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domingo, 20 de agosto de 2017

"MACRI DORADO A LA HOJA"

"MACRI DORADO A LA HOJA"
POR: EDUARDO SANGUINETTI,
 FILÓSOFO
Y bueno pues, los argentinos han votado a sus verdugos. Han votado en estas PASO, el vetusto relato imaginario de Macri y sus asesores “posverdaderos”, tan limitados en su hacer y tan funcionales a los intereses, de vaya a saber quién… la mentira, el resentimiento y el simulacro reinan, no olvidemos que los pueblos sin memoria llegan a ser sojuzgados y esclavizados sin piedad alguna.
Pero no nos engañemos, repensar la Argentina “dorada a la hoja” de Macri offshore, ‘fan’ del gobierno yanky, que pretende intervenir militarmente a Venezuela, significa establecer un diálogo con la “falsa modestia”. En fin, el ciudadano que ha adherido a Macri con su voto, con su “miedo” a cuestas, no aprenderá nunca a juzgarse ni tan ruda, ni tan duramente, en su cobardía sellada en tattoo de ocasión. Es “miedo” al “miedo”, los que llevan a las personas a entregar su libertad, por un cautiverio, en ¿seguridad? y sin dejar de seguir tendencias fitness y veganas, preparando su cuerpo para los gusanos.
Deviene pensar que luego de un año y 8 meses de gobierno PRO, con sus política desastrosa de ajustes, censura, represión y entrega, el pueblo ha elegido con un dejo de Síndrome de Estocolmo, esta opción ridícula, asimilada a un pasado desastroso, caerán en la cuenta de que de un modo u otro son cómplices del fraude, la mentira y el resentimiento.
Ha triunfado sin dudas, el odio hacia la demonizada ex-presidenta Cristina Fernández, devenido en este voto irresponsable, cimentado y publicitado desde hace años por el monopolio de medios y sus personeros nefastos, que en Argentina manipula la realidad de millones de ciudadanos, plenos de resentimiento hacia esta mujer, vilipendiada, difamada, injuriada, como nadie en la Argentina contemporánea. Es necesario e indispensable dejar muy en claro que no he adherido jamás al peronismo ni al kirchnerismo, ¡mas! he sufrido un patético y poético exilio en Montevideo en el primer gobierno K, que se perpetúa hasta hoy, metaforizado en una censura total y absoluta a mi obra, pero nunca he negado a la ex-presidenta la calidad de potente estadista y talentosa política, quien lo hiciera, es simplemente un imbécil, y de estos está pleno mi país.
La desinformación y la fábula insana se ha desplegado en un país en que no hay lugar ya para ninguna comprobación cierta de nada. Existe un gran número de hombres y mujeres formados e instruidos para actuar en el secreto, entrenados para no hacer más que eso, ya sea desde las macro-corporaciones mediáticas o desde cualquier poder, en acto de confrontar y defecar en el pensar y sentir del pueblo argentino, en su mayoría domesticado y alienado, siguiendo la tendencia que marca la frasecita del pastorcillo mentiroso: “si, se puede”.
Se han conformado cuadros especiales de hombres de las más variadas profesiones, armados de archivos reservados, de observaciones y análisis secretos, en fin, mercenarios rentados. Estos infectos contratados disponen de diversas técnicas para la explotación y manipulación de esos asuntos secretos, consumidos con unción por las burguesías parásitas tilingas, que conforman un amplísimo espectro de la comunidad, en pie de guerra abierta al pasado y la significancia y significado del relato de la historia que se ha eliminado… como sedimento se ha instalado el mantra sobre “la pesada herencia”, replicado en cada presentación estelar de offshore y de su corte de los milagros empantanada en su pasado inconfesable, tapado y silenciado, hasta en sus más mínimos detalles.
Dejo de manifiesto, en mi calidad de ser, a quién ya nada asombra, ‘indignado y harto’ de tanta estafa, que estos medios monopólicos elevaron a categoría de símbolos a personajes anodinos, acomodaticios, esclavos de tendencias de temporada, siempre en el camino de elevarse cual Mesías inversos, a cualquier costo y al margen de todo lo que tiene de trascendente la aventura de vivir, con la inestimable anuencia de una comunidad anestesiada. Aventura de vivir, en el disenso y la resistencia, a un sistema esclerótico y estúpido, silenciando las voces y las vidas de quienes se atreven a existir en ávidos límites de la vida.
Si la ley es el límite, la legitimación a favor de las burguesías oligarcas y corporacionistas, excede abundantemente a la propia ley; son la coartada de la ley, su límite ilimitado.
Los que siempre resistimos al fascismo, no deseamos de ningún modo ser condenados a vivir, en tiempos de sueños a destiempo y fuera de temporada, donde mandan soberbios, ignorantes, inseguros, represores, incapaces, excluyentes y sobre todo indiferentes al devenir de los pueblos y sus circunstancias.
Ante el estado de las cosas, no puedo dejar de hacer mención de la desaparición de un artesano de El Bolsón, en plena campaña electoral, su nombre: Santiago Maldonado, el 1º de agosto en Chubut… dos testigos manifestaron ante la justicia que el joven fue “agarrado por Gendarmería, le pegaron y subieron a una camioneta”, cuando la fuerza desalojó, en su habitual bestial estilo, una protesta mapuche en la ruta 40 de esa provincia.
Se aguardan explicaciones de funcionaria de Seguridad y de Macri, que no llegan, ¿o todo quedará sin respuesta?, como tantos ilícitos que se desvanecen en el blindaje mediático, que no cesa de replicar las historiolas gestadas en la “cocina de las productoras de globitos”.
En un país en estado de derecho, hace varios días que estaríamos marchando sin cesar hasta que Santiago Maldonado aparezca: vivo… no es el caso de Argentina. No olvidemos jamás, que protestar es un derecho y reprimir un delito; ser libres un derecho y un deber que debemos conseguir, a pesar de los militantes de la represión y de la violencia terrorista de gobiernos en actos de esclavizar y sojuzgar.
Sensación de “orfandad” muy concreta se siente en Argentina. Sensación de violencia se palpa y es latente en Argentina, mi país… se percibe de manera clara la falta de verdad, la ignorancia, la agresión, la justicia ausente, la desazón, la contaminación real y metafórica, la eliminación de la libertad de expresión. Se reprime y silencia a los que piensan diferente y también a los que piensan. La consigna es: “no pensar”, “ser leve”, “mentiroso”, “traidor” y “cobarde”.
Mentir, acusar, descalificar, agredir, difamar, culpabilizar, dictaminar, decretar y expulsar mintiendo, siempre la mentira cual signo de una administración cacofónica, marcan la tendencia del comportamiento de los “neo-salvadores de una patria para pocos”. Un tanto confundido, escéptico, pero consciente en intuición, no dudo ya que han existido pactos a espaldas del pueblo, nada ha quedado librado al azar. De otro modo no se concibe tanta impunidad de la plutocracia que manipula el destino de Argentina.
Mi ideal no busca definir un sujeto oprimido -al cual liberar- y se dirige en cambio a favorecer las luchas de los diversos grupos ofreciendo análisis, estrategias, así como críticas políticas y teóricas de las diferentes opresiones y desviaciones que malversan el accionar político de un gobierno como el de Macri, en permanente confrontación, con el pasado y sus espectros, oponiendo e inoculando temor a su temor, en su intento de gobernar Argentina.
Los hechos de corrupción endémica de la política, nos hacen a menudo perder el foco de la crisis de existencia en la que nos debatimos intentando vivir y resistir la toxicidad de personajes funestos e irresponsables, que manipulan la realidad de millones de seres que se arrastran miserablemente hacia un horizonte “pintado a mano”… discusiones y continuas ‘quejas’ estériles que poco o nada aportan a la lucha contra la crisis global. Un modelo depredador, que sólo considera el beneficio económico inmediato, está en la raíz de la situación crítica que vivimos, todos/as, con distinciones, sin dudas.
Una actitud subversivamente coherente como las que han tenido poetas como Antonin Artaud o René Crevel, nos sume en dar una visión de la Argentina, en un tumulto de nihilismo, pesadillas, visión enferma y degradada de esta nación, perversidad, sado-masoquismo, epifanías, obscenidad, cinismo, que estallan en este editorial, cual diagnóstico “naturalista” de los efectos que el odio, el miedo y la fealdad, interpuestos en el destino fatal de un pueblo, que camina con tedio, lenta, pero inexorablemente a su fracaso, en su afán de ser los “campeones del mundo”.
No falta nada, creo, en mi enunciación desengañada de suciedades y de hipocresías, que me inspira el gobierno de Macri y su devenir ahistórico, con tique de ida y vuelta, en giras turísticas por naciones y reinos de las más diversas regiones del mundo, en tendencia casual farandulera. Siendo sincero conmigo mismo, libre y verdadero, a fuerza de evidencias que se encuentran en los basureros de una comunidad y en las zonas más viscerales y reprimidas de la conducta humana, quizás acabo por romper con todas las barreras, prejuicios y convenciones, que frenan el arranque definitivo que debería dar el pueblo argentino, a pesar de la estafa que le proponen, como proyección de los fantasmas que paralizan el accionar del ciudadano mediatizado, fóbico y temeroso.
Poseídos por la obsesión del poder, sin rumbo adonde dirigirse, presidentes como Macri, en un marco dantesco, en el que la ficción y la comedia dramática toman perfiles nítidos, de narcisos e incapacidades, degradan en actos irresponsables y caprichosos la condición humana.
Un nuevo paradigma se ha instalado en este sistema, donde los individuos, son espectadores pasivos del acontecer de su vida… Y el principal cambio que ha tenido espacio en este tiempo de gobierno PRO, fue “el rapto de la realidad”… ¿les cabe alguna duda?

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