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lunes, 22 de enero de 2018

UNA VIDA LITERARIA, JOSÉ RIVERO VIVAS

JOSÉ RIVERO VIVAS

UNA VIDA LITERARIA

José Rivero Vivas es uno de los escritores más productivos de Canarias, con más de 100 libros escritos de narrativa, teatro, ensayo y poesía, de los cuales poco más de una cuarentena son los que han visto su publicación. Escritor reconocido fuera de las islas, tanto en la península, como en países como Francia e Inglaterra, ganador de múltiples premios literarios, nos presenta el próximo día 25 de enero y a las 7 de la tarde en la Sala de la MAC en la calle El Castillo, sus dos últimas novelas. Aprovechamos el acontecimiento para mantener unas palabras con el autor.

¿Qué cree que aportan sus dos nuevas novelas “Alodio” y “Rútila oquedad” a la totalidad de su obra?
A estas alturas de mi proceso, cabe preguntarse por la sustancia de estos escritos. Ello nos lleva a pensar que esta hora de la tarde volverá mañana a ser otra vez; lo cual implica decir antes de caer en la contrariedad de uno y otro personaje, aunque lo ideal sería esgrimir algo fantasioso relativo a su inquietud y ansiedad. Así que, cada relato nace bajo este clamor, aunque el tema parezca disparatado, después de sopesado el pronóstico de su ventura.


René Cérano el hispanista francés escribió un libro en los años ochenta que el título: ¿Quién es José Rivero Vivas? Con el paso del tiempo no sé si los lectores han encontrado la respuesta, pero para usted ¿Quién es José Rivero Vivas?
En verdad, soy un soñador, no un experto en temas de variada índole, lo cual, en libre deriva, me ha dado alas para contar ficciones, revestidas de cierto halo convincente, por más que versen sobre lo más peregrino, alejado a veces de mi reino, aunque procuro que no se aparten de mi dominio. Todo ello, sin embargo, va henchido de cierto aire, afín a concepción artística, extraño tal vez por el uso del lenguaje, real protagonista de cada relato, Se trata, en suma, de un juego, no malabar, entre el idioma empleado y quien escribe; en este caso, José Rivero Vivas.

El reconocimiento del autor es muchas veces relativo y está en función de muchas circunstancias, ¿ha sido valorado suficientemente José Rivero Vivas y su obra en Canarias?
Supuesto que el ser humano, en cuanto miembro de la sociedad que integra, siente necesidad de manifestar la suma acumulada en su interior, busca anhelante la forma de alcanzar implantación y dar a conocer su discernimiento. Quien recurre a la palabra, lo hace con deseo de volcar su inquietud y desazón respecto de su entorno, y aún más allá. Su discurso va vertido en indistinta versión; pero, es lo de menos, aun cuando el autor persiga hallar eco en toda esfera de su contorno.

Después de una vida dedicada exclusivamente a la creatividad literaria, ¿cree usted que la literatura tiene alguna deuda con José Rivero Vivas?
Llevo mucho tiempo en este menester, y, aunque han sido publicadas varias de mi larga Lista de Obras, no he obtenido palma ni galardón, lo que sin duda contribuye a que mi extensa labor no se vea agraciada con ese aval oficial, que al parecer es imprescindible para que un escritor llegue a ser reconocido como miembro electo perteneciente al gremio de la profesión libremente ejercida.
La Magua es quizá su obra más conocida y entre otras cosas plantea un eterno dilema ¿Dónde está el auténtico José Rivero Vivas, en el que estando en las islas quiere marcharse a buscar nuevas fronteras o en el que estando fuera siente “magua” de su tierra y desea regresar?
El confinamiento entre el litoral y el monte acalla en Marcial su grito de libertad y trunca su ímpetu viajero, arrumbando a un lado su loca aspiración, que lo hunde en una magua desmedida. Estando fuera sufre también por el ansia de volver, aunque le tortura la perspectiva del retorno. No obstante, su estancia en Canarias le ensancha el corazón, y canta regocijado su alegría y su contento.  En La magua van mezcladas las propuestas de los distintos personajes, porque ciertamente es contar lo contado por otro, que a su vez recuerda lo ya contado.


Después de tantas obras escritas y muchas publicadas ¿Le quedan ganas para afrontar nuevos retos literarios
A pesar de haber atravesado unas circunstancias desfavorables, por adversas, incomprensiblemente continúo escribiendo. Ello se sostiene  por cuanto la escritura  es un hablar de mí a mí, no una narración, como cabría suponer. Esta peculiaridad me incita a saltar de un lado a otro, en sensata disertación, relativa a cuanto conceptúo de suyo relevante.

Después de conocer el panorama literario canario durante décadas ¿Cómo ve la situación actual de la literatura canaria?
La valoración, en distinto grado, corresponde al experto en la materia, necesaria para aliento del autor, que de este modo ve confirmada su consolidación literaria. En Alodio, José Díaz Hernández dice a este respecto: Las obras han de mantenerse en pie por sí mismas, su tesoro y su valía. Ello obliga a dejar el vaticinio, so pena de caer en craso error. Es, sin embargo, lamentable, que tanta obra, en distintas facetas, permanezca en la oscuridad por mera negligencia de quien muestra vana insensibilidad hacia ellas.
Nos quiere añadir algo más, probablemente eso que siempre ha querido decir y se ha tenido que guardar.

Sin ánimo de desvelar su intríngulis, en mis novelas, quien largamente habla, muestra lo previamente urdido con arbitrariedad y rigor. Ello nos induce a estimar que las diversas historias son insinuadas, en parte evocadas, tejiendo un conjunto de hechos, fortuitos tal vez, pero habituales, ya que rezuman cuanto parece propio de circunstancias corrientes; por lo mismo, el relato no comienza en el inicio del texto, sino donde al escritor persuade su trama. En consecuencia, ninguna de mis novelas debería ser catalogada de rara, puesto que la exposición de su contenido no significa que el autor haya de constreñirse a su ámbito concreto. Puede muy bien extraviarse y disiparse a su libre albedrío, consciente de que, las variadas opciones sugeridas, enriquecen su aportación en un disímil y heterogéneo fluir.

Ánghel Morales García

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