REBELDÍA REDENTORISTA
ALFONSO
OSHANAHANN ROCA
Tiene algo de
unamuniano, en ese sentido, el articulismo de VR recogido en este libro "Respondo", algo de maestro que alecciona a sus alumnos.
Porque Unamuno, ya saben, era muy principalmente un pedagogo, uno de los
grandes didácticos españoles. Creo que la comparación no es ociosa, porque si a
Unamuno le dolía su patria, España, a Víctor lo que le duele es su patria,
Canarias, sin asomo de egoísmo isloteño alguno, pues toda su prosa periodística
-y la no periodística, aunque dejemos eso aparte ahora- arranca de la
universalidad del canario, pero del canario universal, es decir, del canario no
colonizado. Iba a decir del canario autónomo, pero bien sabemos que lo de
Víctor es la independencia de las islas, una independencia que no tiene fin en
sí misma, sino como vía para la justicia social.
Por eso el
independentismo de VR no es sectario ni excluyente, como el de otros
desgraciadamente, sino un independentismo integrador, aunque, eso sí, lo sea
reivindicativo y aleccionadore, quiero decir, instructivo, iluminador,
solidario, cualidades que comparte con la inmensa mayoría de sus compatriotas
canarios, que, no llegando a la misma formulación ideológica, tienen una misma
base sentimental, emotiva. Y eso porque pocos como Víctor conocen el
patriotismo literario en el que nos sustentamos (y la literatura es lo que
mejor refleja la entraña de los pueblos) y mucho menos proclaman, como él, que "Canarias
no es sólo de los que pensamos así", sino de todos -mejor de la mayoría
que comparte aquellos sentimientos, porque, ya se tabe también, en todas partes
hay alimoches...
Con personalidades así,
el periodismo en Canarias se revitaliza, recibe desde fuera de sus estrictos
contornos profesionales, savia nueva, ideas nuevas. A la edad que ya tiene,
pocos casos se ven de impulso tan nuevo y decidido a una vida que ya muchos, a
su misma edad, la tienen casi recorrida, de puro resabiados. A los
cuarentinueve años, sin embargo, VR escribe con la alegría de un primerizo. Con
más alegría, quiero decir, con más impulso, rescatando antiguas visiones
iluminadas y esperanzadoras. Y ahora, tras los "Respondos", se ha metido,
igualmente, a pecho descubierto, con otra serie, "Agüita
pasada", persistiendo en su empeño aleccionador, refrescando la visión
comprometida de las cosas que muchos de su generación hace tiempo que
perdieron. Y no es que Víctor se considere superior a nadie, sino solamente que
no decae en el antiguo compromiso que nos llevó a muchos a la literatura y al
periodismo. Le mueve, ya lo decíamos, una rebeldía redentorista.
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