ALI SAADOUNI, LA TENACIDAD DE
LA LUCHA SAHARAUI
CRISTINA MARTÍNEZ BENÍTEZ DE LUGO
Ali Saadouni, un
ciudadano saharaui de los territorios ocupados que ha sido muy firme en su
lucha contra la ocupación, rechazando documentación marroquí y manifestando
claramente su postura por la autodeterminación, nos impresionó a todos con el
vídeo del 10 de abril en el que él y Nour Eddin Argoubi se fueron a una
glorieta en El Aaiún ocupado, se tomaron su tiempo, clavaron tranquilamente en
el suelo seis banderas saharauis espaciadas entre ellas, entonaron el himno
Labadil Labadil aán takrir al masir (no hay solución sin la autodeterminación)
y se dejaron ver.
La policía de
paisano secuestró a Saadouni al día siguiente frente a una cafetería. Si digo
secuestró es porque no hubo una detención en regla, ni policía de uniforme, ni
abogado, ni derechos, ni información a la familia. Desaparecido.
El día 13 le
llevaron ante el sustituto del procurador en el Juzgado de Primera Instancia de
El Aaiún y le acusan de posesión de drogas y de desacato a la autoridad con
violencia. Se aporta como prueba un certificado médico de 60 días de
incapacidad del policía supuestamente agredido. La imaginación del fiscal no ha
ido muy lejos. Nos ratifica de una manera bochornosa lo que ya sabemos: a los
presos políticos se les acusa de cualquier cosa y cuela.
Saadouni ha negado
las acusaciones y no ha consentido en firmar el atestado policial a pesar de
las torturas infligidas para que lo hiciera.
No han permitido
que sus seres cercanos le vieran. En la audiencia los propios policías se dedicaron a insultar
a la familia.
Le juzgan el lunes
15 de abril.
ali saadouni
Ali Saadouni es un
irreductible. Desde hace muchos años es noticia por las palizas y las torturas
que ha padecido, con la cara desfigurada y amoratada de los puñetazos de las
fuerzas de ocupación, con cuchilladas de la policía. Son muchos los plantes de
Saadouni, símbolo de resistencia, y todos los ha pagado con la brutalidad
marroquí. Ha estado en la cárcel año y medio, de 2016 a 2018, en condiciones
durísimas. Él sigue defendiendo lo suyo a cualquier precio. Efectivamente, una
persona así es un peligro. Aunque sus métodos sean pacíficos. ¿Alguien puede
tomar nota? Se van a cebar con él. Hay que salvar a Saadouni.
El caso de Ali
Saadouni es una muestra clara de que el cinismo de Marruecos no tiene pudor.
No se pueden
entablar conversaciones supuestamente bienintencionadas al más alto nivel –el
marco de las NNUU- cuando una de las partes se ríe a mandíbula batiente de los
valores que son nuestro estandarte: los derechos humanos. Marruecos se chulea
de todos y quien debe evitarlo consiente.
Fuente:
https://contramutis.wordpress.com/2019/04/14/ali-saadoui-la-tenacidad-de...
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