EL COMISIONISTA EMÉRITO JUAN CARLOS I
ALEX CORRONS
Una pequeña
recopilación de las fechorías de Juan Carlos I. Una comisioncita por cada
barril de petróleo, tráfico de armas, privatización del sector energético,
zancadillas a las renovables, puertas giratorias... un cóctel explosivo que
puede resultar la mayor de las tramas corruptas que han sostenido y sostienen
este régimen controlado por el oligopolio. En los grandes medios de
comunicación no se hacen eco de toda esta trama, porque como sabemos, las
empresas beneficiarias de todos estos trapicheos son las dueñas de esos medios.
Creo que con estos artículos y declaraciones recopiladas cada cual puede sacar
sus propias conclusiones, la mia la tengo clara: SON LA MAFIA GLOBAL
CAPITALISTA.
Antes de comenzar
debemos recordar que España importa petróleo por valor de 66.000 millones de
euros cada año, hay una infraestructura de energías renovables infrautilizada
deliberadamente y se le ponen zancadillas constantes a otras fuentes de energía
que reducirían considerablemente la factura de importación de petróleo.
El catedrático
Centeno amplía su denuncia: el rey Juan Carlos se llevaba “1 ó 2 dólares por
barril de petróleo”
El catedrático de
Economía, Roberto Centeno, amplió este jueves en los micrófonos de Radio 3W su
denuncia contra el rey Juan Carlos, su “querida” amiga Corinna y su testaferro,
Manuel Prado y Colón de Carvajal, al afirmar que el monarca y su “valido”
cobraron una comisión de entre “uno o dos dólares” por barril de petróleo que
compraba el erario público de España en los países árabes. Centeno hizo
cálculos de cuanto se llevaba el rey Juan Carlos, información que él conocía
porque era precisamente el encargado de pagar los suministros por su
responsabilidad en CAMPSA. Debido a la “intermediación” de Manuel Prado y Colón
de Carvajal, por encargo de Juan Carlos, España pagaba el petróleo más caro, ya
que ambos se llevaban una comisión:
“La cifra no la
recuerdo exactamente, pero había un sobrecoste. Es decir, entre comprarlo
directamente, que estábamos hablando de treinta y tantos dólares de aquellos
años (si le ponemos la inflación ahora no sé cuánto saldría, desde luego el
doble o el triple)… Pero, en fin, había comisiones que podían oscilar entre 1 y
2 dólares por barril y eso es una barbaridad por la cantidad de barriles de
petróleo que caben en un superpetrolero. Un petrolero de 200.000 toneladas
lleva entre 1.400.000 ó 1.600.000 barriles. Entonces estamos hablando de que un
petrolero le puede producir en aquel momento un beneficio de 2 millones de
dólares del año 1979. Eso son palabras mayores”.
Roberto Centeno,
entonces consejero delegado de CAMPSA, tenía un mandato expreso del Consejo de
Ministros: conseguir petróleo al precio más barato posible debido a la carencia
española de suministros energéticos, con el consiguiente riesgo de desabastecimiento
y colapso. Y recurre por ello al embajador en Kuwait, Fernando Schwartz:
“Él me dice: “Oye,
Roberto, sé que estáis en esta situación y yo tengo una relación excelente con
la familia Al-Sabah. Esta familia era entonces y lo es ahora la familia del
emir de Kuwait, la reinante. Y yo le dije: “Mira Fernando, no me toques las
narices porque yo estoy harto de recibir ofertas que son un puro camelo, así
que no me hagas coger una avión, irme a Frankfurt, coger otro avión a Kuwait y
tirarme diez horas de vuelo para que luego no…”.
“Que no, que yo te
juro, te prometo…” que tal y que cual. Total, que cogí y me fui. Y,
efectivamente, Fernando, que era un tipo serio, realmente tenía unas relaciones
muy buenas con la familia Al-Sabah y con los directivos de la KPC, la Kuwait
Petroleum Company, que es la que tiene el monopolio porque el petróleo está
nacionalizado, pertenece al Estado. Y naturalmente está regida por un miembro
de la familia Al-Sabah. Gracias, pues, al gran oficio de Fernando Schwartz,
consigo un cargamento de 150.000 toneladas, al cual le iban a seguir otros a
precio de mercado, sin comisiones”.
La operación de
compraventa estaba hecha hasta que se mezcló en ella un siniestro personaje que
venía de la Casa Real española. Con el tiempo llegaría incluso a pisar la
cárcel por corrupción y sus procedimientos judiciales se amontonaban en los
juzgados. Por eso Centeno le pregunta al ministro de Hacienda, Francisco
Fernández Ordóñez, quien es esa persona que impide una transacción petrolífera
del Estado para encarecerla con sus comisiones ilegales:
“¿Quién coño es
Manolo Prado? Entonces [Fernández Ordóñez] se me queda mirando con profundo
asombro y me dice: “Pero Roberto, no me fastidies. ¿Que tú no sabes quién es
Manolo Prado?”. Y le dije: “Te juro por mis muertos que yo no sé quién ese
Manolo Prado“. Y me dice Paco Fernández Ordóñez: “¡Pero tú eres un pardillo!
Sabrás mucho de petróleo pero no tienes ni idea de cómo funciona este país“.
“Pues explícamelo tú”. Y respondió: “Manolo Prado es la persona que tiene… no
me dijo el monopolio pero vamos… La única persona que tiene derecho a comprar
petróleo en Arabia Saudita y los Emiratos“
Centeno se quedó
perplejo delante del ministro: “Paco, según lo que tú me estás contando, por
razones que ignoro, hay un señor que tiene reservado ese chiringuito. Explícame
entonces dónde voy a buscar yo el petróleo que España necesita. ¿Se lo pido al
ayatola Jomeini, por ejemplo? ¿Tú qué crees que pasaría si me fuera a Teherán y
le pidiera que me diera un barco de crudo?” Porque además los ayatolas habían
cesado totalmente las exportaciones para llevar el mercado a donde lo llevaron.
Y Fernández Ordóñez respondió: “Eso me lo tenías que haber dicho”. Y,
obviamente, la operación se frustró y Manuel Prado y Colón de Carvajal fue
quien la llevó a cabo. Pero más onerosa para el erario público, por supuesto.
"Manuel Prado,
el amigo del rey, organizó la conspiración del 23-F"
"El jefe de la
CIA en España me advirtió 24 horas antes de que se tramaba algo"
En vísperas del
23-F, Manuel Pastor, entonces miembro de la Comisión Internacional del PSOE,
mantuvo contactos con el embajador de EE UU en España, Terence Todman, y con un
alto consejero, Allen Smith, destacado agente de la CIA. Smith advirtió a
Pastor 24 horas antes del golpe de que se estaba tramando "algo" con
la anuencia del rey y del partido socialista y que el muñidor era Manuel Prado
y Colón de Carvajal, diplomático, amigo y administrador privado del monarca,
años después condenado por el "caso Torras".
ISABEL BUGALLAL
–¿Manuel Prado y Colón de Carvajal, el amigo del rey, tuvo relación con el
23-F?
–Yo escribí un
artículo al hilo del libro de Jesús Palacios [El 23-F. El Rey y su secreto], en
el que profundiza todavía más después del anterior [El golpe del Cesid].
Palacios, aunque lo menciona, no llega a perfilar el papel de Manuel Prado y
Colón de Carvajal. Yo había conocido al entonces embajador de EE UU en España,
Terence Todman en Santander y nos hicimos bastante amigos. Luego quedamos en
vernos pero él no tenía mucho tiempo y delegó en un alto consejero de la
embajada, Allen Smith, que resultó ser el jefe de la CIA. Lo sorprendieron
controlando las conversaciones telefónicas del rey y fue el primer agente de la
CIA expulsado de España.
–¿Smith estaba en
el ajo?
–El historiador
Palacios cree que sí. Yo, por la conversación que tuve 24 horas antes del
asalto al Congreso de los Diputados, creo que no. Yo era miembro de la Comisión
Internacional del PSOE. En aquella época, el PSOE no tenía aprecio alguno por
EE UU, pero yo sí, había estudiado allí con el historiador Stanley Payne y
tenía muy buena relación con la embajada, por eso Allen Smith me frecuentaba y
me invitaba a comer o a tomar una copa de vez en cuando.
–¿Para sacarle
información?
–En ese momento, el
asunto era la postura del PSOE ante la OTAN, los americanos querían saber si el
partido se oponía o no a la entrada de España. Y en esto ocurrió la llamada
operación De Gaulle. Veinticuatro horas antes, Smith me llama con mucha
urgencia y me dice que se está tramando una operación –nunca dijo golpe de
Estado– con el consentimiento del rey y que el organizador es Manuel Prado y
Colón de Carvajal, que podría ocupar la cartera de Defensa en un gobierno de
concentración. Me pregunta qué sé yo de eso, puesto que también tenía el
consentimiento del PSOE, y yo le dije que no tenía ni idea. Se lo consulté
incluso a Tierno Galván y él estaba completamente in albis: “No haga usted caso
de esos rumores”, me dijo.
–Se hablaba de un
gobierno de concentración.
–Sí, pero no con
una operación golpista por medio. Se hablaba de una gran coalición de gobierno
como se habla ahora de un gobierno de concentración y de suspender las
autonomías: lo dice nada menos que en la revista de Alfonso Guerra [Temas].
–Volvamos a Prado,
¿cuál fue su papel en realidad?
–Palacios no sabe
muy bien e insinúa que podía ser el enlace de Zarzuela con el general Armada.
Hasta ahora, ningún libro sobre el 23-F menciona a Prado. La primera vez que lo
vi citado fue en el libro de conversaciones con el rey de José Luis de
Villalonga. Al propio don Juan Carlos se le escapa que aquella noche estaba su
amigo Prado en el palacio de la Zarzuela. También lo destacó Ricardo de la
Cierva, pero todos los demás libros lo ignoran.
–¿Qué papel le
atribuye usted?
–El que me dijo
Allen Smith, que tenía muy buena información porque entonces el rey no hacía
nada sin consultar a la embajada de EE UU. Yo creo que Manuel Prado, u otra
persona, informó a EE UU de la intención de hacer un gobierno de concentración.
–Un gobierno de
concentración en el que estarían todos los partidos, de Alianza Popular al
Partido Comunista.
–Al único que no
mencionó Smith en ese gobierno fue a Manuel Fraga, y no me cuadra que el
historiador Palacios lo sitúe como ministro de Defensa, puesto que, según
Smith, sería Prado. Yo sospecho que dudaron si estaba bien visto o no poner al
frente de esa cartera a un amigo personal del rey y a última hora lo
sustituyeron por Fraga, y así se integraba también a AP.
–¿Y qué le dijo
Smith del papel del rey?
–Me dijo que el rey
aceptaba esa iniciativa, pero no mencionó a Armada.
–”A mí, dádmelo
hecho”, fue la frase del rey, según Palacios.
–Sí. Era una
operación constitucional, un gobierno de concentración que era legítimo. Nadie
sabía que iba a haber un asalto al Congreso, Smith no me dijo nada de eso.
–De quien no hay
duda es del papel de Fernández Campo.
–Sabino fue el que
se dio cuenta de que si Armada iba a la Zarzuela comprometería al rey, y se lo
impidió. En principio, se vio a Armada como un mal razonable [como presidente
del gobierno de salvación] para evitar un golpe militar. Seguía un dictamen que
habían encargado al bufete de Carlos Ollero y que se inspiraba en el modelo de
De Gaulle de 1958.
–¿Sigue habiendo
incógnitas?
–Luis María Anson
reconoce que todo lo que Palacios cuenta es cierto pero que solo ha contado el
70%; que él sabe el resto y que algún día a lo mejor lo cuenta.
–Siempre
enigmático.
–Pero si él ya ha
contado muchas cosas, incluso lo del dictamen de Ollero. Mi única aportación es
lo que me dijo un día antes del asalto al Congreso Smith: que todo lo había
organizado Manuel Prado y Colón de Carvajal. La paradoja es que Tejero
desmanteló toda la operación al impedir que entrara Armada.
–Francisco Laína,
director de la Seguridad del Estado entonces, lamenta que se sigan escribiendo
novelas sobre el 23-F.
–Yo me fío de Jesús
Palacios, sospecho que tiene información directa de Armada. Es el mejor
informado y prueba de ello es que ganó el juicio a los dirigentes del Cesid que
lo denunciaron por su otro libro. El libro de Palacios ha sido avalado por
Stanley Payne, que es el historiador americano más fiable de la historia
contemporánea española. Me fío 100% de él, es un hombre de confianza de EE UU e
ilustra a todos los candidatos a embajadores en Madrid.
Sabes quiénes son
los culpables. ¡Páralos! Borja Prado Eulate
Introducción:
¿Quién fue su padre?
Pertenece a una de las familias más importantes de la
burguesía madrileña, por lo que es imposible hablar de Borja Prado sin esbozar
la historia de su familia, en la línea hereditaria de Cristóbal Colón. Su
padre, Manuel Prado de Colón de Carvajal, fue diplomático, senador
yadministrador privado de las finanzas del Rey Juan Carlos I, además del mejor
amigo del monarca.
Este personaje, que
luchó como voluntario franquista en la Guerra Civil, es conocido principalmente
por los casos Wardbase y Pincinco (caso KIO), hazañas cometidas en el marco de
la I Guerra del Golfo y de las que se habría embolsado unos 108 millones de
euros del Grupo Torras, la filial española de la Kuwait Investment Office
(KIO). Esto habría sido posible gracias a Javier de la Rosa, presidente del
Grupo y también amigo del Rey, quien aseguró que proporcionó el dinero al
administrador de Juan Carlos para que se lo entregara al monarca en concepto de
favores políticos con las dictaduras árabes. Así, Prado se salvó de la Corte
Comercial Londinense tras implicar involuntariamente al Rey, quien pudo ser
escuchado en conversaciones telefónicas con personalidades del emirato en unas
cintas que aparecieron, casualmente, en el despacho de Javier de la Rosa, quien
no dudó en aportarlas como pruebas que justificasen la evaporación del dinero
de Kuwait.
Sin embargo, tras
años de dilaciones, la Sala de la Penal de la Audiencia Nacional (y tras ella
el Tribunal Supremo) condenaron a Javier de la Rosa y a Borja Prado por delitos
de apropiación indebida y falsedad documental. Pese a que las penas fueron
ridículas, no excediendo los cinco años para Javier de la Rosa ni el año para Borja Prado, éste sólo
pasó unos meses en la cárcel tras conseguir el indulto por “motivos de salud”.
Pese a que fuera
juzgado y condenado por otros escándalos, como el caso Tibidabo, el
“agradecimiento” de la monarquía a Manuel Prado le llevó a recibir varios
títulos como el de senador, fue reconocido con las Grandes Cruces al Mérito
Aeronáutico y al Mérito Naval, presidió Adena-España y fue fundador de la
Fundación contra la Drogadicción (FAD), que ahora preside la Reina Sofía.
Asimismo, merece ser destacado su papel como comisario del Rey en la charla que
mantuvo con Caucescu para persuadir a Santiago Carrillo del papel protagónico
de la Monarquía en los Pactos de la Moncloa.
Pese a que su
residencia estaba en Suiza, fue nombrado por designación real embajador at
large, con un pasaporte diplomático con más libertad de movimiento y protección
oficial para que pudiera realizar actividades en nombre del monarca. Redactó
cartas con el membrete Real para pedir dinero con fines políticos, como por
ejemplo “salvar la democracia” pagando la campaña electoral de UCD. Así,
durante los años de gobierno de este partido, fue nombrado presidente de Iberia
(quePrado intentó rebautizar como Reales Líneas Aéreas Españolas) levantando
sospechas de que se podía estar aprovechando del control de carga y descarga de
los aviones.
Pero también con el
PSOE consiguió entablar buenas relaciones políticas, tras tiras y aflojas con
algunos dirigentes, sobre todo cuando entró en contacto con Enrique Sarasola,
un gran amigo de Felipe González, con el que llegaría a compartir sede para sus
empresas. A través de estos contactos logró recibir varias licencias para obras
en terceros países, a menudo financiado con fondos públicos a través de los
créditos FAD (Fondos de Ayuda al Desarrollo).
Y tras esta
necesaria introducción que nos sitúa en las formas en que Borja Prado comenzó
su imperio, heredando la riqueza de su padre, podemos hablar del actual
Presidente de Endesa.
Nacido en Madrid en
1956, casado y con tres hijos, estudió Derecho en la Universidad Autónoma de
Madrid, y se inició en el mundo de los negocios a finales de los 70 en la
sociedad de Fomento de comercio Exterior (Focoex). Más adelante funda una
consultora de carácter económico, y en 1999 alcanza la presidencia del Banco
Lazard, para posteriormente entrar en el Consejo de Administración de
Telecinco, tras ser elegido por la Mediaset, empresa en manos de Berlusconi. Es
presidente de Mediobanca en España y consejero de Unedisa (El Mundo, Expansión
y Marca).
Gran amigo de
Florentino Pérez, desde su condición de ejecutivo de Mediobanca asesora a la
empresa ACS propiedad de Florentino para la toma de control de Iberdrola, es
decir, su principal competidora como presidente de Endesa. Pese a que esta
situación pueda parecer inmoral y conlleve un conflicto de interés, lo cierto
es que no es ilegal. Además, no sólo Florentino Pérez escliente de Mediobanca,
sino también empresas como Sacyr Vallehermoso, a la que salvó de la quiebra con
la venta de Itinere, y la familia Entrecanales, a la que hizo aún más
millonaria con lacompraventa de Endesa por parte de Acciona, participación
vendida después a Enel, la eléctrica italiana cuyo banco de cabecera es, por
supuesto, Mediobanca.
En un caso similar,
Endesa encargó la venta de la red de transmisión que unen las islas con la
península a través de Mediobanca. Con esta operación, que rondaría entre los
700 y los 1.000 millones de euros, los bancos asesores –Mediobanca y Santander-
ganarían nada menos que 10 millones de euros en comisiones. Pero no acaba aquí,
ya que otra operación, la que se refiere a las líneas de alta tensión,
garantizaría un mínimo de 20 millones de euros para el banco presidido por
Borja Prado en función de comisiones.
Siguiendo la estela
de su padre, Borja Prado sigue muy cerca de la monarquía, como bien refleja el
hecho de que sea socio de la guardería en propiedad de la Infanta Elena situada
en el barrio de El Viso. Por si fuera poco, al igual que Manuel Prado lo fuera
de Juan Carlos I, en sus ratos libres actúa como asesor financiero del Príncipe
Felipe, con el que le une una gran amistad. No sorprende, pues, que además
forme parte del patronato de la Fundación Príncipe de Asturias.
Aprovechando los contactos
heredados de la residencia en Suiza de su padre, fue consultor en España de la
Union des Banques Suisses (UBS), que es uno de los bancos suizos más grandes y
rentables, regido por la ley del secreto. Fuera de esto, nadie sabe el número
de sociedades más o menos fantasma que maneja.
También los
negocios armamentísticos de Borja Prado son consecuencia de los primeros pasos
de su padre, quien estuvo al frente de Alkantara Iberian Export, una empresa
mixta mercantil que posteriormente se reconvirtió en empresa de armamento, y en
la que el propio Borja trabajó en una de sus filiales, Triad International.
Pero fue de nuevo con un gobierno del PSOE cuando la empresa Simulación, Mando
y Control S.A., con capital de Mario Conde y Borja Prado a través de la empresa
BTA International, hizo un buen negocio a costa de la venta de tecnología para
la defensa, y programas informáticos aplicables a aviones de combate y barcos
de guerra.
En otro orden de
cosas, debemos señalar la actual subida del precio de la luz un 9,8% pactada
entre el gobierno de Zapatero y las grandes empresas eléctricas. Si para el
Coordinador General de Izquierda Unida, Cayo Lara, “hay gato encerrado” y “poca
transparencia” en esta medida para favorecer a las empresas del sector motivado
por la reunión de los 37 empresarios de nuestra lista de culpables, muchos
apuntan a que puede existir un acuerdo no escrito. Así, las eléctricas
retirarían sus recursos al llamado “decreto del carbón” a cambio de que el
gobierno decretase la subida y otras ventajas fiscales.
Pero las relaciones
políticas de ninguna empresa pueden centrarse en sólo uno de los partidos del
poder. Así, este año supimos que José María Aznar firmó un contrato con Endesa
como asesor para América Latina por lo que recibiría una cifra cercana a los
200.000 euros. Es precisamente en este continente, según el Observatorio de
Multinacionales en América Latina (OMAL), donde Endesa juega un papel bastante
poco ético, como es el caso del proyecto de una línea de trasmisión que
pretende atravesar Chile pasando por encima de al menos seis parques nacionales
y ocho sectores indígenas.
Endesa obtuvo un
beneficio neto de 2.722 millones de euros en los nueve primeros meses de 2010.
No son modelos a
seguir. Son modelos a combatir. Contra la acumulación del capital, por el
reparto de la riqueza.
Sabes quiénes son
los culpables. ¡Páralos!
Borja Prado Eulate
- Wikipedia
Biografía
Nacido en Madrid en
el año 1956, Borja Prado Eulate cursó estudios de Derecho en la Universidad
Autónoma de Madrid. Posteriormente, en EE.UU. decidió ampliar su formación en
Relaciones Internacionales y Comercio Exterior en la Universidad de Nueva York
y, a continuación, en la firma Philip Brothers.
Trayectoria
profesional
Vicepresidente de
Enersis (2013-2015); Presidente de Mediobanca para Iberia y Latinoamérica
(2007-2014); Consejero de Endesa y Endesa Chile (2007-2009); Vicepresidente de
Lazard Asesores Financieros, S.A. (1999 y 2007); Consejero de Rothschild España
(1995-1999); Vicepresidente de UBS en España (1989-1994); Presidente de Almagro
Asesoramiento e Inversiones, S.A.; y Fomento de Comercio Exterior (Focoex)
desde 1980 hasta 1988.
Ocupación actual
En la actualidad y
desde hace más de 7 años, es Presidente de Endesa S.A., Chairman of Global
Coverage de Mediobanca. Miembro del Grupo Español de la Comisión Trilateral y
Presidente de la Fundación Endesa. Así mismo, pertenece a otros Consejos de
Administración, como son el de Mediaset España Comunicación, S.A. y el de Enel
Iberoamérica, S.R.L. Recientemente ha sido nombrado presidente del Club Español
de la Energía, Enerclub.
"Un rey, golpe
a golpe". Cap. 14. 2. Manuel Prado, el amiguísimo
Pero ninguno de
todos estos personajes llega al nivel de amistad que Manuel Prado y Colón de
Carvajal tiene con el monarca. Descendiente directo de Cristóbal Colón, Manuel
Prado es manco y tiene 7 años más que Juan Carlos, características todas que le
han rodeado de una cierta aura de leyenda a los ojos del rey. Se conocieron por
primera vez cuando su madre, muy monárquica, le llevaba a ver al príncipe
durante la primera estancia suya en España, en aquellos "besamanos"
que los fieles a la Corona le organizaban en la finca de Las Jarrillas. Pero no
hicieron amistad hasta unos cuántos años más tarde, cuando en 1961 el duque de
Calabria, Carlos de Borbón y Dos Sicilias, un día lo llevó a cenar con su primo
Juan Carlos al Nuevo Club.
La velada se
prolongó hasta la madrugada y allí nació una amistad indestructible entre los
dos. Pero son mucho más que amigos. Prado se define a sí mismo como
"intendente general de don Juan Carlos I", o "administrador de
los dineros privados de Su Majestad". Pese a que tiene su residencia
establecida en Lausana (Suiza), fue nombrado por designación real embajador at
large, es decir, sin embajada en ningún país, pero con un pasaporte diplomático
que le permite viajar con más libertad de movimiento y más protección oficial,
para que pueda realizar gestiones en el extranjero en nombre del monarca. Su
gran amistad con el rey se ha extendido prácticamente a todos los miembros de
la familia real. Con la reina tiene relación a través de la Fundación de Ayuda
contra la Droga, que ella preside y con la que él colabora. Precisamente en
esta actividad, en una reunión del Patronato, en 1992 conoció a Mario Conde,
con quien después hizo negocios en el asunto del Castillo de los Gracianos. Por
otro lado, su hijo Borja es amigo de Jaime de Marichalar y de la infanta Elena,
que visitó varias veces su finca El Toñanejo, próxima a Medina Sidonia,
propiedad de la ex-mujer de Prado, Paloma Eulate, y que fue donde se celebró la
boda de Borja.
El hijo, como su
padre, se dedica en cuerpo y alma al mundo de los negocios de alto nivel. Fue
consultor en España de la Union des Banques Suisses (UBS), que es uno de los
bancos suizos más grandes y rentables, regido por la ley del secreto. Fuera de
esto, nadie sabe el número de sociedades más o menos fantasma que maneja. Como
hombre de negocios, nadie ha podido distinguir nunca lo que Manolo Prado hace
en nombre propio y lo que hace como administrador del rey, excepto en los casos
en que sus asuntos se complicaron hasta llegar a los tribunales. Entonces,
oficialmente, siempre es cosa suya y el monarca queda al margen. Entre las
múltiples y variadas actividades que Prado lleva a cabo, actúa como asesor de
empresas, a las cuales facilita los trámites legales necesarios para funcionar
en España. Henry Ford II, presidente de la multinacional norteamericana del
mismo nombre, en marzo de 1974 recibió una afectuosa carta del que entonces era
príncipe de España, en la que recomendaba encarecidamente a su amigo Manuel
Prado como la persona adecuada para necesidades de esta clase. El empresario
norteamericano en aquel momento estaba preparando su viaje al Estado español
para colocar en Almussafes (València) la primera piedra de la factoría de Ford.
Juan Carlos de Borbón se despedía dejando constancia de que una respuesta
positiva sería adecuadamente valorada en un futuro próximo. También actúa como
una especie de secretario personal de Juan Carlos para asuntos económicos,
puesto que redacta cartas con el sello de la Casa Real para pedir dinero a
entidades financieras o gobiernos extranjeros, según los casos, con varios
fines. Pidió dinero, por ejemplo, para salvar a la democracia ayudando a
financiar las campañas electorales de la UCD (como cuando solicitó dinero a
Arabia Saudí, en 1977), para que pudieran utilizar las bases españolas en sus
operaciones militares (como el caso de Kuwait en la guerra del Golfo), etc. De
estos asuntos, estaba enterado sólo en parte el resto del personal de la Casa
que más de una vez se sorprendió, sobre todo en los tiempos en que Fernando
Almansa era un recién llegado, al recibir lo que parecían respuestas a cartas
que no constaban en el registro de salida. Almansa se dirigía al mismo monarca
para aclarar la aparente confusión: "Señor, ha llegado una carta del Rey
de Arabia Saudí diciendo que en contestación a la carta de mi hermano de fecha
tal... ¿Sabe a qué carta alude?" "Sí, sí, no te preocupes, ésa la
escribió Manolo Prado".
A menudo, además,
ha ocupado cargos públicos. Con los gobiernos de Adolfo Suárez, por ejemplo,
Prado fue presidente de Iberia, cosa que suscitó especulaciones sobre el hecho
de que se podría estar aprovechando de la capacidad de carga y circulación de
los aviones por todo el mundo. No se probó nada. De esta época es el origen de
la corona que lucen los aviones de Iberia, que Prado intentó rebautizar como
Reales Líneas Aéreas Españolas. También fue presidente del Instituto de
Cooperación Iberoamericana (IC1). De este cargo lo destituyó José Pedro Pérez
Horca, ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de Calvo Sotelo, en 1982, a
causa de unas declaraciones que hizo al semanario Tiempo, en las que criticaba
la política exterior gubernamental. El ministro meditó lo que suponía cesar a
un amigo del rey, pero no tuvo otra opción para seguir siendo respetado. Pero
enseguida llegó al poder el PSOE y Prado volvió a ocupar cargos importantes.
Fue comisario de la Expo 92, consejero de la Sociedad Estatal V Centenario en
representación del Ayuntamiento de Sevilla, y también trabajó como impulsor del
proyecto Cartuja 93, un parque temático de ocio, creado a partir de los restos
de la Expo de Sevilla. En un principio, con el PSOE tuvo sus pros y sus contras
en un proceso de tira y afloja que hizo fracasar algunos de sus proyectos
inmobiliarios, como el del Hotel Los Bordales, a causa de intereses enfrentados
con algunos líderes socialistas. Pero las cosas se fueron arreglando poco a
poco, sobre todo cuando entró en contacto con Enrique Sarasola, que es para
Felipe González algo parecido a lo que Prado es para el rey. Los últimos años
las empresas de Sarasola compartían sede con las de Prado, en el número 31 del
Paseo de la Castellana, en el edificio Pirámide.
En 1995, sus
hombres de confianza (Álvaro Álvarez por parte de Sarasola, y Jesús Sainz por
parte de Prado) estaban juntos en el consejo de administración de Hilo, una
empresa ubicada en Barcelona que se dedica a actividades inmobiliarias y de
asesoramiento y promoción. En el complejo entramado de empresas de Prado, la
principal es la sociedad instrumental suiza Trebol SA. A su vez, esta firma
participa en la sociedad española Trebol Internacional, con domicilio en
Madrid, en la que Prado está rodeado de importantes socios (entre otros, el
príncipe georgiano Tchokotua y el rey Simeón de Bulgaria). En la filial
sevillana de ésta, Trebolquivir, constituida en 1987, Prado tiene como hombre
fuerte a Arturo Moya, ex-diputado de la UCD por Granada; el secretario es Jesús
Bores, amigo personal de Felipe González y de su cuñado, Francisco Palomino. A
través de estas empresas, Prado consigue contratas para obras en terceros
países, a menudo financiadas con créditos FAD (Fondos de Ayuda al Desarrollo).
En 1989, por ejemplo, consiguió la contrata para construir un hospital en Yemen
del Sur por 25 millones de dólares, y un crédito FAD para llevar a cabo el
proyecto, negociado con Germán Calvillo y Gloria Barba (esposa del entonces
ministro Carlos Solchaga), en aquel momento responsables de la empresa pública
Focoex. Y a veces combina esta actividad con la antigua de asesor a terceros.
En 1991, por citar un caso, fue contratado por la empresa pública Indra (a través
de Atlas Internacional, que forma parte del grupo Trebol), para ofrecer
servicios como consultor y promotor de un contrato con Venezuela para obras
aeroportuarias, que eran de adjudicación directa. Indra y Atlas Internacional
pactaron una comisión del 3%, cosa que suponía casi 1.000 millones de pesetas.
Prado consiguió para Indra que el Consejo de Ministros del 22 de diciembre de
1993 aprobara la concesión de un crédito FAD de 10.000 millones para modernizar
todos los aeropuertos de Venezuela. Después la cosa salió mal, porque en
Venezuela hubo elecciones y con el cambio de poder se acabaron las
adjudicaciones a dedo. Otra de las facetas de Prado es dedicarse a los negocios
inmobiliarios, aunque en este ámbito las cosas no siempre le han salido bien. En
orden a la especulación inmobiliaria de la Expo 92, se metió en negocios
ruinosos, como el de las parcelas de Expovillas SA, que acabó implicando a De
la Rosa, y al complejo turístico de Castillo de los Gracianos de Jerez (en el
que, además de De la Rosa, también involucró a Mario Conde).
Al contrario de lo
que pasó con otros amigos, colaboradores, asesores financieros o como se los
quiera denominar, como Javier de la Rosa o Mario Conde, la relación del rey con
Manolo Prado es intocable, como si hubieran firmado alguna clase de pacto de
sangre capaz de superar todos los malos momentos; que no han faltado. El más
grave, hasta ahora, ha sido el de KIO. Pero cuando las cosas se ponen realmente
graves, Prado acostumbra a ponerse muy enfermo. Coincidiendo con la fase
judicial del escándalo "'Tibidabo", en el que el amigo del rey estuvo
imputado en una expansión del problema iniciado con KIO, a mediados de mayo de
1999, la enfermedad pasó por uno de sus episodios más violentos en la Clínica de
la Luz de Madrid. Casi se le dio por muerto, pero revivió como lo hacía el ave
Fènix de entre las cenizas, superó una tromboflebitis y se le implantaron dos
válvulas coronarias. Tras pasar unos días de recuperación en el Hotel
Villamagna, donde reside habitualmente cuando está en Madrid, el 28 de mayo
volvió a Sevilla.
Negocios oscuros
Con Manuel Prado, o
con otros personas, Juan Carles se ha visto involucrado a lo largo de sus 25
años de reinado en varios negocios dudosos, aunque quienes figuraban
oficialmente en los papeles siempre eran sus "amigos". Se ha movido
en diferentes sectores, a los que conviene pasar revista por separado.
PETRÓLEO
Una de las primeras
formas conocidas que Juan Carlos de Borbón utilizó para ir ganando un pequeño
capital personal fueron las comisiones del petróleo. Todavía en tiempo de
Franco, hubo una crisis petrolífera que afectó a España de manera importante.
Entonces Barrera de Irimo, que era ministro de Economía, se le ocurrió ir a ver
al príncipe y pedirle que hiciera de intermediario con el príncipe Fahd, de
Arabia Saudí, uno de los productores de crudo más importantes, para conseguir
una rápida remesa de petróleo. Juan Carlos envió a un emisario y la respuesta
fue inmediata: "Decida mi hermano el príncipe don Juan Carlos, que le enviaremos
todo el petróleo que España necesite". A cambio de estos servicios de
mediación, el príncipe cobraba una comisión, cosa que a todo el mundo le
parecía muy normal. El mismo Juan Carlos ha explicado que su habilidad para
tratar con los árabes se debe a que los sabe comprender mejor que nadie:
"Sólo los que sabían tomárselo con paciencia llegaban a veces a hacer el
negocio de su vida", dijo una vez. Probablemente el emisario real fue en
aquella ocasión el mismo Manuel Prado (aunque no lo hemos podido confirmar),
puesto que habitualmente era él quien se encargaba de esta clase de asuntos.
Alfredo Pardo, director de flota de CEPSA, lo pudo comprobar cuando tuvo que
suspender un viaje a Kuwait que tenía programado para firmar un contrato
multimillionario de compra de petróleo al emirato, que le dejaría un beneficio
abundante de dos centavos por barril en concepto de regalía para el comprador.
Cuando ya estaba a punto de irse, le avisaron para decirle que no fuera, que la
firma del contrato sería a cargo de don Manuel Prado y Colón de Carvajal, cosa
que le sorprendió. Y coincide que el entonces emir de Kuwait, el jeque Zayed,
de Abu Zabi, era como Fahd, un gran amigo del rey. "¡Un personaje
extraordinario!”, solía decir de él Juan Carlos. Supuestamente, a finales de
los setenta el Gobierno de Suárez había adoptado un acuerdo para que un
porcentaje pequeño de las transacciones comerciales petrolíferas realizadas por
España con otras monarquías del mundo se desviara hacia el patrimonio privado
de los Borbones. Estas transacciones comerciales estaban gestionadas por Manuel
Prado y Colón de Carvajal.
A principios de los
ochenta, e incluso más tarde, continuaban saliendo a la luz escándalos sobre
los dineros que el rey debía a otros monarcas por el pago de comisiones a
intermediarios para conseguir aquellas transacciones (compra de petróleo) en
condiciones muy ventajosas para España. Aparte de las comisiones por el
petróleo, que muchos justifican como perfectamente razonables e incluso
legales, no se sabe si el rey Juan Carlos tiene otros negocios en el sector,
aunque hay indicios de que sí. Como amigo de los países árabes, ha actuado en
calidad de mediador político para ayudar a resolver los problemas del Oriente
Medio. Y también sirvió de mediador en otros conflictos particulares, por los
que estuvo mucho más interesado de lo que se podría esperar.
Podríamos citar
como ejemplo el caso del Itzarra. El petrolero Itzarra (con tripulación
española, aunque con bandera de conveniencia panameña) fue detenido por las
autoridades nigerianas el 19 de junio de 1984, cuando pretendía llegar a las
aguas internacionales, tras cargar ilegalmente en Nigeria una partida de
gasoil. Las autoridades retuvieron dos meses a toda la tripulación, pero
después se contentaron con procesar y condenar a muerte al capitán Luis Peciña,
por contrabando de gasoil. La detención se produjo en un contexto en que el
contrabando de crudo estaba costando al país africano más de 500 millones al
día, a la vez que producía una escasez acuciante en el mercado interior de los
productos derivados, a pesar de ser uno de los máximos productores del mundo.
Los contrabandistas compraban gasoil subvencionado para la pesca en Nigeria a
mitad de precio, y lo llevaban a Canarias, donde se llegaban a mover más de 30.000
toneladas anuales. Al parecer, los armadores griegos habían sido los primeros
en introducirse en este peculiar negocio, con la compañía naviera Lavinia.
Pero tras el golpe
de Estado de diciembre de 1983, el nuevo Gobierno militar presidido por
Muhammad Buhari había centrado sus esfuerzos en poner fin a la corrupción, para
lo cual detuvo y procesó, en sólo 6 meses, a 474 altos cargos del Régimen civil
derribado. Y en su lucha contra los barcos extranjeros que participaban en el
negocio, había caído el Itzarra. Las autoridades nigerianas acusaron
inmediatamente al armador y gerente José María López Tapia como verdadero
responsable del delito, para que diera cuentas ante la justicia nigeriana. Pero
López Tapia nunca mostró ningún interés por acudir a Nigeria. Ni siquiera
interrumpió sus vacaciones en Bermeo. Ni tampoco su hermano y socio, Gregorio,
que curiosamente navegaba por aguas mallorquinas en yate. López Tapia ya había
estado implicado en marzo de 1980 en la quiebra de la naviera Letasa y sobre él
pesaban diversas denuncias judiciales por presuntos delitos monetarios (evasión
de divisas, estafa de fondos públicos...). Antes del golpe de Estado del 30 de
diciembre de 1983, él y su hermano tenían, a través de unos intermediarios,
negocios en la construcción y en el sector de hidrocarburos de Nigeria. Y desde
entonces se encargaban de transportar crudo a Canarias con una flota de tres
petroleros, uno de los cuales ya había sido detenido poco tiempo antes en
Nigeria. Ante el conflicto, el Estado español no hizo nada para facilitar el
traslado del más que dudoso López Tapia a Nigeria. Y tampoco mostró el menor
asomo de solidaridad con los procesos anticorrupción que habían emprendido en
el país. Bien al contrario, el Gobierno se dedicó a hacer declaraciones sobre
la falta de garantías jurídicas, en las que exigía que se pusiera en libertad a
Peciña de manera inmediata. Las gestiones, y aquí entramos en la zona oscura
del asunto, llegaron al nivel más alto. Las hijas y la mujer de Peciña fueron a
pedir ayuda al rey Juan Carlos, y las debió encontrar muy conmovedoras, porque
el monarca a partir de aquel momento mostró un interés inusitado por el caso.
Para empezar, la Embajada española contactó con el prestigioso abogado
nigeriano Oduba, que cobraba más de medio millón de pesetas por día de trabajo,
para que llevara la defensa de Peciña, que se centró en las buenas relaciones
entre España y Nigeria. La mayoría de los países occidentales que en aquel
momento tenían ciudadanos en prisiones nigerianas (por diferentes delitos,
desde el contrabando hasta el tráfico de cocaína) quedaron perplejos ante la
actitud del Estado español, que consiguió que al detenido que estaba en el
centro penitenciario de Puerto Harcourt le enviaran cada día la comida desde el
mismo hotel en que se alojaba su mujer, a cuenta de la Embajada, durante los
dos años que duró el proceso. Además, en la prisión había varios presos comunes
que trabajaban para Peciña como asistentes. Cuando se publicó la sentencia de
pena de muerte, en diciembre de 1984, el rey de España envió una carta al
presidente nigeriano en la que solicitaba el indulto y la inmediata libertad
del capitán del Itzarra, pero no se sabe en qué argumentos se basaba para
solicitar una gracia de aquella clase. La carta la llevó personalmente un
emisario del monarca, nada menos que Manuel Díez Alegría, que había sido jefe
del Alto Estado Mayor del Ejército, miembro del Consejo del Reino y senador
real en la legislatura constituyente, además de haber colaborado con Juan
Carlos, cuando todavía era príncipe, mano a mano con Manuel Prado, en aquella
rocambolesca operación rumana para contactar con Santiago Carrillo en 1974. El
17 de diciembre de 1984, Diez Alegría, vestido impecablemente con el uniforme
de teniente general del Ejército español, renqueante y cojeando levemente a sus
78 años, se reunió durante diez minutos con el presidente nigeriano Buhari. Le
entregó la carta del rey y también hablaron de una próxima visita oficial del
monarca al país, que se había aplazado sine die a raíz del golpe de Estado.
Salió satisfecho del encuentro; y afirmó que la carta del rey había tenido
"un impacto claro". Pero no consiguieron todo lo que querían: sólo la
conmutación de la pena de muerte por una condena de 25 años de prisión. No era
suficiente, y las instituciones españolas continuaron haciendo gestiones. Al
fin, cuando el general Buhafi fue derribado, en agosto de 1985, por otro golpe
de Estado, esta vez dirigido por el general Babangida, se acabó la campaña
anticorrupción. El nuevo presidente nigeriano decidió personalmente anular la
sentencia de Peciña, que fue puesto en libertad el 19 de julio de 1986. El
Estado español se había gastado 70 millones reconocidos para defenderlo, más
los gastos de su familia. En la prisión, curiosamente, Peciña había engordado
unos cuantos kilos. No se sabe qué deben opinar de todo esto los familiares de
otros presos españoles en prisiones extranjeras, pero el asunto, a simple
vista, suena bastante extraño y no es difícil imaginar por qué varias personas
llegaron a la conclusión de que el monarca tenía algo que ver con los negocios
de los López Tapia. Tres años después, en 1991, el armador López Tapia
reclamaba al país africano 45 millones de dólares, a través de un proceso
admitido a trámite por la Audiencia Nacional, por piratería contra el Gobierno
que había encabezado Buhari, por haberse quedado con el Itzarra ilegalmente.
TRÁFICO DE ARMAS
Otro de los
sectores con los que se han relacionado "amigos íntimos" del rey es
el tráfico de armas. En la década de los setenta Manuel Prado ya estaba al
frente de la sociedad Alkantara Iberian Export, una mercantil mixta impulsada
por los gobiernos de España y de Arabia Saudí para canalizar, en principio, la
venta de bienes de equipo a Riad. En la empresa participaron Focoex y el INI,
por parte española, y Triad International (la sociedad de Adhnan Kashogui) por
parte saudí, en la que, además, trabajaba Borja Prado, el hijo del mejor amigo
del rey. Alkantara más tarde se reconvirtió para canalizar la venta de
armamento.
En la época del
PSOE, la intendencia del Ejército pasó a ser controlada por las autoridades
civiles del Ministerio de Defensa. Desde aquel momento, la compra de armamento
y las dotaciones se dictaron con intereses gubernamentales, que a veces no
entendía ni el mismo Ejército. Una de las empresas que hizo buenos negocios en
esta etapa fue Simulación, Mando y Control SA, que tenía por objeto elaborar
programas informáticos aplicables a aviones de combate y barcos de guerra.
Compartían capital Mario Conde y Borja Prado Eulate (hijo de Manuel Prado), a
través de BTA Internacional (que se dedica a vender tecnología para la defensa,
es decir, armamento); y era consejero Juan Alfonso Cardenal Pombo (hermano de
Jaime, el socio de Miguel Arias en el restaurante Las Cuatro Estacionas, íntimo
amigo del rey).
ESPECULACIÓN
FINANCIERA
Es difícil
clasificar otras actividades económicas de los "amigos" del rey, que
para la gente común se fundamentarían básicamente en "manejar millones':
operaciones de bolsa, gestión de créditos, fondos de inversión especulativa…,
para las cuales hace falta disponer de un capital, o mejor dicho, que no son
aptas para pobres. Juan Carlos, en principio, no tenía dinero para jugar a este
juego tan divertido. Pero tan pronto ocupó el trono después de que muriera el
dictador, Manuel Prado se dedicó a remitir una serie de misivas reales a otros
tantos monarcas reinantes, especialmente del mundo árabe, para pedirles dinero
en nombre del rey de España. Y después el mismo Prado invertía, especulaba,
gestionaba aquellos fondos de la manera más conveniente. En concreto, de la
corte de Arabia Saudí (en aquel momento se trataba del rey Halid, y Fahd era el
primer ministro) recibieron la nada despreciable cantidad de 100 millones de
dólares (unos 10.000 millones de pesetas), como crédito a devolver en diez años
sin intereses (no podían ser usureros entre hermanos), en respuesta a una
carta, fechada el 22 de junio de 1977, en la que sólo se solicitaban 10
millones para apoyar al partido de Adolfo Suárez en las elecciones municipales
y, de este modo, proteger a la monarquía. Manuel Prado, encargado de
administrar los dineros del rey, invirtió la suma como mejor le pareció. Y al
cabo de unos años, la Casa Real dijo que no tenía dinero para pagar el crédito.
Pero los saudíes, en contra de lo que Prado habría podido pensar, estaban
decididos a recuperarlo, y de la tarea de reclamar la devolución se encargó un
hermano del rey Fahd, que tenía una espléndida mansión en la Costa del Sol.
En Mallorca se
cuentan divertidas anécdotas de esta época. Al parecer, una vez que el príncipe
saudí fue a comer con el rey a Palma, quienes le habían ido a recibir, Prado y
Tchokotua, se equivocaron de aeropuerto. En su lugar recibieron a los duques de
York en el aeropuerto militar, mientras en el aeropuerto civil, al ver que no
le había ido a recibir nadie, el hermano del rey Fahd volvió a Marbella muy
enfadado. Cuando se enteró, el rey tuvo uno de sus fantásticos ataques de ira,
rompió sillas y muebles del Patrimonio Nacional en Marivent, pero consiguió
arreglar el asunto pidiendo disculpas al príncipe y, al final, le dieron cinco
años más para devolver el dinero. Como cuando venció el plazo, en 1996, Prado
insistía en el hecho de que no había dinero, Conde le facilitó un crédito de
3.500 millones, los cuales se justificaron oficialmente como si se hubieran
destinado a solucionar los problemas de la ruinosa urbanización de Castillo de
los Gracianos. No se sabe si al final Prado pagó o no pagó, o si el tema
todavía está pendiente. Por Palma de Mallorca, durante bastante tiempo, corrió
de boca en boca una frase chistosa sólo para iniciados: "¡Que viene el
moro cabreado y quiere cobrar!"
Tampoco se sabe
dónde pudieron ir a parar los 100 millones de dólares gestionados por Prado.
Fue una época en la que los negocios especulativos eran la monda, la edad
dorada del "clan de la 'beautiful'", cuando los más listos del PSOE
pusieron las bases de la cultura del pelotazo, con Miguel Boyer como ministro
de Economía y Hacienda y Mariano Rubio como gobernador del Banco de España. Y
en aquella época, en las que denominaban "cenas de amor", el rey
solía acudir José María Entrecanales, Manolo de la Concha, José Maria
Echevarría, Carlos Bustelo, Rafael Pino, Carlos Solchaga, Juan Tomás de Salas y
unos cuantos más. Como se debe recordar, durante el escándalo de la trama
Ibercorp acabó saliendo a la luz una lista trucada de beneficiarios por la
venta de acciones de Sistemas Financieros, en la que figuraban muchos de los
asistentes a aquellas cenas, como Mariano Rubio, Miguel Boyer y Leopoldo Calvo
Sotelo, entre otros. Y, también, la infanta Pilar de Borbón, hermana del rey, y
un tal "Arias y Rey", que resultó que era Miguel Arias Molino, el
dueño del restaurante Las Cuatro Estaciones. Nunca se encontraron pruebas de
que el rey, personalmente, tuviera más implicaciones en la trama de Manuel de
la Concha.
NEGOCIOS
INMOBILIARIOS
Para acabar, es
preciso destacar un sector de la actividad económica en el que ya habían dado
los primeros pasos Alfonso XIII y Don Juan, el conde de Barcelona, aprovechando
los regalos que les hacían los súbditos: el sector inmobiliario. El rey tenía
buenos contactos en el mundillo de la construcción, desde los tiempos de Camilo
Mira y su urbanización de Las Lomas. Otro buen amigo suyo era Joaquín Vázquez
Alonso, el constructor que remodeló en su día el palacio de La Zarzuela,
emprendió a su vez varias obras en el de La Moncloa, y también se encargó de
construir la finca Los Carrizos de Mario Conde. Joaquín Vázquez era, además,
socio de Borja Prado Eulate (hijo de Prado) y Jaime Cardenal Pombo (el
copropietario, con Miguel Añas, de Las Cuatro Estaciones) en Spengler SA. Esta
pequeña inmobiliaria consiguió que le adjudicaran por las buenas la
remodelación de todas las fachadas de las sucursales de (un negocio de 1.058
millones), en los mejores tiempos de la amistad entre Mario Conde y el rey.
Luis Roldán también le adjudicó la construcción de dos cuarteles de la Guardia
Civil.
En la década de los
noventa, el Ayuntamiento de Monachil (Granada), por un acuerdo en pleno,
reservó para la estación de esquí de Sierra Nevada una parcela de la empresa
pública Promonevada, de 1.113 metros cuadrados, con el fin de construir una
residencia para don Juan Carlos. Como tantos otros municipios que antes habían
probado suerte con Alfonso XIII, querían que la presencia del monarca sirviera
para atraer el turismo. El rey no se negó y aceptó agradecido el obsequio por
escrito. Pero en una extraña operación, Promonevada acabó vendiendo la parcela
a la sociedad Pequeños Hoteles de Montaña por una cantidad ridícula, 60
millones, y en lugar de la residencia real se construyó el Hotel Lodge. La
operación fue avalada por la sociedad Daude, de Miguel Arias Molino. Pequeños
Hoteles de Montaña, creada con este fin en 1992, era propiedad de Vázquez
Alonso y Cardenal Pombo. Miguel Arias Molino también tenía unas cuantas
acciones.
Otro de los
negocios inmobiliarios relacionados con el rey fue el de Castillo de los
Gracianos, un proyecto urbanístico faraónico en Jerez de la Frontera ideado por
Manuel Prado, para aprovechar el que sería el boom en el sur de la Expo 92.
Prado compró la finca a través de su empresa Trebolquivir a la familia Calle
Vergara, y el alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, le dio todas las facilidades. A
comienzos de 1990 se hizo socio Javier de la Rosa, con quien firmó un acuerdo a
través de Prima Inmobiliaria. En las 200 hectáreas de terreno, Prado quería
construir chalés, un hotel y hasta un campo de golf de 28 agujeros, en una zona
castigada por la sequía. El desastre se veía venir y, en efecto, el negocio
acabó resultando ruinoso. Tras la guerra del Golfo, en 1992, las deudas de
Prima Inmobiliaria (que formaba parte del imperio de KIO) eran de más de 45.000
millones. Aquí empezaron los problemas entre Prado y De la Rosa, que acabaron
como el rosario de la aurora con el contencioso del grupo KIO. Conde acabó
facilitándole un crédito de 3.500 millones para solucionar los problemas de
Castillo de los Gracianos, que no solucionaron nada, puesto que, al parecer,
los millones fueron a parar a otro sitio. Al final, ante la ruina del proyecto,
la propiedad acabó en manos de Banesto, que vendió el complejo a la sociedad
belga que la explota actualmente.
Descargar el libro
completo en PDF: "Un Rey Golpe a Golpe" de Patricia Sverlo (Rebeca
Quintans)
Debate en Colectivo
Burbuja: "El comisionista emérito"
Hoy dedicamos el
programa a hablar sobre monarquía. Hablamos sobre el Rey emérito y el Rey
actual, las dos últimas personas que han ocupado el trono del Reino de España y
analizamos el papel que han jugado en la conformación del actual Régimen del 78
y su mantenimiento. Además, hablamos sobre los testimonios y los datos que se
han publicado sobre el resto de actividades comerciales y económicas que
presuntamente han desarrollado con la connivencia de las oligarquías políticas.
Con Juan Bordera y Jota Monteolivetanus y yo mismo. Conduce Juan Carlos Barba.
Fuentes:
http://espiaenelcongreso.com/2014/12/12/el-catedratico-centeno-amplia-su-denuncia-el-rey-juan-carlos-se-llevaba-1-o-2-dolares-por-barril-de-petroleo/
http://www.farodevigo.es/sociedad-cultura/2011/02/18/manuel-prado-amigo-rey-organizo-conspiracion-23-f/519530.html
http://desdelacantera.blogspot.com.es/2011/03/sabes-quienes-son-los-culpables-paralos.html
http://www.elmundo.es/cronica/2004/445/1082981166.html
http://www.lapaginadefinitiva.com/bolsa/prado.html
http://www.elconfidencial.com/cache/2007/09/27/6_carlos_manuel_prado_colon_carvajal_enrique_bacigalupo.html
http://www.hispanidad.com/noticia.aspx?ID=139124
http://www.cotizalia.com/en-exclusiva/conflicto-interes-borja-prado-mediobanca-endesa-acs-iberdrola-20100719-55298.html
http://www.catalunyapress.cat/es/notices/2010/03/los_negocios_de_borja_prado_y_sus_posibles_conflictos_de_interes_23042.php
http://www.fpa.es/fundaci%C3%B3n/patronato-sar/
http://www.elcorreo.com/vizcaya/20090325/economia/ganadero-para-torear-endesa-20090325.html
http://www.europapress.es/economia/noticia-iu-dice-hay-gato-encerrado-subida-luz-20101228170901.html
http://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/2798350/02/11/Sebastian-pacto-subir-la-luz-un-98-a-cambio-de-salvar-el-carbon-nacional.html
http://www.omal.info/www/todoextendido.php3?id_mot=84
http://es.wikipedia.org/wiki/Borja_Prado
http://www.unidadcivicaporlarepublica.es/index.php/monarquia/un-rey-golpe-a-golpe-capitulos-del-libro/6235-qun-rey-golpe-a-golpeq-cap-14-2-manuel-prado-el-amiguisimo-
http://www.colectivoburbuja.org/cb/comisionista-emerito-debate-directo-16-1-2016/
Fuente:
https://alexcorrons.blogspot.com/2017/01/el-comisionista-emerito-juan-ca...
La opinión del
autor no coincide necesariamente con la de TerceraInformación
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