NO VOLVAMOS...
DUNIA
SÁNCHEZ
No volvamos. Dejemos de
mirar atrás, la frontera está lejos, en la cúspide de las almas ignorantes que
aniquilan, estrangulan nuestros sueños. Sigamos caminando por este baldío
terreno donde la promesa que te di se ha
de cumplir. Lo siento por el pequeño. Mira como corre, como sus ojos orbitan en
torno a nuestra mirada. Quiero hacerlo sonreír, no sé, como a ti. Somos huída
de la espeluznante y aborrecible guerra de los hombres. Solo nos quedaba llanto
allí…no, no lo recuerdos. Sé que esta senda casi infinita nos cansa, nos
asfixia pero creo que no llegará a que nuestros cuerpos sean cortejados por
bestias carroñeras. Anímate, tenemos que ser feliz ante nuestro hijo, como si
no pasara nada. Sé que es duro y este crudo invierno…mortal en todos sus sentidos…nos
desilusiona. No, no me miras, en que pensarás. Espero que mi mano sea abrigo de
tus sensaciones, frías tal vez…
Yo callo. No digo nada.
Dejo que el exprese todo lo que en sus entrañas lo alborota, lo agita por
compensar este andar y andar sin destino. El cree que estoy cansada, cansada de
él. Pero no es así. Yo callo porque la atmósfera que me rodea me entristece. No
lloro. No quiero lágrimas y menos ante nuestro hijo. Para él es solo una
aventura, un viaje que hemos preparado. Lo que no sabe es que si tendrá final
….¿final?, me pregunto ¿Cómo será? Quiero verter en esperanza, una esperanza
larga y segura acogida en un rincón bajo un techo firme, conforme nuestras
vidas van avanzando. Sus palabras tienen razón – no volvamos- tenemos que
seguir cueste lo que cueste. Observo a mi hijo y a él, es lo único que tengo.
Llegaremos, seguro que sí. Ascenderemos por este maldito y aberrante invierno y
nos agazapará la sombra de hogueras en la que danzaremos de libertad, de paz,
de felicidad. Lo beso. El asiente. Es todo.
¡Hijo¡ hijo, ven aquí.
Danos la mano, continuamos en la ruta a la búsqueda del sol viviente para
nuestras manos. Gritaremos al llegar, verás como jugaremos a eso que te gusta tanto. Te compraré una
pelota nueva. Pero ahora esperemos, tenemos que caminar un poco más.
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