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martes, 5 de noviembre de 2019

MI VOTO ES PARA UNIDAS PODEMOS


MI VOTO ES PARA UNIDAS PODEMOS
FERNANDOLUENGO
Estoy muy preocupado por el ascenso de la extrema derecha -que, desde hace meses cuenta con un formidable altavoz en los medios de comunicación- y soy consciente de los peligros que supone ese ascenso. No sólo gobiernan, de hecho, en algunas comunidades autónomas, como la de Madrid, sino que, con su presencia en las instituciones, ya están condicionando la agenda pública en aspectos muy importantes, como las política de género o la memoria histórica; no sólo estamos ante un retorno de la retórica franquista, sino ante la radical negación de derechos básicos que creíamos conquistados. Es imprescindible frenar a la extrema derecha y el apoyo electoral a UP servirá para este propósito. Pero esta no es la única razón para votar a este partido.



Apoyaré la candidatura que encabeza Pablo Iglesias porque los titubeos y contradicciones de los dirigentes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y su toma de posición, aquí y en la Unión Europea, al lado de las derechas presagian, en el caso de que gane las elecciones, un sesgo conservador -dudo que lo comparta una buena parte de su militancia- a la hora de aplicar las políticas económicas y sociales. En este sentido, me preocupan las declaraciones de Pedro Sánchez insistiendo en la necesidad de garantizar la gobernabilidad del país, tendiendo la mano para formar gobierno a Ciudadanos (en caída libre) y al Partido Popular (en proceso de recuperación), apelando a su patriotismo y a la catástrofe que significaría acudir a una nueva consulta electoral. Estos apoyos, un escenario cada vez más probable, no serán gratis.

Votaré a UP porque -teniendo diferencias sustanciales, tanto en el ámbito político como organizativo-, han puesto en el centro de la campaña los contenidos, el programa, recuperando ante sus votantes y ante la ciudadanía la esencia de su proyecto, el que despertó la ilusión de muchísima gente: la lucha por los derechos de lxs trabajadorxs, desempleadxs, excluidxs y pobres, de las mujeres en su impugnación de las estructuras patriarcales y contra la violencia machista, y por la supervivencia del planeta, cuya degradación y expolio amenaza la vida misma, especialmente la de las personas más vulnerables. Trazando de esta manera una línea roja que diferencia a UP de la extrema derecha y de la derecha extrema, cada vez más confundidas; y también de un PSOE que, con el oportunismo y el “pragmatismo” que le caracteriza, mira indistintamente a la izquierda y a la derecha, para hacer políticas que, finalmente, presentan un marcado perfil conservador.

Una línea roja que también distingue a UP de Más País, el partido que lidera Íñigo Errejón, cuya (re)entrada en la política estatal -sin programa conocido, pero que con un personalismo que sí es muy conocido- ha estado determinado por la posibilidad de hacerse con una parte del electorado de UP y para ofrecerse como complemento, “moderado y responsable”, del PSOE; como tantas veces señala su líder, para empujar en la formación de un “gobierno progresista”, dejando en un terreno deliberadamente confuso y etéreo qué significa tal cosa.

Respaldaré la candidatura de UP porque el fortalecimiento de este espacio político es la garantía -en mi opinión, la única garantía en estos momentos- de que se reduzca el enorme y creciente poder de las elites económicas y políticas, que en estos años de crisis ha aumentado sin cesar.

El voto a UP es, en definitiva, un voto útil y necesario. Respaldo a este partido porque es mucho lo que está en juego y mucho lo que tenemos que perder.

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