CONOCIENDO NUESTRO
CEREBRO
CRISTINA COVO
En el
principio el hombre era cazador y recolector, no tenía sentido de la propiedad
ya que ésta llegó con el desarrollo de la agricultura. Al no estar en el estado
de conciencia no sabía lo que era la desconfianza, ni la astucia, ni el
peligro. Todo esto se fue manifestando a lo largo de su evolución, por lo que
podemos decir que el sapiens fue perdiendo libertad al tiempo que ganaba
seguridad y que cuanta más seguridad tenía más libertad perdía y al revés.
El
cerebro humano es ante todo un escudo de defensa; el ser humano no persigue la
felicidad sino la supervivencia, y aquí metemos tanto la protección de su
propia persona como la perpetuación de la especie.
El
sapiens es también un ser social, su vida en comunidad, el intercambio de
gestos palabras son de mucha utilidad,
así como el lenguaje y la comunicación con los cuales se está relacionando de
continuo con el entorno.
Si bien
es verdad que estamos sujetos al peligro también es cierto que el concepto de
miedo y peligro se han exagerado de modo extremo en nuestra sociedad primero
porque el sapiens no está expuesto a tantos peligros como su antepasado el
hombre de las cavernas, en segundo lugar porque sentimos miedo ante situaciones
que pueden controlarse usando el sentido común.
El cuerpo
es el gran espejo de las emociones, tenemos un primer cerebro en la cabeza, un
segundo cerebro en el intestino y neuronas que están repartidas por todo
nuestro cuerpo. Por tanto es el cuerpo el que responde a los estímulos, los
traumas y demás experiencias externas.
Como
animales que fuimos y seguimos siendo estamos preparados para responder a
situaciones de peligro, ansiedad, inseguridad, nuestro cuerpo tienen todos los
resortes para hacer frente a cualquier tipo de situación. La diferencia básica
entre animal y hombre es que el animal vive en el momento presente, si bien el hombre se proyecta en el
pasado y el futuro: en esta ida hacia delante y hacia atrás crea una situación
de nerviosismo y ansiedad que debe ser evitada.
Los
modernos sicólogos y estudiosos del cerebro hablan del perdón, la gratitud y la autoestima como
actitudes idóneas para sentirse mejor.
No
estamos llamados a arrastrar con traumas ni cargas innecesarias del pasado, los
individuos que han sido capaces de salir pronto de estas situaciones tienen más
posibilidades de vivir felizmente y alejarse de las enfermedades, así como de
evitar fricciones con su entorno.
La época
actual con su desarrollo tecnológico ha bombardeado nuestro cerebro, ha
quebrantado nuestro reloj biológico, la adicción al móvil y a Internet tendrán
que ser considerados como problemas serios a medio plazo.
Se ha
comprobado que el sapiens necesita movimiento: en la medida que se sienta
libre, curioso y libere al niño que lleva dentro, tendrá menos conflictos
internos
Lo
fundamental es buscar el equilibrio entre seguridad y libertad y no sacrificar
del todo una cosa en la vida para obtener la otra.
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