JM AIZPURUA
Las recientes
riadas en Mallorca, concretamente en Sant Llorenç, nos han regalado un ejemplo
humano del que si somos racionales deberemos sacar ejemplos y lecciones de
vida.
En plena catástrofe
con la riada de barro destrozándolo todo, el gran tenista Nadal, acudió en
ayuda de sus paisanos y se fajo con la escoba para limpiar durante días y cedió
sus instalaciones de tenis para albergar a los damnificados. Todo ello sin admitir
una foto ni el uso publicitario de su labor. Hoy en día, un mes después de los
hechos ha realizado una aportación de un millón de euros al municipio para
reparar las consecuencias de la catástrofe.
También acudió al
suceso otro muchacho de su edad, el gran rey Felipe, rodeado de séquito y que
se negó a coger la escoba que le brindó un voluntario fajado con el barro. Se
hizo las consiguientes fotos publicitarias y lanzó una de sus filípicas
soseras, hecho lo cual salió para palacio. No dejó ni un duro.
Y yo preferiría que
el Jefe del Estado, fuera el Presidente de la Republica D. Rafael Nadal, en vez
del Rey Felipe. Piensen un rato y verán como la monarquía es algo prescindible
y verdadera ruleta rusa de herederos impresentables.
La Presidencia de
Republica, es algo meritorio si consiguiéramos sacarla del poder de la
partidocracia y someterla al escrutinio popular. Y si el candidato croa, pues a
la calle y nueva elección, con la ventaja que con el rana se va toda su parentela
y en la monarquía, como cerezas, se van acrecentando los ¿nobles? en la saga.
No hay color. Pero como el Caudillo dijo que Borbones al poder; a jodernos
toca.
El ejemplo
meritorio de Rafa Nadal, será ignorado por la prensa mientras que las hazañas
del monarca se repiten por doquier y toda la TV estuvo absorta con la lectura
que su niña hizo en el aniversario constitucional, como si ello fuera una
acción extraordinaria, mientras ignoraban verdaderos méritos de otros niños que
han destacado en la vida normal, como el que salvó a su madre avisando a la
ambulancia.
Y con ello salimos
lastrados, convencidos de lo de “familia bien”, que da ventaja social sobre los
de “familia mal”. Y buscamos el enchufe como método de empleo y progreso. Y
compramos másteres. Y nuestro colegui del banco nos da créditos y el listo de
la panda amigo de Montoro nos dice como pagar poco en la hacienda, y así vamos
por la vereda de la corrupción, de fiesta en fiesta.
Los tontos siguen
estudiando y trabajando bien, esperando que alguien de arriba repare en su
existencia y en sus méritos. Vano intento.
Alguno me dirá que
en todos sitios cuecen habas, puede ser, pero aquí: calderadas.
¿Les suena
regeneración?
Pues quizás esa sea
la única esperanza peninsular; un reset total y a comenzar por el principio, y
este es claramente la república.
Con el mérito
rechazado para dar paso a la herencia, con la herencia machista eliminando a
las mujeres del trono donde debiera estar Elena y no Felipe, estamos
practicando ejemplos inconstitucionales y antidemocráticos. Los DDHH no avalan
estas conductas y no hay otra legitimidad en el trono que la franquista, pues
ya el rey Alfonso abdicó y fue substituido por un presidente de república, y si
hacemos caso a la reina que nos advirtió que sus hijos no los había hecho con
el Borbón, nadie podrá hoy día sostener la tradición.
Salud y republica
ciudadanos y ciudadanas de este país plurinacional.
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