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miércoles, 22 de abril de 2020

‘LA AUTORIDAD’ JAQUE MATE AL PUEBLO


‘LA AUTORIDAD’ JAQUE MATE AL PUEBLO
POR MAITÉ CAMPILLO
He aquí la trama forjada en derroteros contra la savia, la llama prendida, el latido de un pueblo, el brote de la conciencia contra el pensamiento único. La autoridad es el atributo que otorga a una persona, cargo u oficio el derecho para dar órdenes, es la cualidad que propicia que una orden se cumpla, al margen de la razón de los hechos. La autoridad es pues “la autoridad”. En China, durante miles de años los antiguos, creyeron en muchos dioses y diosas así como en dragones mágicos y fantasmas que a sus antepasados velaban y protegerían siempre que oraran de manera correcta, o sea que la puerta de entrada de la casa mirara hacia el sur si querían una vida feliz ahuyentando fantasmas y supersticiones, haciendo de su vida, adoración y culto absoluto; tres grandes religiones -o filosofías- dieron forma a muchas ideas e historia de la antigua China, taoísmo, confucianismo y budismo en un derroche de festivales para honrarlos hasta una fiesta de cumpleaños anual para fantasmas, se trataba de honrarlos y recordarlos sin faltar jamás a la cita, no fueran a cabrearse, por lo que honrar a sus dioses formó parte del pan de arroz de los días fríos y calientes en luna llena o menguante hubiera o no para comer en mesa, reflejando el dicho, “a dios rogando y con el mazo dando”. Por lo que la pregunta tras varios siglos de distancia sería, ¿qué hemos avanzado en cuanto a religión y en cuanto a penas se refiere, guerras y pandemias, con respecto a “la autoridad”?



Desde entonces las cruces se han multiplicado por millones en el mundo y las religiones por miles. En Latinoamérica desde el detestable reinado de Isabel la católica, cuando llegaron al continente lo primero que implantaron fue una gran cruz de madera, o sea un un palito cruzado sobre otro, imponiendo “la autoridad”. Los indígenas han cargado la cruz por siglos junto con la biblia, la peste, sífilis, hambre y miseria por doquier además de esclavitud, superstición y usurpación de vienes invadiendo el continente, minando y diezmando el contenido. Españoles, ingleses, franceses, portugueses y demás caníbales europeos se llevaron el oro, la plata y cuanto encontraron de valor y, el ladrón inmortalizado en Colón, quedó como héroe y descubridor de un continente “perdido en la nada”, incivilizado y sin biblia. Otro tanto ha estado haciendo toda la Europa podrida, en Asia, en África, durante siglos a través de “la autoridad”, reyes, delincuentes piratas, políticos colonialistas, leyes judiciales, y sobre todo la iglesia católica perseguidora y esclavista, es de las que más daño ha hecho a los pueblos originarios para tenerlos sometidos. En todos los golpes de estado aparece bendiciendo generales del crimen y sus armás, condenando a los pueblos y a sus líderes directos. La ambición de la iglesia encuadra históricamente al clero del lado de los crímenes de historia más horrendos desde su existencia creada como opio de pueblo hasta llegar al poder absoluto impuesto.

Dicha autoridad supone por un lado, mandar, y por el otro ser obedecido, cuya imposición por las armás da forma a jueces y leyes, quienes las ejecutan en su gran mayoría son mercenarios a servicio del poder del dinero, merced a la autoridad de las armas, capitalismo e imperialismo. En este sentido la autoridad se asocia al poder del Estado, que como tal, se rige por leyes y normas según las cuales está dotado de poder para ejercer “la autoridad” sobre la ciudadanía indefensa. De ahí que autoridad, sea también sinónimo de potestad, facultad y legitimidad para mandar u ordenar. Lógicamente la autoridad moral, es otra cosa, digamos que la del razonamiento, y esta se la pasan por la entrepierna. Como sabemos la autoridad moral se denomina a aquella que se impone mediante la coherencia, que un individuo muestre entre sus palabras, sus valores y sus acciones, la autoridad moral pues, surge de nuestras acciones, de la forma en que mostramos a los demás la manera en que nos conducimos, tomamos decisiones y actuamos -“de ahí que se considere”- que la verdadera fuerza de la autoridad se encuentre en la autoridad moral. El general golpista y su ejercito fascista se sublevaron contra la II República, gracias a sus sobrados conocimientos en moralidad cristiana, lo que en síntesis viene a decir, ¿quién cuyons eres tú…? No puedes razonar con las fuerzas policiales, militares o judiciales, lo muestran sus “botones” ¡Señor agente está abusando de su poder! (El agente) ¡Yo hago lo que me sale de los cuyons ¿lo has entendido, te quedó claro?. Ante tal evidencia agüita, uffff, se puso bonito ¡Corre, corre que te pilla!!!

Conclusión la autoridad moral no sirve para nada, busca otra estrategia, ya tu sabes, no sea que “la autoridad” te deje el cuerpo caliente y con receta de varios miles de euros, aunque su pelota de goma te saque un ojo, en el mejor de los casos. Con los jueces pasa exactamente lo mismo. La única diferencia es que el juez no te deja caliente, te deja frío como laboratorio Mengele, ya que como se te ocurra razonar, puagggg, como se te ocurra razonaaarrr, te envía directamente a las mazmorras por varios años o psiquiatría por inadaptado y contestatario ahí es na la autoridad ¿Y la libertad de expresión… dices?, venga ya, ni se te ocurra discutirle pecho a pecho que aparecen invisibles por todas las esquinas!!! Las víctimas pueden ser niños, mujeres o ancianos, ejerce contra los trabajadores, estudiantes revoltosos y contra la cultura que despierte al dormido. Que un hombre pegue, maltrate a una mujer está penado, está MAL, muy mal visto por la sociedad, y puede ir a la cárcel. Pero si lo hace “la autoridad”, la mujer se queda con la paliza, con sanción y a veces con cárcel, por intentar defenderse. Todavía no he visto a ningún fiscal o juez actuar penalmente contra policías que han dado verdaderas palizas en la vía pública a mujeres, algunas de ellas, incluso menores de edad (No hace mucho pudimos ver una niña aterrorizada contra una pared golpeada por varios policías). Y es que, ufffff, ya tu sabes como es “la autoridad”, te puede dejar con cualquier tipo de discapacidad y hasta te puede matar por el simple hecho de pedir libertad en la calle. Recuerda, cuando la autoridad es rebasada tiene la potestad, o el privilegio, de utilizar armas de fuego toma pimm pamm pumm, hasta puede lanzar tiros al aire, y dejarte frito sin que los poderes del Estado actúen contra él, será premiado con alguna medalla, seguro, o ascenso, por su encomiable valor. Y es que todos los burgueses son unos burgueses. Todos los burgueses, son así. El Estado burgués-capitalista premia nunca castiga a los que le sirven. A veces muchas veces “la autoridad” no está muy ducha en leyes, y a falta de luces, tiran por el argumento de sus badajos, ahí se acabó la autoridad moral, y es que contra tremendos atributos no sirven los aplausos sino el ala delta en distancia preventiva contra la pandemia.

Ahora que las sombras ahogan la situación creada sobre el hoy y el ahora marcado por el confinamiento, se impone el silencio y resignación a la voz y sus colmillos, a excepción de los aplausos cayendo sobre el polvo de “la autoridad como pétalos de semana santa sobre sus héroes”. Han aparecido multitud de autoridades por las calles algunas de ellas con tanquetas y fusiles, hasta el impuesto por “la autoridad”, Rey y su Constitución que define como de “todos los españoles” se ha presentado vestido de “bonito”, perdón, de militar (equivoqué el betún con el atún, perkatu!). Pero no, estos no salen, para matar el virus a cañonazos ni limpiar estaciones o calles: salen para que tu no salgas por si se te ocurre protestar, ya que como en época de la dictadura, dos personas ya son tumulto ¡DISUÉLVANSE COÑO! Dicen los militares chiiipppsss, ni rechistar, todos quietecitos en casa que las fuerzas armadas “velan por el estado de bienestar de los españoles” ¿a qué “españoles” se refieren? (Traducido del idioma de Isabel la católica, que nada de romántica tenía y sí de inquisidora, viene a decir que ni dios se mueva). Y las calles invadidas, mucha, mucha policía, policías estatales, policías autonómicos, policías guardias civiles, policías municipales, policías y militares, policías invisibles y hasta elementos que se siente policías de protección civil hacen labores de amedrentamiento contra las estrellas hasta en luna llena. Mucha, mucha policía, más policía, nuevas policías, todo tipo de policías de bata blanca, como reporteros y hasta deportistas a lo Billy el Niño, y voluntaria, mucha, mucha policía sin número ni chapa ni estrella saca el instinto interno patriótico entre balconadas, ladran a los viandantes no uniformados por salir a la calle, personas que vienen o van a trabajar. Obliga, “la autoridad”, aterrizar del ala delta sobre la situación y recordar a todo aquél que tenga conciencia además de corazón, de cuando el levantamiento militar y de como muchas personas fueron obligadas y estimuladas, hasta recompensadas, por denunciar a sus vecinos incluso familiares, por envidia, rencor, odio, miedo a dios y temor a “la autoridad”. El mismo García Lorca fue denunciado en Granada, por un primo suyo, el poeta y dramaturgo como miles de personas acabaron fusiladas, desaparecidas, o pudriéndose de hambre y miseria, de todo tipo, vejación y tortura en la cárcel.

Y ES QUE… much@s llevan “la autoridád” dentro del cuerpo como un virus mutante incurable en efecto pandemia que no cesa de estimular sobre La lengua de las mariposas (donde José Luis Cuerda muestra las decenas de futuras autoridades al acecho del ‘rojo’). La reconversión en pandemia sobre la económica avanza drásticamente sobre gastos desangrados, sobre las transformaciones sociales y humanas nos tiene aislados, ¿cómo es posible? Maniatados, vigilados como experimento social, desmovilizados. Los hay que aplauden y hasta cantan “Resistiré como progres” ¿progres de qué… del mal agüero? Ya no solo la clase trabajadora va a perder millones de puestos de trabajo, sus viviendas y la precariedad de poder sobrevivir con y tras la pandemia ¿seguiremos permitiendo este permanente estado de excepción? Vigilados por miles de ojos entrenados en plena pandemia, que no dejaran que nadie se mueva entre viviendas, muchos de ellos, durante las huelgas de los sanitarios votaban y siguen votando a los que destruyeron la sanidad. La pregunta a hacernos sería, ¿qué es lo que ha cambiado entre la “España de la Transición” y la Argentina de los vuelos de la muerte?.

Lo archivos secretos revelan que Juan Carlos, padre del hoy rey vestido de militar preventivo contra la pandemia, junto con los grandes banqueros de la oligarquía talla Botín, y funcionarios del gobierno falangista y requeté de Adolfo Suárez, firmaron acuerdos millonarios con el más que sangriento régimen criminal argentino de Videla, acuerdos que dieron vía abierta a las escalofriantes tácticas de exterminio. En mayo de 1976, cuando aún no se habían cumplido ‘dos meses’ del golpe de Estado en Argentina, los cuerpos policiales que aterrorizaban a la población ya habían gastado un 70% de su presupuesto anual y aún quedaba mucha gente por asesinar (los archivos en poder del periódico Público demuestran que el rey Juan Carlos, fue el encargado de facilitar los acuerdos entre la ‘España de la Transición y la Argentina de los vuelos de la muerte’, el que aseguró que la argentina de Videla, tendría la mejor acogida y disposición de banqueros españoles ya que según el nombrado a dedo por el tirano <> aunque el pueblo se muriera no solo de hambre y emigración, de tiros, de penas de muerte, de cientos de años de condena. Y, de las palabras a los hechos… Emilio Botín (el archimafioso banquero) para facilitar más el control el` Banco Exterior de España se comprometía a establecer “una línea especial de crédito” y, la prensa hizo público el apoyo de Botín a la encarnizada dictadura, que logró reunir lo más corrupto del sector público y privado en la nómina de invitados incluida la Junta Militar <> Presentes en el encuentro 64 elementos de la recién estrenada democracia pos-franquista.

Pocas semanas después al pacto financiero con el gobierno de Suárez, los sicarios de Videla, secuestraron y torturaron a un joven gallego junto a otros muchachos que vivía en Buenos Aires: (Urbano López Fernández de 28 años, que en breve sería padre por segunda vez), el 31 de diciembre de 1976. Urbano, era fusilado junto a los otros cuatro jóvenes torturados. Ninguno pudo celebrar el nuevo año gracias al apoyo incondicional que sostenía el crimen desde la “Transición” en manos del otro gran asesino. El franquismo seguía más que vivo, a sus anchas, en este contexto decidieron hacer de las cárceles un recinto de exterminio de los revolucionarios matando, mutilando, enloqueciendo a todos y todas que luchaban, hacerl@s perder sus hijos, sus recursos morales y mentales para la militancia política: si no los podemos matar los enloqueceremos` les pareció la táctica más adecuada para una victoria completa. Idearon una fina y meticulosa ingeniería de manipulación psicológica destinada a desarticular a l@s más rebeldes ¿A qué aspiramos pues, a un cuerpo desgarrado, maltratado, seco en contenido, aplaudir a qué, a quién, con qué nombre, quién lo dice… “la autoridad”?. La economía planificada tiempo que no existe, la Comunidad Económica Europea, ha muerto o debería. Maldigo el libre mercado del expolio, del retraso y atraso, desigualdad y pobreza, al capitalismo, sus profetas, su OTAN y su imperio, a todos los maldigo! El poeta chileno Pablo Neruda deja escrito en 1973 <>. Mariposa roja atrapa el sueño, la mala sombra se va, se va, se va… vuela alto en ala delta preventiva, hasta apenas un suspiro llamaron a sus alas, terroristas, el pueblo de los suyos, luchador@s, que nunca dejaron de luchar.



Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)

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