MI VOTO ES PARA UNIDAS PODEMOS
FERNANDOLUENGO
Estoy muy
preocupado por el ascenso de la extrema derecha -que, desde hace meses cuenta
con un formidable altavoz en los medios de comunicación- y soy consciente de
los peligros que supone ese ascenso. No sólo gobiernan, de hecho, en algunas
comunidades autónomas, como la de Madrid, sino que, con su presencia en las
instituciones, ya están condicionando la agenda pública en aspectos muy
importantes, como las política de género o la memoria histórica; no sólo estamos
ante un retorno de la retórica franquista, sino ante la radical negación de
derechos básicos que creíamos conquistados. Es imprescindible frenar a la
extrema derecha y el apoyo electoral a UP servirá para este propósito. Pero
esta no es la única razón para votar a este partido.
Apoyaré la
candidatura que encabeza Pablo Iglesias porque los titubeos y contradicciones
de los dirigentes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y su toma de
posición, aquí y en la Unión Europea, al lado de las derechas presagian, en el
caso de que gane las elecciones, un sesgo conservador -dudo que lo comparta una
buena parte de su militancia- a la hora de aplicar las políticas económicas y
sociales. En este sentido, me preocupan las declaraciones de Pedro Sánchez insistiendo
en la necesidad de garantizar la gobernabilidad del país, tendiendo la mano
para formar gobierno a Ciudadanos (en caída libre) y al Partido Popular (en
proceso de recuperación), apelando a su patriotismo y a la catástrofe que
significaría acudir a una nueva consulta electoral. Estos apoyos, un escenario
cada vez más probable, no serán gratis.
Votaré a UP porque
-teniendo diferencias sustanciales, tanto en el ámbito político como
organizativo-, han puesto en el centro de la campaña los contenidos, el
programa, recuperando ante sus votantes y ante la ciudadanía la esencia de su
proyecto, el que despertó la ilusión de muchísima gente: la lucha por los
derechos de lxs trabajadorxs, desempleadxs, excluidxs y pobres, de las mujeres
en su impugnación de las estructuras patriarcales y contra la violencia
machista, y por la supervivencia del planeta, cuya degradación y expolio
amenaza la vida misma, especialmente la de las personas más vulnerables.
Trazando de esta manera una línea roja que diferencia a UP de la extrema
derecha y de la derecha extrema, cada vez más confundidas; y también de un PSOE
que, con el oportunismo y el “pragmatismo” que le caracteriza, mira
indistintamente a la izquierda y a la derecha, para hacer políticas que,
finalmente, presentan un marcado perfil conservador.
Una línea roja que
también distingue a UP de Más País, el partido que lidera Íñigo Errejón, cuya
(re)entrada en la política estatal -sin programa conocido, pero que con un
personalismo que sí es muy conocido- ha estado determinado por la posibilidad
de hacerse con una parte del electorado de UP y para ofrecerse como
complemento, “moderado y responsable”, del PSOE; como tantas veces señala su
líder, para empujar en la formación de un “gobierno progresista”, dejando en un
terreno deliberadamente confuso y etéreo qué significa tal cosa.
Respaldaré la
candidatura de UP porque el fortalecimiento de este espacio político es la
garantía -en mi opinión, la única garantía en estos momentos- de que se reduzca
el enorme y creciente poder de las elites económicas y políticas, que en estos
años de crisis ha aumentado sin cesar.
El voto a UP es, en
definitiva, un voto útil y necesario. Respaldo a este partido porque es mucho
lo que está en juego y mucho lo que tenemos que perder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario