EL PAJARILLO
DUNIA
SÁNCHEZ
Y el pajarillo se zambullía eufórico hasta su
presa. Y el pajarillo azul, verde se sumergía en las profundidades de su
existencia. Y el pajarillo, cuando la jornada se elevaba iba a su encuentro. Al
encuentro de un gran pez. Sí, grande. Tanto…que era grato el atrevimiento de
planear por esas lagunas. Y el pajarillo inquieto, con el cosquilleo del hambre
iba hasta allí. Lo vigilaba de las alturas hasta el instante oportuno. El
pajarillo azul, verde quería su pez grande. Y el pajarillo lo llevo a la orilla
de aquel lugar solitario y comenzó a picotearlo. Dubitativo se detuvo, correteo
y se lanzó al aire que aguantaba su escaso peso. Y el pajarillo se fue alegre,
vivaracho para posarse en una rama. Sí,
grande. Tanto…que un desfile de hormigas pasaba ante él. Y el pajarillo azul,
verde descanso en el embeleso de las sombras de aquel árbol. Y el pajarillo,
libre, alzó su vuelo. Se fue lejos, muy lejos, donde todo cambia al ritmo del
tic-tac interno. Y el pajarillo mientras avanzaba sintió que su vientre se movía.
Y el pajarillo supo lo que pasaba y construyó un nido. Y el pajarillo azul,
verde puso sus huevos y en el transcurso de los días brotaron pajarillos- pez.
Y el pajarillo sorprendido se preguntaba que harían ¿ podrían volar? Y el
pajarillo no sabe cómo pero les enseño en el sueño de una bóveda celeste. Y el pajarillo como sabía que pertenecían a
dos vidas en paralelo y vertical los enseñó a bucear. Y el pajarillo cuando se
despidieron con el arte de la supervivencia y la existencia se fue. Se fue
lejos, muy lejos….
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