JM AIZPURUA
¡Ya tiene bemoles
que un zurdo congénito, como yo, predique de la derecha! Pero, me veo obligado
porque la evidencia me sale por las teclas y me obliga a manifestarme. Y vamos
al tema.
Parece ser que unos
12 millones de ciudadanos del Estado, probablemente muy españoles unionistas,
son “la derecha “electoral. Pero no todos piensan lo mismo, ni siquiera
parecido, pues ellos son la agrupación electoral de neofranquistas, liberales, democratacristianos,
conservadores, monárquicos y ultras o fachas. De ellos, como tontos útiles, se
aprovechan los señoritos de la perenne casta hispánica oligárquica.
La internacional
neoconservadora, por medio de sus Lobbys ha dado la consigna de apretar las tuercas
al pueblo para que no haga populismo, que es como pedir al olmo que de peras.
Tienen un proyecto social, con su base tecnológica y comercial preparada para
una nueva revolución capitalista que transforma el proletariado en precariado,
que individualiza la clase obrera, la fractura en parados crónicos,
trabajadores precarios y móviles, subvencionados, empleados básicos
mileuristas, empleados en control amarillo, aristocracia empleada. El
sindicalismo ha muerto.
El proyecto Casado
es la apropiación del Lobby de Aznar de la derecha estatal, segando el camino
centrista del presidente Suarez y volviendo a la consigna guerra civilista.
¿No queda nadie
centrista en este Estado?
¿No hay nadie
demócrata en estas derechas?
Es el momento para
que un grupo decidido a seguir con el Espíritu de la Transición, desde
presupuestos de derecha democrática y europeísta, se apreste a cortar las alas
de los mellizos trepadores, y se lance a las mesas de negociación con TODOS,
como lo exige la democracia, para tratar de lograr consensos o disensos, lo que
toque, pero desde el respeto y la empatía al diferente. El éxito electoral lo
tendría asegurado.
No es fácil volver
a la casilla de salida y reconocer la legitimidad de la república, la
plurinacionalidad del Estado, la falacia del franquismo, pero es inevitable y
cuanto más circule la derecha sobre esos paradigmas, más cercana estará de
provocar un nuevo enfrentamiento civil, y más lejos estaremos de resolver los
problemas endémicos de pobreza y corrupción, ya más marca España que los toros.
Ahora que la
derecha camina al fascismo inconsciente, es precisa la voz de los demócratas de
derechas, voces autorizadas como la de antiguos líderes y otras muchas más modernas
que saben de lo que hablan: derecha y democracia. No deben dejar que arribistas
incultos, atrincherados tras siglas, destruyan la obra del presidente Suarez y
nos vuelvan a sus montañas nevadas.
Estos fachas, en su
infinita soberbia, tan grande como su avaricia, pretenden perpetuarse en la
historia adulterando el Relato Histórico, para no pasar a la Historia como
golpistas fascistas. Pretenden que se olvide la gesta imperial genocida de la
expulsión de moros y judíos, las invasiones de los territorios peninsulares
bajo la monarquía castellana, las invasiones de Canarias, y el expansionismo
imperial que bajo la esclavitud y el saqueo lanzaron al mundo, que es algo
inhumano y que camuflan con un catolicismo papista ajeno a la enseñanza del
nazareno. El mundo no lo ha olvidado y sus “Provincias de Ultramar” quedaron
destrozadas y con el genocidio de sus aborígenes. Quedó por su acción
imperialista un mestizaje poblacional en el que el negro africano sometido como
esclavo, raptado en su territorio natal africano y explotado durante siglos
hasta acabar con sus resortes humanos, es aún hoy un problema social de
integración gracias al mensaje ¿católico? del supremacismo del hombre blanco.
¡Que de basura
histórica nos deja el españolismo facha! Olvídense del tema de manipular el Relato,
asuman la realidad, y pasen al siglo XXI a ver si son capaces de consensuar un
Estado moderno y democrático. Otros europeos implicados en la época esclavista
lo han conseguido ¿por qué ustedes no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario