AÑORADAS GOLOSINAS

AÑORADAS GOLOSINAS

Rafael ZAMORA MÉNDEZ

De la infancia en el anhelo,

con los años me salí

y, hoy, vivimos sin consuelo,

por aquel dulce de cielo,

que se llamó... “PIRULÍ”

La dura cónica en pica,

permuta para el bolsillo,

costaba una perra chica

y, hasta la gente más rica,

la lucía en su palillo

Era una picota fina,

resistente de sabor .

¡Una farola marina

que, a la vuelta de la esquina,

iba perdiendo el color!

Su envasado se soldaba,

en la palma de la mano

y, a espadachines jugaba

con el vecino que andaba,

dándole guerra a mi hermano.

“DEL DIABLO”, un chocolatín,

que, los dientes perforaba.

De moda andaba el patín,

la misa era en latín

y, la peseta...estiraba.

Los gajitos de naranja,

con su color tentación.

¡Con qué placer se chupaban

y, qué poquito duraban,

en su cárcel de latón!

Las pastillitas de coco,

con sus múltiples colores,

comiéndolas poquito a poco,

disfrutando del  reposo

y, alabando sus sabores.

Gofio de millo o de trigo,

era el manjar cotidiano,

siendo el más útil  amigo

y, jurando ser  testigo,

sin levantar una mano.

Los caramelos de menta

que, a las, novias,se les daban,

de esmeralda, color puro

que, la pasión representan,

y, no dejaban ninguno.

Los redondos galletones,

con cierto sabor casero

que, en tremendos paquetones,

eran mejor que bombones

o... huevos del gallinero.

¡Terminaron los desvelos

de los flacos pirulies,

porque, existen caramelos,

rebatidos por abuelos

que, ayer...¡chuparon rubíes!

AMBROSÍA ORIGINAL,

NACIÓN CANARIA RESULTA,

PUBLICANDO  LA VERDAD,

CON TODA LA LIBERTAD,

QUE AL BUEN  LECTOR, TANTO, GUSTA