca de la casta, que con métodos genocidas han ido construyendo, mal y neciamente, “territorio” con unos administradores que perdían los territorios, pero ganaban sus botines.
Este es un gran momento histórico, con Cataluña en puertas de su independencia, para ofrecer una nueva imagen de Estado moderno para el siglo XXI, sin pretensión de continuidad.
Podríamos empezar por una República, Social y Plurinacional, en la que libremente se incluirían las naciones Castellana, Catalana, Vasco-Navarra y Gallega. ¿Federadas o confederadas?; vaya usted a saber. ¿Y Revilla? Ese si será un problema, pero quizás con un tren lo arreglen.
Nuestra Canarias, si son bravos y vuelan solos como Estado Libre Asociado, el mundo estará a sus pies, pero si siguen arrugados, murmurando sus miserias, seguirán con una menos en todo.
En esta etapa, caparon a vascos y catalanes en sus industrias, a beneficio alemán, y camareros todos fuimos por la senda de la Constitución. 2020 y ya las grietas hacen temer por el edificio, ficticio como siempre, y ya en manos de vampiros de poco nivel incapaces de reflotar el barco.
Los señoritos de la casta ya tienen sus valores a salvo, pero la ciudadanía ya no tiene futuro. Le queda el recurso de alzar su voz y exigir que, de una vez por todas, se aplique la verdad, y nuestros nietos no tengan que decir: TODO ERA MENTIRA.



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