GRIMA
José Rivero Vivas
-¡Oiga, usted, ni una
palabra relativa a los de aquí, que son los nuestros!
-¿Está seguro?
-Visto el panorama, parece
ser que no.
-Tendrá que explicar su
aserto.
-A ello voy.
Me dio un vuelco el corazón la
lectura de la prensa esta mañana. Tanta aclamación del quehacer foráneo, en
detrimento de lo producido en las Islas, da qué pensar. Sin embargo, los medios
de comunicación, y esas redes que ahora se suman al proceso, no escatiman
epítetos en su gratuito pregón del talento extranjero, evidencia que nadie pone
en duda. No obstante, fastidia esa entrega incondicional a lo de extraño lugar,
cuando tanto impedimento, inclusive descalificación, afronta el creador de este
Archipiélago. Tanto así que, respecto de su aislada presencia, preguntaron al
autor, homenajeado en Francia, si en este aspecto era huérfano.
-¿Es esa la causa de su
angustia?
-En absoluto. Aunque se
trata más bien de demanda.
-Dé curso a su plante.
-Sin ambages
¿Es posible que, entre tanto
periodista, no haya alguno, escritor también de textos literarios, filosóficos,
distantes en parte de la noticia diaria? Cuando no, en la pausa de la
redacción, tomando copas con el amigo, sentirá inclinación a conversar sobre
distintas materias, lo que incita, en la charla informal y espontánea, a tocar
múltiples temas.
Si esta posibilidad surge
frente al autor de teatro, ensayo, novela… ¿No habrá siquiera un atisbo de
curiosidad por sus escritos? De igual modo que se extiende sobre el creador de
allende el mar, respecto del compatriota podría comentar, en términos menos amplios,
sus textos y hacer referencia a su biografía, en cuanto persona de escaso
vaivén andariego, viajero empedernido o individuo sujeto a sus demonios y
obsesiones. No es suficiente excusa alegar que la dirección del Diario echa en
olvido glosar la obra del autor canario. Alguien podría entrar en el área de
satisfacción general. ¿Por qué diantres no pasa ninguno el tamiz? La verdad es
que deja perplejo este prolongado silencio.
-¿Significa negligencia?
-Lo ignoro.
-¿Sospecha tibieza impuesta por
los círculos influyentes?
-Tal vez.
-¿En qué sentido?
-Ensayo el análisis.
El nulo aprecio dispensado
al acervo literario de las Islas se sustenta en el motivo de ser su enjundia
considerada sencilla y compleja, zafia y culta; en suma, nada asimilable por su
proximidad a la realidad que cada cual trata de ocultar y mantener en secreto,
presumible incógnita que proporciona misterio a su vida. Es decir, el oriundo
de Canarias, se encuentre dentro o fuera de su marco geográfico, no desea verse
reflejado en páginas de un libro, cuya naturaleza pueda ser identificada en
cualquiera de los géneros conocidos. Por ello, en acopio de conocimiento, disimula
su perfil tras su estereotipada conducta en sociedad.
De aquí que Pausidio no sea
rechazado por la tilde que afea su
rostro, sino por la indagación llevada a cabo en su pueblo, con objeto de
redactar un informe cabal acerca de las personas, presentes y ausentes, que
tienen o tuvieron residencia en determinados puntos de Avemar.
-¿Quién es ese hombre?
-Héroe de novela.
-¿Quién la escribe?
-Uno que anda por ahí. Qué
más da. Las obras, en vez de nombre, deberían llevar un número de
identificación, Quizá la historia fuera otra.
-¿Es resentimiento su marginalidad?
-Certitud de insolvencia.
-¿Ansia de triunfo?
-Envaramiento ante la
impavidez.
-Resuma su tesis.
-Eso intento.
Si el natural de Canarias no
desea ser escrito por nadie de su entorno, el escritor autóctono, negado en
pensamiento y profesionalidad, tiene como alternativa marchar lejos a situar
sus obras, como así sucede cuando establece su trama en Nepal, el Pacífico,
América del Norte y del Sur, África variada y Europa. Aun así, nunca acalla el
temor a ser reconocido bajo determinados aspectos, referidos al personaje que
transparenta inequívoca alusión, aunque su prejuicio carezca de fundamento.
Existe en su ánimo este recelo y nadie ni nada lo remediará.
Ello sería diferente si
también aquí, como en otras latitudes, el nativo se sintiera orgulloso de ser
tomado en esencia para protagonizar la trama de una obra magna, inexistente,
según general opinión, hasta estos días. Esperemos que se torne entonces el sentimiento
suspicaz y deje de sufrir ostracismo el creador de estas Islas, de quien se
acepta su producción siempre que no rebase el nivel tácitamente especificado.
-¿Cuál es la incidencia?
-El espacio que medios
oficiales dedican a expresas manifestaciones de la humana aportación.
-Es de suponer sutil
sintonía.
-El método es misión aparte.
-Su eficacia no provoca ansiedad.
-Apena la actitud impasible
de un pueblo ante sus ínclitos valores.
-Creo llegada la hora de
concluir la plática.
-Asumo su laudo de buen
grado.
-Que el Nuevo Año traiga paz
y felicidad al mundo entero.
-Con salud y suerte para
todos.
José
Rivero Vivas
San
Andrés, Tenerife,
diciembre
de 2016
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