MUNDO M.
JM AIZPURUA
Yo,
sinceramente; no veo la diferencia.
Particularmente
a mí, me da igual que me maten con armas químicas o convencionales y cuando veo
en la TV esos niños masacrados me dan la misma pena, indiferentemente de la
forma en que los mataron. ¿Seré un raro?
Los
señoritos del poder fáctico, y los señoritistas, parece que engolan su voz para
decirnos “estos si que están bien muertos, como Dios manda, y no esos con
químicas diabólicas”.
Sigo
perplejo. ¿No será que defienden que las cosas de matar se las compren a ellos
y no salga un friki de garaje haciendo mezcolanzas? El lobby de las armas es
muy poderoso y quizás ellos anden detrás del tema.
Pero
todo es extraño: ¿Qué puede haber más importante para un Parlamento que el
decidir alianzas guerreras, organizar bombardeos, y matar a todo el que se
ponga por delante? Pues nada de eso. Los jefazos del mundo hacen lo que les
viene en gana y luego lo cuentan a la TV. Si los de la ONU no están viendo
tele; ni se enteran.
Me
cuentan mis enlaces en la Casa Blanca, que el gran jefe blanco, ha estado muy
preocupado esperando la respuesta a sus bombardeos del líder de la Gran Nación
de los 500 años, y se acostó tranquilizado por su comunicado de aprobación. ¡Tú
sí que eres grande M Punto!
¿Qué
será de la generación del botellón viendo este panorama?
Los
señoritos grandes, Donald, Vladimir y Xi, que aspiran al liderazgo mundial, se
han olvidado de que estamos en el siglo XXI, y del XX sacamos la conclusión que
las guerras van mal a todos, menos a los fabricantes de armas. Por ello se hizo
la ONU, para que grandes pensadores dieran con las fórmulas de negociación y
armonía que permitieran al mundo utilizar sus recursos en favor de la
Humanidad. Hoy; suena a telenovela.
Retrocedemos,
volvemos a las cavernas, todos contra todos y la fuerza, (eso sí; bendecida por
dios), es la norma de justificación moral y material. “Armas de destrucción masiva”,
“armas químicas”, “terroristas”, todo vale para dar el estacazo mas fuerte y
quedarse con la perra gorda, sin dar cuentas a Parlamentos ni ONU, y poniendo a
los plumillas del Sistema a fabricar relatos que de tanto repetir, hasta
parecen verdad.
¡Viva
el vino! que dijo M Punto.
Parece
que estamos gobernados por mutantes. Miles de trepas ambiciosos, pululan por
las poltronas en busca de sus botines. Y los nuevos líderes del siglo XXI aún
sin aparecer, la Democracia olvidada en los anales de los griegos, la
Revolución francesa sin efecto, el fascismo unidimensional en su pensamiento
único neoliberal campando a sus anchas por un mundo de m. que agobia a
intelectuales y sumerge en la miseria a millones de seres humanos que no pueden
disfrutar del acervo de progreso del siglo XXI.
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