¿APLICAR LA LEY O REPRESIÓN?

¿APLICAR LA LEY O REPRESIÓN?

ANGHEL MORALES

Siempre he dicho que las leyes en la mayoría de los casos son lo contrario de la justicia, que las leyes no las trajo Moisés ni el Espíritu Santo, las leyes han sido elaboradas por hombres y mujeres a lo largo de los años, por eso se modifican y se cambian, sobre todo cuando las dichosas leyes no dan solución a los problemas presentes. Aferrarse a unas Constitución del 78 como si fuera un documento divino me parece un grave error y significa que la sociedad no avanza y vivimos anclados en el pasado.

Hoy escucho a los voceros del oficialismo español, que el independentismo catalán no llega al 40 por ciento, que a la manifestación de la Diada fueron menos gente que en años anteriores. Entonces, ¿cuál es el problema? Hagan el jodido Referéndum, ganenlo y acaben de una vez con la euforia catalanista y nos quedamos todos tan contentos. Se hizo en Escocia y no paso nada. Lo hizo Inglaterra en Gibraltar en pleno franquismo y la gente de la roca eligió por mayoría seguir siendo ingleses. Eso es la democracia, poner urnas, votar y que decida la mayoría. Ya he dicho muchas en este Blog, que esto es un problema de las tribus europeas, que una mente lógica como la mía no lo entiende. ¿o si? Porque a fin de cuentas, al antigua Convergencia y el PP tienen mucho en común, se han venido apoyando durante años en el Parlamento español, los dos partidos están mas que salpicados por la corrupción, de hecho Rajoy aprobó sus presupuesto con el apoyo de estos peligrosos independentistas. La verdad que cuesta entender esta liadera.

Rajoy se empeña en arreglarlo todo con represión. el lo llama aplicar las leyes, esta dejando que todo el peso del problema recaiga sobre los jueces, la policía y hasta los funcionarios de correos. Mejor que dimita el y su partido y dejen que los jueces hagan política. Tu te mueves y yo te machaco, pese a que para ello nos carguemos normas de convivencia como la libertad de expresión. Prohibir un acto en Madrid como medida preventiva, porque se iba a hacer apología de un referéndum me parece un disparate monumental. Yo no se si los asesores no le leen lo que dicen medios de comunicación de países con una solidez democrática que no tiene España. Prohibir hablar a una diputada en el país vasco, me parece de perogrullo, ¿tanto miedo le tienen a la palabra?

Visitar periódicos por si tienen intención de poner propaganda maldita, rodear imprentas, llevarse planchas, incautar cartelería, me recuerda a tiempos no muy lejanos que a uno le tocó vivir con el secuestro de libros, revista o llevarse planchas de las litografías, también entonces me decía la policía que estaban aplicando la ley. La verdad que no hemos avanzado nada, absolutamente nada y todo esto me parece un viaje al pasado. Entre tanto, la prensa oficialista sigue haciendo campaña contra el independentismo, atacándolo sin piedad, mintiendo muchas veces. Nosotros aquí en esta colonia canaria sabemos mucho de represión de persecución, de ataques indiscriminados, porque aquí no nos han dejado plantar la idea independentista si alguien osaba tener tal idea, se le machacaba sin piedad, se le negaba su opinión y el derecho a un trabajo. Opinar con libertad en Canarias o declararse independentista es que te marquen como persona no deseada. Lo he tenido que sufrir en mis carnes y tengo que admitir que el colonialismo en muchisimas ocasiones me ha arruinado la vida, la mía y la de mucha gente. Nunca vi a los catalanes venir a apoyarnos, por eso me son totalmente indiferentes.

Han demostrado torpeza no encargando su propaganda y papeletas en litografías extranjeras y limitarse a traer la mercancía, han puesto en peligro a personas del gremio de las Artes Gráficas que a lo mejor lo que pretendían era hacer un trabajo extra.

Todos los días me prometo no hablar ni escribir sobre este tema, pero seguimos siendo una colonia de España y los recortes a las libertades en Cataluña se puede extender también a Canarias, aunque aquí todo esta controlado por Coalición Canaria y Nueva Canarias, que en un gesto de caraduras sin precedentes se siguen llamando nacionalistas, sin creer en una Nación Canaria. ¡Chiquito timo!