ANA ORAMAS, TRÁNSFUGA DE SÍ MISMA
ANA SHARIFE
Dicen que Ana
Oramas, más conocida en Canarias como Ani Dramas, votó “no y mil veces no” en
la investidura de Pedro Sánchez “porque le guarda rencor a Pablo Iglesias”. La
diputada regionalista habla mucho de chavismo y de la fuerte influencia de la
emigración venezolana en Tenerife. Vaya usted a saber. Oramas (Santa Cruz de
Tenerife, 1959) y Coalición Canaria han apoyado muchas veces a candidatos y
gobiernos socialistas. Quizá las lecturas ideológicas o doctrinarias no ayuden
a entenderlo todo. A menudo contribuyen a no entender nada.
Hija y nieta de una
importante familia de empresarios y políticos a los que se conoce en Tenerife
como “los aguatenientes” por su poderío en acuíferos, su tío fue amigo personal
de Juan de Borbón y miembro de su Consejo Real en el exilio de Estoril. Los
Oramas fueron también unos protegidos de Franco, y que el Régimen del 78 se
arraigó en las islas con Coalición Canaria (CC), un partido fundado al
principio de la democracia por las oligarquías caciquiles de Tenerife (ATI, que
luego desembocó en CC) para seguir controlando el poder que tuvieron durante la
dictadura; se dice también que, con el discurso fraudulento de “lo nuestro”,
han sacado tajada de “lo ‘dellos”.
Estos días, se ha
vuelto viral un vídeo de hace unos años, que tuvo un final teóricamente feliz.
Oramas aceptaba las disculpas del diputado canario de Podemos, Alberto
Rodríguez, tras recordarle este el origen esclavista de su familia, que
explotaba a su abuela costurera. “Discúlpeme”, dijo el diputado, conocido por
su educación exquisita. “Disculpas aceptadas”, dijo ella. Pero el año pasado,
la Señorita Escarlata fue acusada de nuevo de “clasista” tras replicar de este
modo a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante el debate de los
Presupuestos: “Vaya mitin, señora ministra, pero esto no son las Tres Mil Viviendas
de Sevilla sino el Congreso de los Diputados”.
Ana Oramas,
licenciada en Ciencias Económicas, lleva desde los 20 años dedicando su vida
profesional a la política, cuando fue elegida concejala del ayuntamiento de su
ciudad, Santa Cruz de Tenerife. El día del inicio del debate de investidura,
junto a ella, acompañándola al pleno en el Congreso, se encontraba su pupilo,
el ex presidente Fernando Clavijo, que la sucedió al frente de la alcaldía de
La Laguna cuando ella decidió marcharse a la política nacional. Hoy, Clavijo es
senador en representación de la Comunidad Autónoma, designado por el Parlamento
Regional para que pueda responder a las acusaciones de corrupción con su
aforamiento.
La política canaria
resulta incomprensible para la mayoría de los observadores de fuera (e incluso
para los de dentro). El paisaje político de las islas siempre se ha
caracterizado por la proliferación de partidos insularistas, que se fusionaron
hace años en CC, convirtiendo a esta formación en el partido central del sistema.
Unas veces, Coalición pacta con la izquierda, y otras, con la derecha. Un
partido al que los isleños le reprochan que haya hecho más por dividir entre
provincias que por alzar las siete (ocho ya) estrellas verdes.
La última decisión
de Ana Oramas, votar no a la investidura de Sánchez contra lo decidido por el
Consejo Político Nacional de la organización, ha causado un cisma en CC,
principalmente en su representación en la provincia de Las Palmas. El sector
más a la izquierda de la organización dejó dicho que Oramas no les representa,
al tiempo que pedía una rectificación el martes, cuando se produzca la segunda
votación para la investidura.
Si el partido la
expulsa por no respetar la decisión colegiada de su partido, seguirá como
diputada y se convertirá en la Rosa Díez canaria. Oramas no dejará su acta,
aunque su partido la expediente y la expulse. “Defenderé lo que convenga a los
ciudadanos, aunque ya no esté en mi partido”, sentenció. No es descartable que
la veamos votando con Vox por los mismos motivos que Vox.
Habrá que esperar
al próximo congreso regional de CC, previsto para mayo, para despejar alguna
incógnita. El partido camina sin poder institucional por primera vez desde que
nació en 1993: la izquierda ha desbancado a CC del Gobierno de Canarias, y se
renueva la dirección en Tenerife, donde CC es más potente.
Algunas voces dicen
que la Revilla canaria morirá matando, y que verla pasar por una puerta
giratoria es cuestión de “oramas, oramenos” en las listas de otro partido para
las elecciones en Canarias. Sin embargo, quienes la conocen bien dicen que es
una mujer muy tozuda, que “está al final de una larga carrera política y tiene
ya muy poco que perder, excepto su propia coherencia personal”.
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