SE LLEVARON...

SE LLEVARON...

DUNIA SANCHEZ

Se llevaron las manos a los ojos, no ver la devastación entre brumas de una tierra herida por el tormento. Se llevaron las lágrimas donde la sequedad rajaba sus vientres. Se llevaron sus pisadas donde el eco terrorífico era temblor de la verticalidad de una brisa, de una lluvia que ansiaban. Se llevaron sus gritos donde el océano penaba ante la naturaleza devastada. Se llevaron el silencio donde las batallas envenenaban con su haz desolador. Se llevaron sus cuerpos donde la caricia de un ave pacífica los cubriera con sus plumas.  Se llevaron el todo y la nada rompió en alianza con el nacimiento de una rosa en medio del terror, de las tinieblas que rociaban sus rostros. Miraron el horizonte del crepúsculo de la tarde y la rosa rozo cada uno de los labios martirizados por una tosca atmósfera. Se trajeron la sonrisa. Se trajeron la esperanza. Se trajeron los corazones hospedados en el respeto, en la supervivencia de la madre tierra.