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lunes, 21 de enero de 2019

EL ARTE: REIVINDICACIÓN DE POCOS


EL ARTE: REIVINDICACIÓN DE POCOS
POR EDUARDO SANGUINETTI, 
FILÓSOFO
“Entiendo por respeto el sentimiento de la libertad de los otros, de la dignidad de los otros, la aceptación sin ilusiones, pero también sin la menor agresión o la menor hostilidad y desdén de un ser tal como es”, este intento de definir el respeto, plasmado en mi ensayo Alter Ego (1984) lo tomo y lo asimilo, en referencia a las palabras que balbucean pseudoartistas, políticos pret a porter, ridículos conductores de TV por contacto, y toda la fauna que hace a la sobrevida de los argentinos en discursos perversos y pervertidos, obras degradantes, cantos disonantes, libros patisserie y los poderosos excluyentes, asimilados a este espacio y tiempo de la muerte del arte y del autor, de la política y la verdad… deviene pensar que en este caso puntual la garantía de la palabra debería ser el silencio… sería sano, nutritivo y daría posibilidad al lenguaje de una manera nueva, excepcional, de otorgarle el poder que tenía en otros tiempos de manifestar en una palabra realmente “algo”.

Asistimos en arte como en vida a una situación de crisis de absoluta de los valores: una absoluta crisis de lo absoluto. Para algunos, síntoma infernal de la confusión del mundo, el demonio cual metáfora de la realidad y la carne… para otros, la realización del paraíso de la igualdad, la fraternidad y la libertad: paraíso proyectado en espejos cóncavos y convexos, donde nadie sabe quién mira a quién.

Finalmente para todos, un flujo irreversible de acontecimientos cuya flexibilidad no consigue ocultar su extremo rigor: se desacreditan paradigmas clásico-modernos, por ser inútiles para los “recién llegados”, para afrontar una nueva realidad, cuándo el equívoco es utilizarlos, y la tentación más fácil fingir una crisis. Pero no hay exactamente crisis de valores, imperan unos nuevos apenas identificados, tanto más peligrosos cuánto más se muestran, cuando menos se discuten. Indudablemente es preferible hablar de Pasión y ya no de crisis.

El rito posmoderno, se le llame como se le llame: inexpresionismo, hiperrealismo, deconstructivismo o reconstructivismo, post, neos, súper o contras, no es tanto como pretenden curadoras/es formados en las usinas del oportunismo y de la especulación, a destiempo, sino su malformación, devenido en un crecimiento desorbitado de maneras y modos que eliminaron la posibilidad de poner en juego valores de una sociedad congelada sobre los desgastados niveles de la fama y el éxito, como lo es la argentina… no ignoro que los que están detrás del arte se llevan el dinero a otra parte, pues de eso se trata, ¿lo dudan?…  los políticos y funcionarios de gobierno se replican en este acto de sumar platita en cuentas offshore “la gran aventura”, de mentir, estafar y reprimir, eliminando a aquel que aún persevera en ideas e ideales para ir por un mundo donde quepamos todos… y es mi deber como hombre de la cultura hacer mención de la pestilente farándula, que se ha instalado con anuencia de los bestiales miembros de la ‘Cofradía del Tajo Sonriente’ de arrastrados, en el sitial de honor de los prohombres y mujeres que habitaban los espacios de la denominada creación y el talento, que sin esperar nada a cambio, cumplían con vocación y eso bastaba para cristalizar obras eternas… lo sé, lo he vivenciado, lo he visto en mis amigos artistas, casi todos ya muertos, poetas relevantes y músicos trascendentes, jugados y comprometidos con un país, una tendencia y sobre todo con el Arte, como referente de un horizonte a alcanzar… sus nombres hoy, son sólo vacíos de significado, para los bestiales seres, vencedores del espejo narcisístico… cual paradoja, en este presente remasterizado, cualquier trepador, cual ‘golpe de teatro’, escribe un libro sobre los talentos argentinos y su obra, sin siquiera haber conocido su vida y legado, modificando las rutinas y hábitos de estos entrañables seres, que nos han dejado los signos de un paisaje irrepetible… falsifican la historia, la acomodan a intereses muy particulares, se convierten en cleros seculares de toda la basura que nos entregan los denominados medios especulativos de publicidad.

Naturaleza y realidad asumen cierto carácter de víctima: metafísica, valores, sentidos, espacio, tiempo, dios, pensamiento, etc. sometiéndose en el seno de la vida y de las obras, a un doble oficio de sacralización y disolución, de apología y negación, de muerte y redención. El arte, el pensamiento, la poesía, la música y toda tendencia que pone en juego valores invitando al milagro, resultan desconocidas para los recién llegados al mundo de la creación y los mitos fundacionales… galerías, museos, centros de arte y otros antros, incluidos las instituciones irrelevantes que ordeñan a las musas, ya secas y sin ánimos de cristalizar el acto de la creación, se manifiestan de manea excluyente, instruyen a las nuevas generaciones, con engaño, flexibilidad extrema en el simulacro, ausencia de determinación y sentido en cada acto glorificado por prensa no especializada, impulso de negación, hambre de destrucción con los dotados, infamia, burla, insolidaridad, escarnio, maldad, mentira y sobre todo ignorancia suma en lo que respecta a la ceremonia del Arte. (…)

El arte del milenio no precisa ocultar sus torpezas y miserias, tras un esplendor espectacular que, por otro lado viene abundantemente abastecido por los brillos metálicos de maquillajes y trampas de repertorio ligado más a las finanzas que a la creación, a la farándula grosera, portadora de la llama apagada de lo que fue el arte… el arte sirve a las personas, no a los espacios construidos por los recién llegados, ignorantes y sin la sensibilidad del instante que no garantizará jamás mayor realismo, sin una justa valoración de las realidades e irrealidades, aún no comercializadas.

No preciso consejos ni discursos de psicópatas y cobardes funcionarios y candidatos diseñados en talleres deontológicos,  ni que me aleccionen sobre comportamientos a seguir, no es necesario… he vivido y experimentado momentos estupendos a lo largo de mi vida, he podido dar la vuelta al mundo, llevando mi obra, permaneciendo en los sitios más remotos, siempre en pos de un horizonte de verdad y libertad… me han amado con pasión, ira y encanto sumos… he amado y he tenido pasiones fuera de los límites… han nacido hijos/as… siendo un agnóstico he renunciado a una vida cómoda, sin conocer fronteras, siempre solidarizándome con las comunidades desprotegidas e indigentes, enfrentadas a su destino trágico… he atravesado situaciones límites, de sobrevida, en situación de calle y en armónicos espacios académicos donde he recibido honores… han intentado eliminarme de manera real, atentando a mi vida, mercenarios enviados por familiares, sicarios y funcionarios que les molestan mis simpáticas denuncias…  las amenazas y censura sistemática continúan, silenciado en Argentina, por el poder, que es sucio, feo y criminal… admito que soy un hombre que goza de su soledad y no confío demasiado en quienes jamás se han jugado por una causa donde la libertad y la igualdad sean el norte a alcanzar… no he pertenecido a un partido político jamás… me he cruzado con una  hueste de caretas notorios, hoy elevados a símbolo de lo que debe ser un perfecto/a imbécil…. estos son los asesinos del arte y de la vida en libertad, igualdad y verdad, habitantes de la civilización de la “cosa”, del “selfie”:  saldo de una causa sin destino, un lenguaje que no tiene nada que decir, sobre el simulacro, cual represión fundamental de este tiempo de sujetos-objetos… y a quién corresponda le exijo, cumplir con las promesas lanzadas, legitimarlas es un deber, de no hacerlo es un estafador… y de estos se cuentan por millones en esta región. 

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