CARTA
ABIERTA PARA ANGHEL
MORALES GARCÍA
Rafael ZAMORA MÉNDEZ
Los niños tienen los ojos y la sonrisa puros, porque son sencillos y
humildes.
Te comunico que, hace ya un par de años, habiendo disfrutado por unas
semanas en el plácido rincón veraniego herreño de EL TAMADUSTE, en la amorosa
compañía de los queridos nietos, uno de 9 años, LEO y el otro de 4, TOM, he
sacado la oportuna conclusión de que, nada hay tan confortable en la
existencia, como esa tan personal familiaridad que, de efusiva forma, nos ha
permitido contactar con los inocentes retoños de nuestros propios hijos,
viéndoles desarrollarse corporal y mentalmente, para, con ello, saturarnos por
completo de las más optimistas ilusiones y adecuadas perspectivas.
Unas deleitables mañanitas campestres, apenas percibiendo la canora trova
de los madrugadores gallos, visitando las propiedades del querido primo
hermano, lamentablemente, ya fallecido, ENRIQUE SÁNCHEZ, para, diligentes ir
hasta a sus rebosantes higueras y cargadas viñas, en busca de suculentos higos
blancos, negras brevas y jugosas uvas crepusculares.
Otro día, una muy risueña sorpresa, al tropezarnos de pura providencia
con el que, con tanto éxito y singular simpatía, ejerciera de Notario en la
isla, el respetuoso DON FRANCISCO JAVIER JUAN RICO, entrañablemente acompañado
de su muy distinguida esposa, una encantadora y muy recordada maestra,
presentándonos a su tierno retoñito, un embrujo de criatura celestial,
poniéndonos de manifiesto el enorme cariño y tremendo apego que, todavía por
estos isleños rincones, siguen profesando.
Los sosegados atardeceres, acompañando en su privilegiado rincón,
enclavado al final de una popular calle principal, a la querida allegada,
recientemente traspasando la otra orilla misteriosa, LOLITA PADRÓN GALÁN, junto
a su efusiva e inseparable compañera, TOÑA ÁVILA, tan valorada que fuera por
ella como si de una verdadera hija se tratase; al servicial buen vecino de
auténticas raíces gomeras, POLICARPO DÍAZ y a la diligente, PILUCA CANO,
hablando de todo lo divino y humano, bajo los atentos servicios privativos de
las elegidas asistentes de turno.
Sucediendo que, una buena tarde, decidimos darnos un indagador recorrido
por los encantadores predios del
difundido pueblecito de ECHEDO, gestionando una especial inspección por
su nueva y flamante RESIDENCIA en marcha, con su bien acomodada estructura
moderna, me llamó poderosamente la atención, el increíble vocablo del
nietecito, LEO, un chaval bilingüe quien, después de haber recorrido las bien
cuidadas y extensas dependencias, al irnos, exclamó:
-.- ¡SE ME ROMPE EL ALMA, VIENDO A TANTOS ABUELITOS ENFERMOS, RETIRADOS
DE SUS ALEJADAS VIVIENDAS!
¡Aquí, aquí, considerado concomitante buen amigo ANGHEL, es cuando,
reflexivamente, pude llegar a comprender el por qué, no debe de permitírsele
las visitas a menores de edad, a ciertos lugares determinados, como el ya
mencionado, incorporándoles además, los centros hospitalarios y dependencias
análogas que ostenten un idéntico estilo!
Me confieso convicto de lo funestamente acontecido, algo que sobrevino
por el simple hecho de no dejar solo al nieto y, me ha perturbado su tan
pasmoso término, por el profundo contenido humano que el mismo sobrelleva y
encierra.
Muchas veces, cuando contemplo a unas lindas aves, encerraditas de por
vida en unas jaulas que, por muy bien cuidaditas que estén, nunca dejarán de
encontrarse cautivas en esas tan agobiantes mazmorras... comparo a tantos seres
desdichados que, por unas u otras causas, totalmente conocidas o marginalmente
ignoradas; con poderosas razones o sin ninguna juiciosas de ellas, tienen
inevitablemente que renunciar del querido hogar, para ser atendidos como el
Destino prevenga, en esos favorecedores o retribuidos Centros Residenciales,
cada día, por doquier, proliferando más y más.
¡Es esta una retenida cuestión, digna de continuar ampliando, aclarando
determinados conceptos y debatiendo diversos pareceres pero, también, a muchos
de nosotros... ¡SE NOS ROMPE EL ALMA!,tratando sobre un reservado tema que,
desde hace ya bastantes años, como la cosa más simple y natural, resulta
haberse convertido en el cotidiano pan nuestro de cada día!
Agradeciéndote sinceramente la publicación de la presente en tu mimada
"NACIÓN CANARIA” te saluda con fraternal afecto:
Rafael Zamora Méndez.-*
Buenos días, mis apreciadísimos amigos, Ángel y Rafael, encantada de leer este emotivo artículo desde mi lugar de veraneo, Valle del Gran Rey, desde donde les envío a ambos un cariñoso saludo.
ResponderEliminarPerdón porque por defecto firmé con mi seudónimo, soy Mari Carmen Martín Mendoza.
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