"EN EL CARIBE SE VIVE COMO SE ESCRIBE" DISCURSO DE
HOMENAJE A CUBA
SAMIR
DELGADO
A Carlos
Valtuille
Discurso de homenaje a Cuba como país invitado
con motivo de la inauguración del VI Encuentro Internacional de Escritores
“José Revueltas” en el Museo Francisco Villa, Durango-México (junio, 2018)
Es un
honor compartir la palabra y dar la bienvenida en este Encuentro Internacional
José Revueltas 2018 a los poetas cubanos que vuelven por primera vez a Durango,
Margarita Sánchez Gallinal y Waldo Leyva retornan y Odette Alonso llega en su
primera estancia a la ciudad de los Revueltas, el mezcal y los alacranes, la
ciudad donde nació Villa pero también donde hay pintores y artistas y
escritores y artesanos y hombres y mujeres de cultura que brindan a Durango, la
perla del Guadiana, un sello de distinción y un imaginario que como otra isla
que es a la orilla de la Sierra Madre Occidental y el desierto y los bosques y
las sierras tiene en su devenir como centro neurálgico de la mexicanidad del
siglo XXI un desafío inconmensurable.
Hay un
poema de Luis Cernuda dedicado a Durango, muchos lugares adquieren dimensión
literaria y universalidad a través de los poetas que los visitan. Buena parte
de los lugares de ensueño, de perplejidad y de conmoción eterna tienen en los
poemas su designio. Es importante que los espacios de cultura y de creación
perduren y se estimen como centros de irradiación colectiva y de valor
productivo, la propia ubicación en el planeta depende de su cultura, de sus
paisajes y de su aura. Las ciudades que celebran festivales y encuentros
internacionales de literatura están ganando la partida a la incertidumbre y el
colapso. Felicidades Durango.
Este año
el país invitado al Encuentro Revueltas de escritores internacionales es Cuba,
un acierto de la poeta y Directora del Instituto de Cultura del Estado de
Durango, la Ing. Socorro Soto Alanís, y de todo su equipo pues Cuba representa
un paradigma y su historia, arte y cultura, prosigue en la vereda de Nuestra
América, como dijo Martí, y todos los homenajes a la isla, al caimán, a la
perla del Caribe son necesarios. Y estoy por todo esto, por volver a ver a
poetas admirados y compartir la fiesta de la palabra, muy agradecido por la
invitación a dar unas palabras de pórtico de bienvenida a los poetas cubanos.
Yo que soy isleño, mexicanario, y tengo con Cuba una deuda inmensa y una pasión
y una ética que definen y configuran el posicionamiento de todo escritor en el
mundo. Hay mucha gente en Durango que al escucharme hablar con acento isleño
enseguida ubican la cubanidad como referente, a la mayoría les brillan los ojos
al mencionar La Habana y el ensueño, y el carisma y el aura de lo cubano
sobreviven aquí, allá y acullá gracias a una forma de ser y de estar que es la
cubanidad.
Hace
tiempo conocí a un profesor cubano de filosofía, rusoparlante especializado en
el concepto de la noosfera promulgado por Vladimir Vernadsky, precursor de la
ecología moderna. El Maestro Carlos Valtuille ya difunto, necesitaba de Cuba
durante sus estancias en mis islas de varias dosis de veneno de escorpión para
combatir el cáncer, me decía que tenían la mejor medicina del mundo y eso
gracias a la revolución y al bloqueo. Él me enseñó que Cuba era cubista y que
tiene muchos ángulos y muchos vértices por donde conocerla. Además de eso me
dijo también que La Habana es el lugar del mundo con más negros por metro
cuadrado, el negro habanero es hombre de sabia condición y perspicacia, forman
parte de la órbita de seres humanos cuyo acervo tricontinental referencia la
riqueza y la bonhomía de una condición humana que en el Caribe, como dijo otro
gran filósofo cubano, Antonio Benítez Rojo, materializan el mestizaje y la
criollidad y el devenir del cosmopolitismo futuro. La raza cósmica de la que
habló José Vasconcelos también procrea desde hace más de cinco siglos en Cuba,
y Cuba es un hechizo insular, lo dijo María Zambrano, y también un destino.
Para dar
la bienvenida a los poetas cubanos solamente bastará con mencionar algunos
hitos de lo cubano en la poesía, como dijo Cintio Vitier, podríamos hablar
largo y tendido de películas como Fresa y Chocolate, excelente guión de Senel
Paz, de la pintura yoruba de Manuel Mendive hoy, o de Wifredo Lam y de la
Trova- indiscutiblemente tras el premio Nobel de Literatura a Bob Dylan,
respetable y digno, ya Silvio Rodríguez también forma parte de las quinielas
que cada año vislumbran a los candidatos de la literatura universal-, hay mucho
que hablar siempre de Cuba y Cuba es un capítulo esencial de la historia de los
pueblos y naciones de Nuestra América que claman, sueñan, luchan y fomentan la
identidad unida y solidaria entre todos los países de nuestro Continente.
Y
hablando de islas, justamente fue un insular, Silvestre de Balboa, quién
inauguró la literatura cubana. Ya lo dije en otro lugar: sus ninfas, faunos y
guanábanas recorren maravillosamente el episodio del rapto en el Puerto de
Manzanillo del Obispo Altamirano por parte del francés Gilberto Girón en 1604.
Se conserva el acta bautismal del célebre canario que emigró a Cuba. Aunque a
decir verdad el texto original del poema nunca apareció realmente. Así es lo
cubano, elogio, celebración, una fiesta innombrable. El legado poético una vez
más parte de copias que salen a la luz y constituyen mitologías en estado puro.
Era una mañana de calor intenso en La Habana. Recibí en el hotel Vedado durante
mi estancia como autor invitado al XV Festival internacional de Poesía una
carta manuscrita de la profesora Yolanda Ricardo donde me contaba al detalle su
parecer acerca de los orígenes de la literatura cubana. Todavía conservo en mi
memoria aquellos momentos dulces del desayuno donde conversamos amistosamente
sobre hermenéutica y poesía.
La carta
aquí la leo porque estamos en suelo cubano junto a sus poetas, y parece que
como ayer, leerla es estar también siempre en La Habana, bajo el arrullo del
malecón:
"Aquí
va lo prometido. La revista cultural con aquel ensayo sobre la insularidad en
la obra de Dulce María Loinaz y los datos exactos del poema La Florida,
aparecido en el periódico Granma el 19 de Abril de 2002. Probablemente este
poema es algo anterior al Espejo de Paciencia del canario Silvestre de Balboa,
que hasta hoy es considerado como el verdadero documento fundacional de las
letras cubanas. El otro está fechado alrededor del año 1598. Su autor fue Fray
Gregorio Alonso de Escobedo, un franciscano andaluz que vivió en La Castilla
del final del siglo XVI. Aparece escrito en octavas reales que narran aspectos
costumbristas sobre los indios en su travesía desde Baracoa, en el extremo
oriental de la isla, hasta La Habana. Ojalá los datos valgan para proseguir en
el estudio sobre nuestros lazos históricos. Besos” (Extraído del libro
"Banana split", 2010)
Yo
quisiera, ahora mismo, para ceder la palabra a los poetas cubanos, pensar en
Lezama Lima con su bandeja de fruta en medio del calor habanero, siguiendo
nuevamente las referencias de José Agustín Goytisolo que le recordaba “ fumando
un largo puro, sentado en un balancín y abanicándose al calor de aquel
setiembre habanero que pareció quererse distinguir por una exagerada humedad,
por un pesado aliento que subía de la tierra como el vaho de un horno por
decirlo con palabras del Génesis en la historia de Lot”. El poeta cubanísimo
sigue representando una idea de la literatura que -más allá de los bestsellers
y de los productos del merchandising global- sigue siendo efectiva y
universalizable. En el Caribe se vive como se escribe, canta Luis Eduardo Aute.
Escribir en la isla es tener más cerca lo universal.
Uno de
los profesores en las otras islas del extremo noroeste afroatlántico, en
Canarias, el ensayista Nilo Palenzuela alude en sus escritos sobre las
vanguardias insulares a nivel mundial, desde la periferia, que “los animadores
de la revista Orígenes, otro hito de lo cubano, desentrañan las imágenes de la
diferencia y suprimen las distancias de Europa y América, y del Norte y del
Sur, y recogen textos o visiones en una suerte de antropofagia. La revista,
como en las utopías renacentistas, sitúa sobre Cuba un aprendizaje que puede
encontrarse en todas las lenguas. Aquí aparecen textos traducidos al español de
Saint-John Perse, de Heidegger, del pintor Braque, de W.C. Williams o de W.H
Auden. Es la grandeza de las alturas insulares y acaso también su exasperada
necesidad. Aquí se manifiestan las obsesiones universalistas con el deseo de
atrapar la unidad y de sortear el laberinto de Babel.”
Solo
falta decir, con el permiso del público aquí presente y de los poetas cubanos
de este nuevo encuentro revueltiano, que de los quehaceres creativos que ha
producido Cuba al mundo no se puede dejar de citar “el talento demiúrgico de
José Martí cuya obra dejó para la posteridad la pista memorable de una figura
auroral de la literatura, que no cesa de deparar nuevos vestigios de su
grandeza. En el horizonte cultural del mestizaje constitutivo del acervo
antropológico del Caribe, la obra martiana depara un caudal fértil de elementos
referenciales que fundan una cosmovisión panamericana de actualidad perenne”.
Sin él, el pensamiento existencialista, el periodismo freelance, la poesía
modernista, todo, tendrían una orfandad irremediable y habría que empezar de
nuevo.
Desde
México otros poetas tendieron un puente y forman parte de la gesta, José María
Heredia. Y también en España, ya para finalizar, no podemos olvidar y no se
debe mantener por más tiempo en el silencio, la figura de otro cubano, Pablo de
la Torriente Brau, mártir caído en Majadahonda durante la guerra civil
española. Él, amigo de Miguel Hernández, representó el ahínco, la fe y la
rebeldía en estado puro, dio su vida por la utopía y la bala que atravesó su
corazón en el Madrid de la resistencia antifascista -la capital del mundo en
aquellos momentos vistos también por los ojos atónitos de Alberti, Nicolás
Guillén, Octavio Paz, César Vallejo y tantos poetas del mundo- no hizo más que
encumbrar la figura de un cubano entregado a la solidaridad, él que desde las
trincheras nocturnas arengaba a los milicianos y al enemigo con ideas y versos,
nadie como él para rendir un homenaje sentido a favor de la paz mundial y de la
solidaridad entre las naciones. Estoy seguro que José Revueltas hubiera firmado
de su puño y letra el discurso de Pablo de la Torriente Brau sobre el apoyo del
pueblo de México a la causa republicana que en aquel entonces, y todavía hoy,
representa el ideal de la utopía, de la paz y de la libertad.
Muchas
gracias
Samir
Delgado, 2018
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