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domingo, 9 de septiembre de 2018

HARTAZGO ISLEÑO


HARTAZGO ISLEÑO
JM AIZPURUA
Nosotros en estas benditas letras de Blog, lo decimos a diario: a Canarias la han llevado al subdesarrollo europeo, en maniobra, eterna, genocida, fascista, creada y ejecutada por la casta metropolitana con la ayuda del caciquismo isleño y sus sirvientes.
Pero hoy ya tenemos voces “sensatas” de orden, como las de FEPECO, donde su presidente se lamenta de que desde Madrid no tengan interés en el progreso canario cuyas infraestructuras no son europeas ni peninsulares por la ausencia de una inversión similar al resto de Comunidades Autónomas. ¡Bienvenidos al convento!
Y, muy pronto, miles de voces protestarán hartas ya de la discriminación canaria, con una hora menos y: ¡menos de todo! El tremendo desarrollo turístico del Mediterráneo, que ha hecho resurgir economías de países ribereños, a Canarias, líder en muchas áreas, no le ha traído el despegue económico merecido, pues como cantaban en mi pueblo; “nosotros las ordeñamos, pero la leche se va a Madrid”.

Si; llegan los cruceros, pero ¿A dónde van? ¿Al Toscal a tomarse un gofio? ¿A las Ramblas a ver el pajarraco? ¡Y menos mal que no van a Méndez Núñez y caen en un socavón!
No hay infraestructuras viales, ni urbanismo en la capital, ni vida social atractiva para el turista y menos para el residente. ¡Bravo alcalde! (y este sigue mudo para que no le quiten la echadera.)
En Ciempozuelos del Tornadillo, meseta pura y dura, en las fiestas como acto principal, el alcalde desde el balcón municipal quemaba una alpargata, entre los vítores populares cumpliendo con la tradición. Pero un año. Le dijo el secretario:
-      “Cada vez viene menos gente” –
-      “Tienes razón. ¡El año que viene quemaremos dos alpargatas!” –
Pues creó escuela de estrategia municipal, de la que el edil chicharrero es alumno aventajado.
La casta dominante peninsular, no tiene proyecto de progreso para Canarias. Se limita a mantenerla en la cola del pelotón, dándole lo imprescindible para que no colapse.
Ya la situación se hizo insostenible, y la población consciente mira al futuro preocupada: no hay un resquicio por el que ser optimista. Los políticos isleños son simbólicos, intrascendentes, llenando el cupo que desde la metrópoli se les asigna para que su actuación no mueva un ápice los proyectos de subdesarrollo que se les asigna.
Dramático e inmerecido futuro para las islas que un día fueron afortunadas.
Hay tiempo y necesidad para abordar el giro canario. El cambio de rumbo que piense en el mañana, que acabe con la mentalidad provincial y provinciana de los dirigentes canarios. Canarias no es una “provincia española”: es una realidad nacional isleña en pleno mar: ¿o no? Para ella se necesitan instrumentos legales diferentes a los provinciales peninsulares, recursos económicos mayores por su condición de archipiélago con ciudadanía dispersa. No es válido el esquema de población para asignar recursos. Ser camarero-a no puede ser una mono alternativa ocupacional canaria al que su turismo ofrece unas posibilidades inexploradas y cubiertas por ajenos al país.
Despertemos a Canarias, entre todos, sin siglas siempre interesadas, pensando primero y actuando después, sin miedo a encontrarnos con un destino diferente.

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