LOS TRES
CONSEJOS
Rafael ZAMORA MÉNDEZ
Cuento venezolano
(Que he
transformado en verso)
Me lo dijeron Lector,
que así ocurrió de verdad y, si pones atención, vivirás con emoción un
relato singular :
Muchos años hace ya que dos hermanos
moraban en la misma a capital y lo pasaban tan mal que...¡ ni una arepa,
probaban!
Juan Ramón era casado con una mulata
linda. Dios le había mandado un retoñito salado que...¡ni pañales tenía!
Eduardo, bien libre andaba. A las mujeres temía.
A ninguna enamoraba y dichoso disfrutaba de su feliz soltería.
Por vivir en la ciudad un sueldo nunca
encontraban y, con el alma, lloraban la angustiosa realidad.
Decidieron separarse, rompiendo todos
los “peros”.¡Tenía ella que quedarse, para así, poder salvarse, habiendo dos
bocas menos.
Los hermanos se marcharon, rumbo al
Estado Judibana. Edo. Falcón¡ Caminaron, caminaron, hasta que por fin,
llegaron, a la hacienda de un señor.
Un anciano solitario, solterón y sin
familia que, se sintió solidario, dándoles un sueldo diario, trabajo, cama y
comida.
Muchos años estuvieron, al cuidado de la
heredad y, cuando plata reunieron, animados, decidieron regresar para su hogar.
El patrón, lo lamentó, porque, no tenían
precio. Argumento no encontró para buscar solución y llegar hasta un acuerdo.
-.- “De vida, me queda un hilo. La
muerte, ya veo acercarse. Sigan hasta el final conmigo, porque, les juro y les
digo, que todo, puedo dejarles”
Fuerte fue la tentación, ante el dicho
extraordinario, mas... no entraban en razón, rompiéndole el corazón, al vetusto
propietario
-.-”Todo el dinero ganado, para los dos,
aquí está. Día a día, lo he guardado cual un tesoro sagrado y, hoy, lo quieren
retirar.
Como se van a marchar, es mi deber
entregarlo pero... antes, han de escuchar una propuesta final que, con el alma,
les hago.
¿El dinero todo prefieren o... tres
consejos que tengo? ¡Díganme lo que más quieren que, siendo, leales y fieles, a
lo que acepten, me atengo!”
Juan Ramón, no lo dudó: ¡Deme ya sus
tres consejos pues, serán mucho mejor que esas dunas de Falcón, de las que,
pronto me alejo!
Emprendiendo su retorno, Eduardo, agarró
la plata: "Tengo un hermano bien bobo que, perdiéndolo todo, se va a a
quedar sin mulata.”
Escuchó, estos consejos: CAMINO, ANTES
QUE VEREDA-HUYE DE LÍOS AJENOS y, EMPLEA SIEMPRE TU SESOS, CON SUAVES MANOS DE
SEDA”
Salieron bien de temprano, por senderos
montañosos ya que, en tiempos tan lejanos, existía poco de urbano, siendo el
trayecto, penoso.
Arribando a cierto punto, dijo, Eduardo
de primera: "Arreglemos el asunto que, quiero pagarme el gusto, de seguir
por la vereda”
Juan Ramón, siguió por el camino, del
que muy bien supo aconsejarle y, así,le salvó su Destino, puesto que, un
despiadado asesino, a Eduardo, mató, para robarle.
En llegando a un parador, pidió una
cerveza fría. Se acabaron ya las penas! Pero...cómo quedaría, cuando, tras el
mostrador, vio a una morena en cadenas.
El primer impulso, fue preguntarle al
posadero, ¿Qué había hecho aquella mujer, para triste padecer, un castigo tan
severo?
Recordó lo del anciano: "HUYE DE
LOS LÍOS AJENOS”. Se olvidó de que era humano y, con gesto soberano, así, le
habló el tabernero:
-.-”Esta hembra me puso cuernos y, ¡por
el diablo, sostengo que, el que busque algún remedio, de cuajo, le corto el cuello
que, el machete, aquí lo tengo.
Como usted no ha preguntado, ahora
mismo, yo la suelto. ¡De buena se ha librado! Ya la había sentenciado, para que
abonara mi huerto”!
El viaje siguió de nuevo. ¡A su casa iba
a llegar y... casi se viene al suelo, cuando vio a un caballo a pelo, en la
puerta del lugar.
Sospechando una traición, empuñó bien su
revólver y, a y través del ventanón, a la mulata observó, besándose con un
hombre.
-.- Yo les voy a disparar, ¡caracho!,
pero...antes, usaré el cerebro, amarrándome los machos y, a esta ramera que
tengo, preguntarle, ¿por qué, empeño de adornarme con dos cuernos?
-.-”¡Querido esposo, ella dijo, ¡qué
felicidad más grande, me besaba nuestro hijo, porque, tu patrón, le dijo que,
hoy, volvería su padre.
Un buen rocín nos dejó, con bolsas
llenas de plata que,transportó desde lejos.
Su hacienda, a ti, te legó, por ser un
hombre de honor, al cumplir sus tres consejos”
** Atentos buenos Amigos de NACIÓN
CANARIA, aprendamos de este cuento,con sabeor venezolano, sea falso o sea
cierto, se merece un monumento, por lo mucho que pueda enseñarnos.
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