“EL HÉROE
HA MUERTO
POR: EDUARDO
SANGUINETTI,
FILÓSOFO
Cuando se calumnia a los puros, cuando la ética no encuentra su sitio,
cuando se manipula a los hombres probos como si fueran residuos, cuando se
aniquila la nobleza y en los tribunales se acepta la mentira…cuando se deshonra
nuestro pasado y se falta a la palabra empeñada, cuando una comunidad entera
comienza a tener la certeza que los dueños del poder no escuchan razones ni
argumentos y que no existe apelación posible, cuando ya se cae en la cuenta de
que existe una desinformación cierta al servicio de intereses particulares, sin
importar el nombre que elija el sistema para enmascarar su avidez, su egoísmo…
cuando la miseria es la norma, cuando de a poco se cae en la cuenta de que
Ellos están dispuestos a destruirnos, cuando finalmente el pueblo cae en la
cuenta de todo esto, pienso que ha llegado la hora.
Ha llegado la hora de la justicia y no hay nada más humano y más pleno de
sentido que la “justicia” ejecutada por los que resisten al poder de los
estúpidos, a la justicia criminal, a la avidez pequeño burguesa, a la
hipocresía de los políticos, a la inflexión de los intelectuales, a la
manipulación de las corporaciones económico-mediáticas.
Esa visión comienza a recorrer el mundo: la figura del héroe mítico aparece
en los sueños, se desliza y corre entre la gente, como un rumor y una
leyenda…levemente…suavemente.
El héroe siente una llamada, asume una responsabilidad que le exige
convertirse en alguien más fuerte, más sabio. Debe enfrentarse a peligros y
desafíos que lo fortalecerán, tanto física como mental y emocionalmente. El
camino es largo y agotador; el héroe duda, pero nunca se rinde; el héroe tiene
la última palabra.
El héroe, emblemática figura que brilla hoy por su ausencia, salvo el último
que podría considerarse tal, ha muerto hace unos días, el Comandante Fidel
Castro, heroico revolucionario, que vio cristalizado su sueño de construir en
su amada Cuba, una comunidad donde la igualdad, la solidaridad y equidad sean
norma… la salud y la educación, piedra angular de su gobierno. Asimilado a la
filosofía estoica, a la que adhiero, supo hacer de su vida una epopeya y una
aventura sin igual en el siglo XX.
Estamos de luto todos los que creemos en las revoluciones, como cambio de
paradigma, para, de ese modo, permanecer en una tierra libre y solidaria,
debemos tomar una posición muy clara acerca de que deseamos para nuestra
Latinoamérica balcanizada y fragmentada, los tibios y matizados burgueses
mezquinos y ávidos, revolucionarios de shoppings periféricos, que se amedrentan
ante el atropello de dictadorzuelos neoliberales, y su cobardía, deben ser
absolutamente ignorados.
Todo lo anacrónico es obsceno, pues, mientras existen todavía millones de
seres en el mundo que mueren de hambre, mientras tantos hombres valientes
luchan a brazo partido por su libertad, los gobiernos y los medios que los
blindan, escupen en esos millones que llevan sobre sí el peso de soñar por un
mundo diferente, ese mundo que el héroe desea conquistar y entregarlo a quienes
lo esperan con emoción, que no puede nada ni nadie ocultar.
Ha muerto un prohombre, un revolucionario que con valor e inteligencia supo
enfrentarse al capitalismo explotador. Lo ha dado todo por su amada Cuba. Todo
es provisional menos las épicas, construidas por estos héroes que no se
repiten. Ha tomado las medidas exactas y precisas, para que Cuba tenga lo
necesario para vivir con dignidad. Un pueblo, el cubano, que ha elegido su
destino de grandeza.
No hay otro tiempo que el que le ha tocado a Fidel, que por siempre
permanecerá en la memoria de quienes abogamos por permanecer en un mundo donde
la igualdad, la solidaridad, la verdad y la libertad sean el horizonte a
alcanzar. ¡Hasta siempre comandante Fidel Castro!, junto con el inolvidable Che
Guevara se rebelaron al poder de las bestias capitalistas. Y, ¡hasta la
victoria siempre!, más que nunca, hoy, cuando los inútiles gobernantes esclavos
del neoliberalismo, reprimen, persiguen, silencian las voces de quienes se
pronuncian a favor de los pueblos libres. Fidel Castro, referente inclaudicable
de la revolución.
Vivimos quizá una época histórica en la que hemos visto cómo grandes
utopías han quebrado. Ahora, se mantiene vigente más bien una utopía sin
pretensiones, que había permanecido latente, oscurecida por la prepotencia de
la otredad, cómplice en su ruidoso silencio, del silenciamiento de quienes
toman la posta de las revoluciones rezagadas.
El hombre de hoy, se siente cómodo en un ambiente de levedad en el que los
individuos, más liberados de la influencia de los demás, se disponen a probarlo
todo. Se ha abolido lo trágico y se navega con soltura en una mentalidad
frívola, no comprometida, devaluadora de lo real, ¿qué sentido tiene la
presencia del héroe real y concreto en este tiempo inactual, donde lo virtual y
simulado, imponen criterio?
Cuando se pretende eludir el compromiso, se elude la realidad, porque la
vida está plena de compromisos, sobre todo el de uno con uno mismo. La vida es
optar y adquirir vínculos. Quien pretenda almacenar intacta su capacidad de
optar no es libre: es un prisionero de su indecisión, y no olvidemos que la
Historia es cruel a la hora de vaticinar los holocaustos cotidianos.
Ha muerto Fidel Castro, último héroe de la libertad y la dignidad, ícono de
nuestro tiempo…ha luchado contra la mentira, contra la discriminación, contra
su mismo entorno familiar, cuando lo impuso el momento.
¡Salud! Fidel Castro, has entrado en la historia de la humanidad y estarás
junto a los hombres y mujeres, que son símbolos de libertad, los que abogaron
siempre a favor de existir en un planeta, donde quepamos todos, en igualdad,
solidaridad y fraternidad.
Finalizo, compartiendo con ustedes, unas palabras de otro héroe de la
libertad, Nelson Mandela, admirador y amigo del comandante Fidel Castro, dirigidas
a una humanidad anestesiada, degradada y a sus ineptos, incapaces y falaces
gobernantes de turno y a los que esperan en el banquillo su momento de rapiñar.
Creo, compartirán, al margen de cualquier tendencia, pues la única que
habría que seguir, es la de la verdad que nos hace libres:
“Si no hay comida cuando se tiene hambre.
Si no hay medicamentos cuando se está enfermo.
Si hay ignorancia y no se respetan los derechos elementales de las personas.
La democracia es una cáscara vacía, aunque los ciudadanos voten y tengan parlamento”.
Nelson Mandela
Si no hay medicamentos cuando se está enfermo.
Si hay ignorancia y no se respetan los derechos elementales de las personas.
La democracia es una cáscara vacía, aunque los ciudadanos voten y tengan parlamento”.
Nelson Mandela
No hay comentarios:
Publicar un comentario