NO ME QUIEREN PAGAR LA JUBILACIÓN

NO ME QUIEREN PAGAR

 LA JUBILACIÓN

ANGHEL MORALES

De momento con un comunicado escueto y sin aclaración me han jodido las Navidades y espero que rectifiquen pronto y no me sigan jodiendo mas, porque estoy cabreado con este sistema injusto, que putea a los mas débiles y que se creen con derecho a joderle la vida a los demás. En mas de cuarenta años ejerciendo la profesión periodística en muy pocas veces he utilizado los medios para auto defenderme, aunque siempre he estado dispuesto a defender a los demás, sobre todo a los que tenían menos posibilidades de acceder a los medios, ya fuera prensa radio o televisión.

He trabajado toda mi vida y las empresas han cotizado puntualmente por mi a la Seguridad Social y Hacienda, algo que le agradezco, aunque no hicieran otra cosa que cumplir con su deber. He tenido empresas o he dirigido empresas donde han trabajado cientos y cientos de trabajadores y trabajadoras y siempre procuré que cobraran puntualmente y se cumplieran con sus cotizaciones a la Seguridad Social, no pretendo ponerme como ejemplo de nada, pero de estos cientos y cientos de trabajadores jamás y nunca ninguno me llevo ante magistratura y cualquier diferencia siempre se arreglo en mis despacho o en la cafetería mas cercana. Por lo tanto, siempre he procurado cumplir con mis obligaciones, tanto cuando me tocaba estar como trabajador, como cuando mi lugar era el de empresario. Creo que es lo menos que se puede hacer.

Ustedes se estarán preguntando ¿a qué carajo viene este rollo de Morales? Pues muy claro, uno trabaja y llega un momento que los años te pueden y te toca pasar al tema de jubilado y eso es lo que me pasó a mi cuando cumplí los 65 años. Por lo tanto, en el mes de julio previa cita me persono en la oficina que me indican de la Seguridad Social para enterarme de los pasos a seguir, me informan de todo, me hacen una valoración de la cantidad a cobrar y me comunican que todo está en regla, pero que debido a las nuevas normativas me tocaba arreglarlo a partir del 12 de diciembre de 2017. Todo como digo en perfecto orden y sigo con mi vida normal. A falta de un mes para la fecha, vuelvo a pedir hora en la Seguridad Social, porque como uno se entera que pasan cosas raras, para que me ratificaran las cosas y efectivamente en noviembre me vuelven a confirmar que todo esta en regla y el día 12 de diciembre presento mi documentación y me dicen que a partir del 25 de enero de 2018 comenzaré a cobrar mi jubilación. Al parecer todo en orden, como no podía ser de otra manera y continuo con mi vida dando por resuelto este tema y pasando a mi nueva situación de jubilado. Pero, ¡la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida! el día 26 de diciembre recibo doble comunicación, en una me dicen que se había suspendido la tramitación de mi jubilación, porque habían detectado cotizaciones mías en el extranjero. ¡toma ya! La segunda misiva me dicen que da mi situación la debo arreglar por IRIS, que no se lo que coño es, ni los propios funcionarios de la Seguridad Social lo saben. El caso es que las cartas tiene fecha del día 13 de diciembre, ¡solo un día después de haber presentado la solicitud! Me presento cabreado como un cochino en las oficinas de la Seguridad Social, ya que no daba crédito a lo que me estaban comunicando. Ni he trabajado en el extranjero, ni he retornado jamás de un país extranjero. Ni tampoco he estado enrolado en  ningún ejercito. Insinuaciones que me hicieron, pero sin concretarme nada. Me hacen coger día para aclararme lo que ha ocurrido y me dan cita para el 4 de enero. Un funcionario muy amable, pero que no me aclara nada, ni entiende nada, ni en su ordenador aparece nada que de explicación a lo que me está pasando. ¡mierda de sistema! El hombre hace varias llamadas, todas ellas mujeres que intentan dar explicación a lo mi con las cuestiones antes manifestadas. Trabajo en el extranjero: NO. Retornado de algún país extranjero: NO. Enrolado en algún ejercito: NO. ¿Quién bloqueó mi pensión? ¿Por qué lo hizo? Las razones que me dan no tienen ni pies ni cabeza. Al final el hombre se le ocurre la idea de mandarme a la Oficina de Empleo por si era algo de ellos. ¿Para que sirven los ordenadores? Me voy al Puente Zurita a la Oficina de Empleo, Desempleo o lo que coño sea. No me hacen pedir día y me atienden muy amablemente.  Dicen que de ellos no hay ningún impedimento, que mi vida laboral está en orden y que dado cuando yo presento la solicitud de jubilación y la rapidez con que me mandan las misivas, la Seguridad Social no tuvo tiempo de ponerse en contacto con ellos. Le pido que me lo den por escrito y me dicen que tengo que pedirlo a la Jefatura provincial y así lo hago. Vuelvo a la Seguridad Social ya con ganas de que me aclaren algo de una puñetera vez, pero el mismo funcionario al que no le niego su interés en querer ayudarme, pero impotente ante el bloqueo al que me veo sometido. La única salida que me deja es que recurra por escrito y ahí me tienen localizando a mi abogado que se hallaba en el sur para que me preparara el recurso. Hoy lo he presentado y por lo que veo hay dos salidas o que reconozcan su error y me empiecen a pagar lo que legalmente me pertenece o que sigan empecinados en su error y tenga que plantear un pleito contra la administración y ya saben como van estás cosas. Tengo cercano un pleito contra la Administración y entres convocatorias de juicio el abogado de la administración no se presentó y esto se alargó en el tiempo. ¿Cómo pueden pasar estas cosas? ¿Si yo necesitara urgente el dinero para comer, medicinas, alquiler o algo urgente, cómo me las iba a arreglar? ¿Cómo puede uno confiar en un sistema de mierda? Si es un error administrativo o un cruce de información, ¿por qué no me lo aclararon cuando me personé? ¿Es algo personal? ¿Algún funcionario me tiene manía? Lo único que se y que tengo claro hasta este momento es que el Gobierno no me quiere pagar mi jubilación, que me la pretende alargar y esto me parece un autentica putada. Tengo el desglose por escrito que la Seguridad Social me hizo, perfectamente detallado y en el que no había ninguna pega. Cualquier otro error hasta lo entendería, pero ni he militado en ningún ejercito, ni he retornado de ningún pais, ni he trabajado en el extranjero. He dejado de trabajar, porque ya iba a depender de mi jubilación. Como verán un gran putada.