VÍTORES POR UN
LUCHADOR DE
LA OPINIÓN PÚBLICA
JUAN GARCÍA FALCÓN
(*)13-9-94
Hoy les escribo sobre Víctor
Ramírez, un hombre que consume su vida, al margen de otras actividades, en el
ejercicio de su buena pluma literaria y en clamar a los cuatro vientos las
desgracias que sufre su maltratada Patria Canaria.
Del mundo literario recibe las
mayores satisfacciones, puesto que el fruto de su larga contribución a la obra
viva de la narrativa canaria actual lo recoge hoy como el evidente reconocimiento
social que se le otorga a su labor, aunque éste no se ha convertido en una
actividad rentable económicamente que le haya permitido llenar sus bolsillos,
sino que por el contrario cada nueva publicación le supone desperrarse casi por
completo.
La vida política, por demás,
escarnio de muchos, constituye para Víctor la cruz y el calvario de su vida
presente. Rebotado de la actividad sindical y política de la extrema izquierda
local, se ha atrincherado en los últimos años en sus publicaciones regulares del
DIARIO DE LAS PALMAS, para desde allí abordar muchos temas con sus críticas y
argumentos en favor de una Canarias independiente del Estado español.
Pero su lucha actual se parece
a la de un lobo solitario, quien, teniéndose que valer por sí mismo, ataque
tras ataque va quemando sus fuerzas, corriendo muchos riesgos y eludiendo
quedar ante todos como si de un anacoreta predicando en el desierto se tratase.
La mayoría de los creadores de
opinión, periodistas e intelectuales, hacen caso omiso de sus opiniones y
pretenden la indiferencia como actitud de desprecio ante lo que Víctor expone.
Ni le aplauden ni le critican; el silencio como respuesta es una vieja y
comodona táctica que libera a estos hombres de la responsabilidad de tener que
saltar al terrero y bregar con aquellas ideas.
Esta sana lucha ideológica
sería una buena medicina para vitalizar nuestra precaria vida política e
ideológica si se dejasen de lado las prepotencias y los trascendentalismos que
a más de un mantiene levitando a tres cuartas del suelo.
Su lucha tiene al menos dos
utilidades: de un lado, animar el debate y la confrontación ideológica en
nuestra tierra, y de otro lado alimentar la conciencia de los muchos canarios
que han hecho del antigodismo una de las válvulas de escape de las muchas
frustraciones que arrastran los isleños.
Sus ideas puede que nos
resulten incorrectas, pero no le podemos negar sus contribuciones al debate; y
su estilo personal puede que nos disguste, pero no le podemos negar la calidad
y el duro trabajo que están detrás de sus artículos.
Víctor Ramírez, juntoa otros
pocos intelectuales, constituyen el equipo de luchadores ideológicos que bregan
en la opinión pública canaria, un grupo de hombres que con mejor o peor acierto
dan vida a la lucha ideológica en la prensa escrita de Canarias.
Cuando se anda tan escaso de
luchadores que tengan el coraje y se esfuercen por saltar al terreno de la
lucha ideológica regional, no se debería ignorar los desafíos de Víctor Ramírez
o simplemente etiquetarlos con mil y un adjetivos para esconderse tras ello
cierta cobardía, que adonde único conduce es al debilitamiento progresivo de
nuestra fuerzas como nación, como un movimiento ideológico que trata desde
diversos ángulos los problemas nacionales canarios y que con el esfuerzo de sus
hombres construyen pluralmente las señas de identidad de nuestros pueblo.
------------
Miembro del Grupo de Opinión
Marxista
No hay comentarios:
Publicar un comentario