JM AIZPURUA
“En
conclusión, a hablar de esto solamente que se ha hecho este viaje, que fue así
de corrida, pueden ver Sus Altezas que yo les daré oro cuanto hubieren
menester, con muy poquita ayuda que Sus Altezas me darán; ahora, especiería y
algodón cuanto Sus Altezas mandarán, y almástiga cuanta mandarán cargar,
y de la cual hasta
hoy no se
ha hallado salvo
en Grecia en la isla
de Xío, y el
Señorío la vende
como quiere, y lignáloe cuanto mandarán
cargar, y esclavos
cuantos mandarán cargar, y
serán de los
idólatras; y creo
haber hallado ruibarbo y
canela, y otras
mil cosas de sustancia hallaré, que habrán hallado la
gente que yo allá dejo; porque yo no me he detenido ningún cabo, en
cuanto el viento
me haya dado lugar de
navegar; solamente en la villa
de Navidad, en cuanto dejé asegurado y bien asentado. Y a
la verdad, mucho más hiciera, si los navíos me sirvieran como razón demandaba”.
Y vaya que si lo hizo: con una cruz por delante
(¿), y una estrategia militar desconocida para los indígenas, esclavizó, violó,
robó a mansalva y envió los botines a Castilla-España durante siglos de
Imperio, donde se puso el sol permanente de los DDHH.
No es una “Leyenda Negra”; es una realidad
incuestionable para quien quiera informarse y ser justo con la Historia y con
esos 300 años de genocida interpretación de la sociedad desde paradigmas
católicos, supremacistas blancos, de castas que conllevaban la esclavitud o la
encomienda como modo de producción, de la incorporación por la fuerza a una
FakeEspaña en la que se envolvían los que se beneficiaban del invento.
Pero “aquello” que nunca fue descubrimiento ni
civilización, sino invasiones genocidas y “gestas” abusadoras, no tiene nada
que ver con la realidad actual de Estados y territorios.
Este siglo XXI nace con una diferente
sensibilidad social que hace de los DDHH el referente de sus destinos y desde
hoy solo puede verse el ayer como algo vergonzoso e inhumano, y en eso estamos
todos inmersos desde la reconquista, el Imperio, el Holocausto o Hiroshima, sin
que nadie esté a salvo de esta supremacía blanca pero también sin que nadie se
vea libre de ella. Es un estadio negativo de la Humanidad. Y tengo mis dudas de
si el capitalismo no sea una lacra de esa época negra.
El Estado español, nada que ver con el Imperio
español, nace en 1978 de una Transición inconclusa, y solo en las mentes
ignorantes y fascistas se ancla en una historia de 500 años. El Imperio murió,
la monarquía abdicó en 1931, el franquismo se disolvió en 1978, y un nuevo
Estado con vocación europeísta entró en la Historia a superar los mitos y
leyendas de la casta hispana que tan mal condujo los destinos peninsulares, que
pasó de dominar el mundo a ser una potencia mediana y sin relevancia
internacional: ¿No será por algo?
Felipe 1, al que con malicia histórica llaman
6, no tiene nada que ver con los hechos de “las Indias”; eso es claro. Pero
quizás debiera responder por ser el heredero de una monarquía inventada por
Franco, sucesor de un monarca que se dedicó a todo lo contrario de lo que se
esperaba de él y de la ética elemental. Y por heredar el cargo sin mérito
alguno y aplicando machismo sobre la herencia de su hermana Elena primogénita.
También es responsable de mantener la FakeEspaña en sus intervenciones, de
ignorar a las naciones de su Estado, y de ejercer su cargo para competencias de
su esposa en aparentes pugnas de modelito con otras esposas florero del olimpo de
la prensa rosa.
En la inconclusa “España” de 2019, un cargo
público, aunque sea rey, debe ser sensible a la situación precaria de sus
gentes y evitar su contraste con modelitos y fastos de la corte. Y por
democracia, someter su cargo al veredicto de las urnas.
De estas cosas si que debiera pedir perdón el
Borbón, pero de Colón o Cortés, es tan responsable como los demás.
México fue un lugar de acogida para el exilio
republicano y nunca aceptó el fascismo español de Franco, dando ejemplo en la
ONU y esperanza a la clandestina oposición todo lo contrario de la peronista
Argentina. Esos son ejemplos cercanos y si deben ser tenidos en cuenta por el
Gobierno, pues se debe corresponder a sus dificultades con apoyo claro, ante la
segregación que el supremacista blanco del tupé amarillo les hace con su muro. El
país de Pancho Villa lo merece.
Mantener el relato de la Hispanidad
civilizadora es una afrenta a la realidad y al exterminio genocida con los 300
años de esclavitud y saqueo que sufrieron generaciones de seres humanos cuyo
delito fue el color de su piel. Lean y compruébenlo, hoy con Internet es fácil
hacerlo.
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