JM AIZPURUA
¿Ya saben que, en
la Zarzuela, el matrimonio ingresa al mes 31.358 €? Y además tienen una caja de
651.574 € al mes para gastos de la casa. Y el papi-suegro se lleva al mes
16.186 €, que, con sus aficiones, parece poco. Pero no me preocupa pues como se
pasó la vida poniendo el cazo, tendrá una hucha con recursos para poder dar la
paga a las nietas.
Todos somos iguales
ante la Ley, pero en el banco: no.
Mis vecinos,
Adelaida y Gumersindo, jubilados, ingresan en su hogar ella 435 y él 976 al mes
lo que les da 1.411 € y son de los ricos del barrio, pero no les llega para dar
paga a su nieto pues los achaques les llevan una fortuna en gastos médicos.
Hartos de las listas de espera deben recurrir a la privada y esa es su ruina.
Mis profesores de
universidad nos enseñaban que el abanico salarial mas justo es de 1 a 7, por lo
que a la familia real con 14.117€ deberían ir sobrados, o a mis vecinos con
4.479€ que serían las remuneraciones que la justicia social de la iglesia
consideraba razonables para la nueva sociedad española de los 80.
Dan ganas de
llorar.
¿Qué fue del Papa
Juan 23, de la Rerum Novarum, de los curas obreros? Cuando el clero se
concienció de que no había infierno se lanzó con furia al consumismo. Olvidó lo
del camello y el ojo de la aguja y sus obispos se apuntaron a la ostentación y
las amistades pudientes. Cuando algún cura protestaba; lo mandaban a misiones.
Nada puede
esperarse hoy de esta iglesia católica española, descristianizada, y servidora
del capitalismo consolidando una sociedad con desigualdades inaceptables.
El
nacionalcatolicismo, rémora del hispanismo universal, sigue hoy vigente en una
minoría dirigente, que no cuestiona nada pues le va muy bien con ello. El
antiguo Dios, Patria y Rey, no es aceptable en el siglo XXI. Con ese esquema
mental no se puede avanzar en la competitiva globalización.
Dios, los dioses,
son algo más propio del ámbito interno del ciudadano, una especie de autoayuda
para seres muy dependientes que practican mendicidad protectora en el ámbito
privado de su intimidad. Pero colocar ese supuesto Dios al frente de los iconos
de una modernidad social es algo obsoleto y científicamente superado. Hace
tiempo que se crea vida en el laboratorio.
Patria, hoy se ha
substituido por Estado, como realidad administrativa que carece de la
visceralidad de siglos pasados, y solamente entre personas de pocas luces tiene
una importancia radical, para llevarlos al conflicto por la forma de entenderla
en territorios donde las razas, las procedencias, convergen en las modernas
sociedades. El “ius solis” se impone al “ius sanguinis”.
Rey, en los
desgraciados territorios en los que este anacronismo no ha sido superado,
constituye una antigualla, algo obsoleto y un mal ejemplo de la falta de mérito
para ocupar un lugar social destacado. La herencia es el único mérito necesario
para ser monarca. Esto es inaceptable en el siglo XXI.
Pero cuando te
sueltan todos los meses 242.769 € y 133.530 € a tu parienta, se hace muy
difícil renunciar al chollo vitalicio, y se olvidan los deberes humanos de
reconocer que su mérito divino caducó en el transcurso de los tiempos y hoy
debiera ser un humano mas entre los suyos. ¿Ella no dicen que era republicana?
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