LA PRENSA CONTRA BELCEBÚ
SÁNCHEZ
ANÍBAL MALVAR
Ahora
resulta que Pedro Sánchez ya no es guapo, sino un peligroso marxista dispuesto
a socializar todos los campos de golf de España y convertirlos en gulags. No se
corta nuestra prensa papelera a la hora de enrojecer a este ex diputadillo que
no ha mucho votaba con Zapatero la criminal reforma del artículo 135 de nuestra
(su) Constitución. Resulta desopilante la sola idea de imaginar a Sánchez cual
Belcebú, armado de hoz y martillo y decapitando –por las natales tierras
sorianas de Machado (el sic se lo ponéis a él)–, a marianos, botines, aliertas,
borbones y otras castas o tramas.
La
Razón, con Paco Marhuenda on fire desde que lo pillaron comisariando
presumibles chantajes, nos daba este viernes, en su editorial sobre la kermesse
socialista, idea de los peligros que acecharían a España si el Atila del
bolchevismo en que han convertido a Sánchez recuperase el liderazgo del PSOE:
“La buena noticia es que Susana Díaz ha conseguido el mayor número de respaldos
entre la militancia […], pero, en cualquier caso, tendrá enfrente a un sector
importante de la militancia que parece haber renunciado a los principios
políticos de la socialdemocracia y prefiere las posturas más radicales que
encarnan los nuevos representantes de la izquierda marxista. Sin embargo, como
han demostrado los comicios franceses, la elección de la militancia más radical
puede no ser correspondida en las urnas generales y profundizar en la ya grave
pérdida de votos del Partido Socialista”.
En
El Mundo no es menor la preocupación ante los inesperados 53.000 avales
recibidos por Pedro Botero Sánchez, y así nos lo hace saber el columnista
Santiago González en su inspirado artículo Avales a tutiplén, título digno de
una película sesentera de Ozores sobre las tribulaciones de Manolo Escobar y
Marisol intentando comprarse un pisito en Marbella: “Las tres opciones son
malas, quizá la de Susana un poco menos y en esto el PSOE sí se parece a
España. Hay que elegir por descarte”.
A
El País le asusta “el intento de polarizar la confrontación en torno a un eje
ideológico y moral, es decir, contraponiendo una opción virtuosa y sana,
expresada en un giro hacia una supuesta izquierda auténtica y pura, frente a
una opción viciada e inmoral que, en el nombre del compromiso, se entrega a la
derecha […] No se puede descalificar de forma tan burda a cualquiera que
ofrezca otras soluciones políticas”. O sea que nos entendamos, Juan Luis: no
“se entrega a la derecha” un PSOE que votó abstemio al PP ofreciendo “otras
soluciones políticas”, y permitir que siga gobernando el multicorrupto Mariano
Rajoy no es “una opción viciada e inmoral”. ¿El orden de los factores no altera
el corrupto?
ABC
también se lanza en los brazos de Susana Díaz, pues el octubrero Sánchez “se ha
convertido en un populista de gestos podemitas para dar prioridad a su
obsesión: expulsar a la derecha del poder alcanzando acuerdos con los
separatistas. Susana Díaz representa una mayor moderación, una idea
constitucional de España alejada del independentismo, y un concepto
institucional del poder más allá de sus muchos errores de gestión en Andalucía.
Pero no es dudosa”. No sé exactamente qué significa eso de no ser dudosa. Quizá
es que no ha leído a Voltaire. Y eso, en España y en el ABC, se valora mucho
desde el tiempo de los jacobinos de Saint Honoré. Todo lo que aquí huela a
Ilustración, espanta.
Yo,
como simple e ignorante observador, solo atisbo en el PSOE una pugna vacua
entre una vecina de patio interior que grita demasiado y un chamberilero
ideológico que tiene cierto éxito en el barrio porque sonríe divino.
Memoria
histórica (facha)
En
su última del diario La Razón, Alfonso Ussía hace esta semana un canto a la
legión citando con indisimulada admiración a dos grandes legionarios golpistas
del 36: Muñoz Grandes –sin recordar que fue un filonazi– y el autor del Credo
legionario, José Millán Astray, aquel quien, según la leyenda recogida por el
hispanista británico Hugh Thomas, contestó a Unamuno en el Paraninfo de la
Universidad de Salamanca lo de “muera la inteligencia, viva la muerte”. Os
conmino a publicar lo mismo cambiando los citados nombres de Muñoz Grandes y
Millán Astray por los de Arnaldo Otegi y Josu Ternera, a ver cuánto tiempo
duráis sin que os inviten a pasar un par de deliciosos veranos en la cárcel de
Soto del Real. Solo los filofascistas tienen aquí y hoy derecho a ejercitar su
memoria histórica. A los demás, nuestros fiscales nos recomiendan una dosis de
alzheimer después de las comidas. Que se lo digan a Cassandra, a Strawberry y
tal.
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