LOS BUENOS MODALES DE
PABLO CASADO
POR GERARDO TECÉ
De nuevo, el líder
del PP ha vuelto a dirigirse a gente que no le oye. La vez anterior fue más
sonada. Escuchadme –se dirigía a la nada hace unos días– si los que pensáis
venir a Occidente queréis matar corderos en casa o a hacerle la ablación de
clítoris a la niña, este no es vuestro sitio, advertía mientras levantaba el
dedo índice como lo levantaba Aznar en sus mejores tiempos: cuando más
pequeñita era su talla política y más grande y deforme su ego.
Ha vuelto a
hacerlo. Esta vez, Pablo Casado les ha explicado a las personas que en un
futuro pudieran venir a España huyendo de algún drama a qué hora deben salir de
la cama para que los aceptemos entre nosotros: muy temprano. De nuevo, el líder
del PP ha vuelto a dirigirse a gente que no le oye. La vez anterior fue más
sonada. Escuchadme –se dirigía a la nada hace unos días– si los que pensáis
venir a Occidente queréis matar corderos en casa o a hacerle la ablación de
clítoris a la niña, este no es vuestro sitio, advertía mientras levantaba el
dedo índice como lo levantaba Aznar en sus mejores tiempos: cuando más
pequeñita era su talla política y más grande y deforme su ego.
Quienes se han
convertido últimamente en objetivo habitual de los mensajes del líder pepero,
tienen, seguro, mayores preocupaciones que la de averiguar quién es ese tal
Pablo Casado que, en mitad de sus dramas personales, les da consejos de buen
comportamiento. Y casi mejor que no lo conozcan. En el caso hipotético de que a
alguno de nuestros futuros vecinos se les cruzara una tarde tonta, una de esas
de procrastinar, sin corderos a los que degollar o clítoris que cortar,
entraría en Internet –Casado se sorprendería al saber que, además de las
materias primas con las que se fabrican, allí también hay tecnología–,
teclearía el nombre del guardián de los buenos modales y se daría de morros con
su breve biografía. Un tipo, el que exige que los inmigrantes madruguen,
incapaz de aprobar la carrera hasta que entró en política, un tipo que colecciona
másteres sacados de una tómbola que será juzgada por corrupta. Un tipo, el de
los buenos modales, que se mofa de sus compatriotas fusilados –batallitas del
abuelo–. Un tipo, el amante de la seguridad y el orden, cuyo mérito profesional
ha sido haber medrado a la sombra de unos dirigentes políticos que tienen más
amigos en prisión que El Vaquilla en plena cresta de la ola. Un tipo, el de los
valores cristianos de Occidente, que se dedica a prejuzgar a cambio de cuatro
votos a quienes peor lo pasan en este mundo de dios. Vaya con las costumbres
occidentales, pensaría el procrastinador, cerraría el ordenador, y seguiría a
lo suyo, a sobrevivir como pueda.
En un trabajo que
tuve durante varios años conocí a mucha gente de esa a la que Pablo Casado le
advierte sobre las costumbres españolas. Como es natural para cualquiera menos
para Pablo Casado, cada una de estas personas que llegó a España lo hizo
dejando atrás su sitio, sus amigos, su familia, pero no su vida y sus
costumbres. Entre puesta y recogida de andamios, montaje y desmontaje de
escenarios y barridos de la pista, te iban contando cosas de su país de origen.
Enriquecía mucho. Como podrá imaginar cualquiera menos Pablo Casado, muchos de
ellos tenían una carrera –de las que apruebas madrugando y estudiando– pero en
sus países las cosas estaban regular tirando a desastrosas. Como puede suponer
cualquiera menos Pablo Casado, todas estas personas eran cívicas y honestas, a
ninguno le dio por robar en el trabajo o la calle ni se le ocurrió presentarse
ante quienes éramos sus compañeros como titulado en máster del universo por la
universidad de Pernambuco, provincia de Aravaca. Como puede imaginar cualquiera
menos Pablo Casado, todos sabían, porque habían recorrido mundo, que cuando
llegas a un nuevo lugar también te enriqueces de él, también lo quieres como
propio, sin que eso te obligue a renegar de tu origen. Como sabe cualquiera
menos Pablo Casado, el cómo se deba comportar alguien, el cómo deba usar su
libertad individual, lo marca la ley, nunca la opinión de un trilero de los
buenos modales.
Imagen de portada:
Pablo Casado en el congreso del Partido Popular. MANOLO FINISH
https://ctxt.es/es/20181129/Firmas/23175/Pablo-Casado-inmigraci%C3%B3n-Gerardo-Tec%C3%A9-buenos-modales.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario