¿ES POSIBLE LA REBELIÓN DE LOS BORREGOS EN ESPAÑA?
GERMÁN
GORRAIZ LÓPEZ
Tras el Tejerazo
del 1.981, en el que los líderes políticos confinados en el Congreso fueron
“invitados” a aceptar un acuerdo tácito por el que se declaraban intocables el
status quo (establishment) asociado al sistema monárquico (Juancarlismo), al
sistema político bipartidista ( implantación de las listas cerradas y de la Ley
D´Hont) y a la defensa de la “unidad indisoluble de la nación española”
asistimos a la aparición en el Estado español de un escenario distópico. Una
distopía sería “una utopía negativa donde la realidad transcurre en términos
antagónicos a los de una sociedad ideal” y se se ubican en ambientes cerrados o
claustrofóbicos enmarcados en sistemas antidemocráticos, síntomas todos ellos
de una posterior deriva totalitaria del sistema plasmada en la instauración de
la Ley Antiterrorista, la persistencia de la tortura y la implementación de la
Doctrina Aznar, elementos constituyentes de la llamada “ perfección negativa”,
término empleado por el novelista Martín Amis para designar “la obscena
justificación del uso de la crueldad extrema, masiva y premeditada por un
supuesto Estado ideal”. La deriva totalitaria del Estado español estaría
amparado por la “espiral del silencio” de los medios de comunicación de masas
del establishment (PRISA, Vocento, Grupo Planeta, Grupo Godó, Grupo Zeta,
Editorial Prensa Ibérica, Unidad Editorial, TVE y Mediaset España), teoría
formulada por la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann en su libro “La
espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social” (1977) que
simbolizaría “la fórmula de solapamiento cognitivo que instaura la censura a
través de una deliberada y sofocante acumulación de mensajes de un solo signo”,
(todo el entorno abertzale es ETA), con lo que se produciría un proceso en
espiral o bucle de retroalimentación positiva.
¿Es posible la
rebelión de los borregos en España?
¿Es el Tribunal
Supremo el garante de la corrupción política en España?
El establishment
del Estado español estaría formado por las élites financiera-empresarial,
política, militar, jerarquía católica, universitaria y mass media del Estado
español, herederos naturales del legado del General Franco que habrían
fagocitado todas las esferas de decisión (según se desprende de la lectura del
libro “Oligarquía financiera y poder político en España” escrito por el
ex-banquero Manuel Puerto Ducet), e iniciado asimismo una deriva totalitaria
que habría ya convertido a la seudodemocracia española en rehén del
establishment y que tendría como objetivo último la implementación del “Estado
Tardofranquista”, anacronismo político que bebería de las fuentes del
centralismo jacobino francés y del paternalismo de las dictaduras blandas. La
cartografía de la corrupción abarcaría a todas las Comunidades Autónomas
estando los políticos presuntamente implicados en casos de corrupción,
nepotismo y tráfico de influencias protegidos en un primer estadio por el
status de “aforado” y en segunda estancia por la benignidad de los magistrados
del Supremo a la hora dictar sentencias condenatorias, de lo que sería
paradigma el llamado “Master Casado”. Asistiríamos pues a la escenificación de
una lucha enconada entre un Tribunal Supremo, devenido en garante y tabla de
salvación de las élites político-financieras del establishment inmersas en el
top-ten de la corrupción, el nepotismo y el tráfico de influencias y el
Tribunal Constitucional convertido en el último reducto de la resistencia
democrática ante la progresiva implementación del nuevo Estado Tardofranquista.
¿Es posible la
rebelión de los borregos?
Hermann Hesse en su
libro “El lobo estepario” (Der Steppenwolf,1.927), plasma el sentimiento de
angustia, desesperanza y desconcierto que se apoderó de la sociedad europea en
el período entre-guerras y es un lúcido análisis sobre la locura de una época
en la que agoniza lo viejo sin que haya nacido lo nuevo. En dicha obra critica
mordazmente la sociedad burguesa ( “la decadencia de la civilización”),
dictadura invisible que anula los ideales del individuo primigenio y le
transforma en un ser acrítico, miedoso y conformista que sedado por el
consumismo compulsivo de bienes materiales pasa a engrosar ineludiblemente las
filas de una sociedad homogénea, uniforme y fácilmente manipulable.
Así, Hesse define
al burgués como “una persona que trata siempre de colocarse en el centro, entre
los extremos, en una zona templada y agradable, sin violentas tempestades ni
tormentas. Consiguientemente , es por naturaleza una criatura de débil impulso vital,
miedoso, temiendo la entrega de sí mismo, fácil de gobernar. Por eso ha
sustituido el poder por el régimen de mayorías, la fuerza por la ley y la
responsabilidad por el sistema de votación. Es evidente que este ser débil y
asustadizo, aun existiendo en cantidad tan considerable no puede sostenerse
solo y en función de sus cualidades no podría representar en el mundo otro
papel que el de rebaño de corderos entre lobos errantes…”.
Dichas reflexiones
siguen vigentes casi un siglo más tarde, pues la entrada en recesión de las
economías europeas ha implementado el estigma de la incertidumbre y la
incredulidad en una sociedad inmersa en la cultura del Estado de Bienestar del
mundo occidental, derivando posteriormente en un shock traumático al
constatarse el vertiginoso tránsito desde niveles de bienestar hasta la cruda
realidad de la pérdida del trabajo y posterior desahucio, inmersión en umbrales
de pobreza y dependencia en exclusiva de los subsidios sociales, por lo que se
antoja inevitable un proceso de catarsis y posterior metanoia colectiva que
tendrá como efectos benéficos la liberación de la parte indómita del Individuo
que ha permanecido sedada y oprimida por la tiranía del actual status quo
neoliberal.
¿Hacia un nuevo
status quo en España?
Sin embargo,
gracias a la interactividad que proporcionan las redes sociales de Internet (el
llamado Quinto Poder que enlaza y ayuda a la formación de las identidades
modernas), se estaría rompiendo el endémico aislamiento y pasividad del
Individuo sumiso y acrítico (Individuo Unidimensional) y estaría ya surgiendo
el Individuo Multidimensional reafirmado en una sólida conciencia crítica y
sustentada en valores caídos en desuso como la solidaridad y la indignación
colectiva ante la corrupción e injusticia imperantes. El nuevo Individuo que
está naciendo estará dispuesto a quebrantar las normas y leyes impuestas por la
“monarquía de las tinieblas ”, instaurará el caos que terminará por diluir el
opiáceo inhibidor de la conciencia crítica (consumismo compulsivo) y generará
un tsunami popular de denuncia del déficit democrático, social y de valores de
la actual élite dominante que terminará por finiquitar el actual status quo
tras una época traumática en la que agonizará lo viejo sin que amanezca lo
nuevo. Así, la agudización de la crisis económica, la desafección política de
la sociedad española motivada por los sangrantes casos de corrupción de la
élite político-económica y el endemismo de una Cataluña invertebrada, harán
revisar la vigencia de la Constitución del 78 en la que se sustenta el actual
status quo que terminará por implementar la III República en el horizonte del
2.021.
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