EL ALMENDRERO DE NICOLÁS PACO DÉNIZ
FRAGMENTADOS
Un concepto extraño
resuena y penetra en mis tímpanos de forma persistente: fragmentados. Canarias
es un territorio fragmentado. Casi nada. Lo dicen quienes se suponen nuestros
máximos valedores, y lo han colocado en el salón principal de nuestras cabezas como
mueble destacado, como clave principal del discurso oficial que se nutre de
guiños repetidos por todas las tribunas cual eco que trae el viento, con origen
y destino incierto. Con intencionalidad política clara. Resuena igual que lo de
la lejanía, lo del coste de la insularidad, lo de nuestra incapacidad
(genética) para aprender inglés, nuestro paro crónico, etc. Desde luego que el
que se lo inventó nos percibe como fragmentos. O eso, o tiene la mente
postmoderna y licuada. Según esa visión, ser canario es una desgracia como otra
cualquiera, pues todo no son sino problemas. Estamos lejos, nos cuesta mucho,
somos fragmentados, tenemos un clima adverso aunque sea el mejor del mundo,
dependemos del turismo, somos ultraperiféricos, etc. Y así, siguiendo esta
trama argumentativa, vamos construyendo nuestro país en clave negativa, como si
pretendiéramos dar lástima a alguien. Porque no cabe duda de que esta
descripción oficial arrastra nuestra autoestima. Reproduce una percepción
negativa de nosotros mismos. Una clave de imposibilidad constante que, como no
podía ser de otra manera, para ser superada necesita de ayudas exteriores: bien
en clave de subvención, bien en clave de excepcionalidad, fiscal por ejemplo. Y
siendo muchas de estas, necesarias y justificadas, deberían airearse en
relación al tamaño y dependencia de nuestra economía, por ejemplo, al control
del precio de los billetes, al desprecio autóctono por nuestra capacidad
productiva, a los límites que nos impone la UE. Pero no por la geografía. Culpar
a la geografía solo busca eximirse de responsabilidades, que algunas tendrán
quienes han gestionado nuestro pequeño, aislado y fragmentado paisito durante
más de 30 años (computa el periodo UCD).
La gente no lo ve
así, de hecho, en la nueva era, la geografía debería percibirse como
oportunidad y no como problema. Estar orgullosos de ser isleños viene en el
mismo "pack" que estar rodeados de agua. Irrefutable. Conseguidas las
ayudas al transporte de personas y mercancías debería servir para secar
nuestras lágrimas y afrontar la geografía como oportunidad.
A no ser que
fragmentados quiera decir que no tenemos un proyecto de país, que las élites
insulares nos fragmentan, o que nuestra política está fragmentada y sin rumbo,
la política energética sin ir más lejos. Deberíamos tener más rigor con los
conceptos que empleamos para nombrarnos, porque existe el efecto perverso
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