MÁS MADRID, MÁS PAÍS, ¿MÁS QUÉ?
CRISTINA FALLARÁS
Llegada a estas
alturas, me resulta imprescindible hacer un somero repaso a qué sabemos y qué
no sabemos del partido llamado Más País, la nueva fuerza política de las
elecciones generales que se nos echan encima.
En teoría venían,
según ellos, a paliar la abstención que, también según ellos (y la mayoría de
los medios de comunicación), va a caer como una plaga sobre las izquierdas de
España. Las últimas encuestas vaticinan que nada más lejos de la realidad. En
teoría, y siempre según los sondeos, el PP se queda con los votos que pierde
Ciudadanos; Más Madrid se queda con los votos que pierde Podemos; y el PSOE no
gana ninguno de los votos que preveía conseguir con la repetición electoral, lo
que quiere decir que, además de obligarnos a votar de nuevo y de perder los
votantes que nadie recupera, Pedro Sánchez ha hecho un pan como unas hostias.
¿Qué no sabemos de Más País?
No conocemos su
programa, lo cual resulta realmente chocante, dado que la base de un partido
político es precisamente esa. Y más chocante aún resulta ver que miles de
ciudadanos van a votar a un grupo de políticos y políticas que no han dado ni
una pista de las medidas concretas que piensan tomar ni exactamente para qué
las tomarían.
No conocemos su
implantación territorial. Tenemos algunos datos sobre un puñado de políticos y
políticas que abandonaron hace tiempo Podemos o que lo han hecho recientemente
y que se han unido a las filas del grupo madrileño salido de las filas del
carmenismo. Un puñado significa eso, un pequeñísimo grupo de personas: dos
diputados de Murcia, una senadora andaluza y una docena de desengañados y
desengañadas históricos. Además de algunas figuras de Equo, o sea, de nuevo
procedentes de Unidas Podemos.
No sabemos si tiene
o no tiene afiliados o afiliadas.
No conocemos en
firme sus propuestas de pactos o coaliciones.
Y lo más
importante: No tenemos ni idea de cuáles son sus diferencias con Podemos,
partido del que proceden. Ni siquiera una.
¿Qué sabemos de Más
País?
Sabemos que Íñigo
Errejón está a la cabeza hasta tal punto que se le conoce como “el partido de
Errejón”.
Sabemos que los
medios de comunicación y las encuestas le daban escaños cuando aún no tenían ni
candidatos y les siguen dando escaños (cada vez más) cuando aún no conocemos ni
una de sus propuestas concretas.
Sabemos que le
gustan al presidente en funciones, Pedro Sánchez, de quienes ha dicho: “He
visto cosas en Errejón que parecen esperanzadoras”. Queda por definir qué
entiende Sánchez por “cosas” y cuáles son. Queda por saber qué entiende Sánchez
por esperanza. Y queda por saber si además de ver esas “cosas” en Errejón
también las ve en el partido que lidera.
Sabemos que, al
hablar de la posible política de Errejón, incluso cuando él habla de sí mismo,
la palabra que más se repite es “amable”. Quizás “amable” es una palabra que
también podríamos aplicar a la popular Ana Pastor, y su partido ha robado en
España lo que no está dicho, ha tratado de desmantelar (y en gran parte lo ha
conseguido) todos los logros sociales y las instituciones públicas, y ha
conseguido que España sea el país con más desigualdades de la Unión Europea.
Así que la “amabilidad” podría considerarse una carta de presentación, como
poco, ambigua. También podríamos decir que no significa absolutamente nada.
Sabemos que Íñigo
Errejón se presentó a las pasadas elecciones autonómicas a Comunidad de Madrid
con un partido llamado Más Madrid. Junto a él, a la alcaldía, iba Manuela
Carmena, ex alcaldesa de Madrid, que habiendo quedado en la oposición, se fue.
Pero es falso que Más País haya gobernado la capital de España. Lo ha hecho
Manuela Carmena y su equipo, una parte del cual ha aterrizado en las filas de
Íñigo Errejón, dejando huérfanos, dicho sea de paso, a sus votantes madrileños.
Y sabemos, sobre
todas las cosas, que Más Madrid aparece como la cara de la cruz de Unidas
Podemos. O sea, que Errejón aparece como oposición a Pablo Iglesias. Es decir,
que aquellos que consideran a Unidas Podemos como un peligro, ven con buenos
ojos al partido llamado Más País.
Sabemos, en fin,
que cada escaño que las encuestas atribuyen a Más País es un escaño que pierde
Unidas Podemos. Ah, pero ¿por qué? ¿Con qué ideario? ¿Qué planteamientos
políticos alternativos a los de la formación morada presentan además de la
amabilidad y esa forma de no molestar ni al PSOE ni a ninguna otra fuerza viva?
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