TSUNAMI VÍRICO
J.
C.ACINAS
LA PESTE. “Ha habido
en el
mundo
tantas pestes como guerras y sin embargo, pestes y guerras cogen a las gentes siempre desprevenidas… Cuando
estalla una guerra las
gentes se dicen: ‘Esto no puede durar, es demasiado estúpido’. Y sin duda una guerra
es evidentemente demasiado estúpida, pero eso no impide que dure. La estupidez insiste siempre, uno se daría cuenta de ello si uno no pensara siempre en sí mismo ” (Albert Camus).
¿REVERSIBLE? “Cuando hay un accidente de coche, lo primero es salvar vidas. Pero lo
segundo, ver por qué ha sucedido. La emergencia es ya crónica: crisis económica, terrorismo... se
hace difícil recordar
un momento de
normalidad
del sistema.
El próximo golpe, será cuando aceptemos que el
planeta se está muriendo,
eso sucederá en los
próximos
50
años y apagará todas las otras emergencias” (Alessandro Barrico).
LECCIÓN DE HUMILDAD. No somos más que polvo
cósmico en una diáspora azarosa
donde el
heliocentrismo y el
evolucionismo han demostrado que nunca hemos sido el
centro
ni la medida de nada. Sin embargo, “entronizados en la hipertecnología,
olvidamos cuán frágiles somos, ¡y que la naturaleza manda! ¿El coronavirus? Lección de humildad” (Odile Rodríguez de la Fuente).
EL DESASTRE PERFECTO. “Las industrias
privadas se benefician directamente de la crisis a gran escala para impulsar
políticas que sistemáticamente profundizan la desigualdad, enriquecen a las élites y debilitan a todos los demás. En momentos de
crisis, la gente tiende a centrarse en las emergencias diarias de sobrevivir a esa crisis, sea cual sea, y tiende a confiar demasiado en los que están en el poder así como al
“sálvese quien pueda”. Sin embargo, vemos en tiempo real
que
estamos mucho más interconectados unos con otros de lo que nuestro brutal
sistema económico nos hace
creer.
Así que ten
en cuenta
eso y, en
lugar de acaparar y
pensar cómo puedes
cuidarte a ti mismo y a tu familia, ten presente cómo puedes hacer un cambio y pensar cómo compartir con tus vecinos y ayudar
a las personas que son más vulnerables”
(Naomi Klein).
MIEDO. “El miedo hace que
la gente busque seguridad al precio de ver cómo su libertad muta y se hace más asistida. La pandemia fortalece,
sobre todo, a las corporaciones tecnológicas y a la economía de plataformas. Nuestro
confinamiento se
está traduciendo
en una sobrestimulación de las redes y en un uso indiscriminado y sin
límites de aplicaciones
y
contenidos. Estamos liberando un tsunami de datos que desborda lo imaginable y eso fortalece aún más a las
corporaciones, que hasta el
momento no han tenido ni un gesto solidario con la sociedad. El
valor agregado de
nuestros datos y de nuestros consumos digitales,
en una situación límite como la que vivimos, es una fuente de riqueza incalculable que se nutre de la huella digital
que
estamos ofreciendo
llevados por
la
necesidad de liberarnos de la angustia que provoca la enfermedad y la ansiedad que provoca nuestro aislamiento” (José María Lasalle).
COOPERACIÓN. “No estamos ante un contagio sino
en medio de una sociedad
contagiosa, que es algo
distinto… Lo único
que
nos puede salvar es el conocimiento
compartido y la cooperación” (Daniel Innerarity).
OTROS “DESAJUSTES”
• Tiramos anualmente 1.300 millones de toneladas de comida. Una cuarta parte de la
comida desperdiciada acabaría con el hambre en el mundo.
• En la tienda Primark de Swansea (País de Gales) dos jóvenes británicas (por separado y sin conocerse) encontraron los mensajes “obligadas a
trabajar horas agotadoras” y
“condiciones degradantes de explotación” cosidos con las otras etiquetas habituales en un vestido y una blusa.
• Hugo Boss, la marca de ropa alemana,
se querella contra pequeñas empresas para
que
cambien su nombre (si es parecido al suyo). Hasta si
se trata de una cervecería
artesanal como Boss Brewing. Los gastos por
semejantes pleitos (unos 20.000 euros) pueden hundir a esos pequeñas
negocios.
Ante
lo cual y en protesta, el cómico británico Joe Lycett
se
ha cambiado legalmente su nombre por el de Hugo Boss.
• Niño bajo la lluvia en Sierra Leona. En el año 2015 la esperanza de vida en ese país era de 47,5 años. En 2016, los niños tenían 30 veces más probabilidades de morir antes
de
cumplir 5 años
que
en Gran Bretaña.
Foto: Simon Akam.
• En el años 2050, si se mantiene la tendencia actual, necesitaremos tres planetas
Tierra para satisfacer nuestro consumo de recursos naturales.
• “Estamos atrapados en la dinámica perversa de una civilización que si no
crece no
funciona, y si crece destruye las
bases
naturales que
la hacen posible”
(Última
llamada).
• El curso de la historia se parece a un viaje en el que volamos sobre la espalda de un
águila, llamada “Progreso”. Un viaje donde,
con el fin de alcanzar
nuestro destino, le
damos de comer trozos de nuestro propio cuerpo para alimentarla y que continúe sin
detener su vuelo.
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