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lunes, 25 de mayo de 2020

CACEROLITA AZUL


CACEROLITA AZUL
JM AIZPURUA
A Caperucita Roja le salió una contrincante: Cacerolita Azul. Esta, no va a casa de su abuelita si no a cargarse la Libertad y la Democracia, por que realmente es el lobo feroz, pero ya un poco viejuno, sin dientes y gritando libertad para ver si engaña a alguno de esos que llegaron tarde al reparto de cerebros.

Por que 1978, es un punto final del Imperialismo español, del franquismo fascista, y de la lucha cainita y maniquea, para dar una oportunidad a un nuevo Estado en el que todos los votantes tuvieran la posibilidad de manifestar sus preferencias. Naturalmente Don Blas Piñar cacerolista destacado, se opuso a esto pues, libertad, era la suya y la de los demás: libertinaje.
Y vuelve la burra al trigo; pero no con la valentía y claridad de Don Blas, o Tejero, si no escondidos en la bandera constitucional, que no es la suya, pues su rojigualda concepción no corta con el Imperio, la esclavitud, la monarquía clasista, el genocidio americano, la toma de Canarias y tantos y tantos abusos que en nombre de esa inexistente España se cometieron en contra de los DDHH y la Libertad de Pueblos y Personas. No surge de 1978 y el espíritu de la Transición, si no del espíritu de Regresión, del imperialismo fascista.

Buscan un hilo conductor desde la Católica hasta ¿Letizia? Y yo he visto recientemente en un museo de Cuba como se exhibían galeones castellanos con la bandera ¡constitucional! Hay muchos conspiradores implicados en el falseo de la Historia.
No es algo preocupante, aunque si molesto, pero sus posibilidades de involución son mínimas en cuanto sus intenciones y posiciones sean desenmascaradas. Los que se enfrentan a ellos por las calles a bofetadas son sus aliados pues les conducen a la violencia, lugar en donde son fuertes y preparados como el capitán Smith que hace prácticas de tiro. Su objetivo, sería una nueva Perejil, donde rendir a los progres e imponer sus creencias en Una Grande y Libre (suya).
Si el toro en la plaza se sentara tranquilo: se terminó la tauromaquia.
No olvidemos que el intento de 1978 era por la democracia, y en ella, los fatxas tienen todo su derecho igual que los demás y si les va la cacerola, que la toquen. No hay problema.
Nuestro problema está en que el orfeón de ministros no ha dado la talla, y las cacerolas sobrevuelan con el apoyo de Míster X, por consiguiente. Las ilusiones de “la izquierda” si es que existe, se pusieron en este Gobierno de Coalición, que iba a realizar maravillas empezando por eliminar la Ley Mordaza y la Reforma Laboral.
En realidad, ha permitido a los uniformados Ley Mordaza en ristre, avasallar a muchos ciudadanos que con sus razones incumplían el confinamiento, pero las razones del uniformado de turno se convertían en Ley. A mí, en un bajón de glucosa y sentado en un pretil; me hicieron “circular” los expertos en confinamiento. Y circulando pase junto al pajarraco de Franco en la avenida: ¿No es demencial?
A mi la Cacerolita Azul, me la trae floja: ya la irán conociendo. Pero me asusta la incapacidad del Gobierno para marcar la ruta progresista que la sociedad necesita y les permitió. Si no logran acuerdos del PP sigan solos, pero no se plieguen a las directrices de la casta, que ni con la Cacerolita Azul tienen votos suficientes para la involución.
En Tenerife sin la Ley Mordaza ni la estatua del pajarraco de Franco; estaríamos más tranquilos. Al final, como con la tumba: tendrán que quitarla.




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