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sábado, 1 de octubre de 2016

‘EL PAÍS’ APUESTA POR ERREJÓN PARA DESCABALGAR A IGLESIAS

‘EL PAÍS’ APUESTA POR ERREJÓN PARA DESCABALGAR A IGLESIAS

Las pequeñas grietas en las piedras pueden acabar separando grandes bloques cuando el agua se mete en su interior y mediante la congelación cristaliza. Las discrepancias entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón han sido vistas por los que han comandado la batalla contra Podemos como la fisura que usar de cuña para partir en dos un proyecto que siempre les ha resultado tremendamente incómodo. El líder sistémico que se convirtió en la punta de lanza de la campaña contra Podemos desde que la formación morada ha llegado ha sido El País a través de Juan Luis Cebrián y Antonio Caño.
Pablo Iglesias siempre ha visto en este periódico el verdadero enemigo al que combatir. Para el líder de Podemos el grupo Prisa ha sido el principal instrumento de las élites para preservar el statu quo: “Si uno quiere saber lo que realmente quiere saber el establishment hay que leer los editoriales de El País”, decía Pablo Iglesias. Algo que el diario de Cebrián se lo ha demostrado sin dejar atisbo de dudas con una campaña en su contra sin cuartel y que ya explicamos en La Marea.
La maniobra mediática de Cebrián contra Podemos en general y Pablo Iglesias en particular ha visto una oportunidad de quebrar a los que no han podido doblar editorial mediante. El País se ha ofrecido como arma interna en la disputa al defender de forma clara e inequívoca el proyecto que representa Íñigo Errejón para así poder descabalgar a Pablo Iglesias. Una encuesta en el diario de Prisa animaba a votar sobre la vía que Podemos debía seguir. En las opciones calificaban a Pablo Iglesias de antisistema y a Íñigo Errejón de moderado. Un posicionamiento tan burdo no sólo es sincero al considerar a Errejón más manejable, puede que de forma equivocada, sino consciente de que su apoyo al proyecto de los errejonistas será usado por Pablo Iglesias como munición contra sus enemigos internos, lo que alentará la confrontación y puede servir a Prisa para sus conocidos propósitos de doblegar a la organización morada.
El editorial de El País del pasado 21 de septiembre sobre la disputa estratégica en Podemos incidía en la disensión para tomar parte en la disputa: “Iglesias se ha quitado la careta de la socialdemocracia que de forma oportunista se colocó en vísperas de las elecciones del 26 de junio, en aquel intento de sustituir al PSOE como primer partido de la izquierda. Ese planteamiento ya fracasó el 26-J, pese a lo cual Iglesias y otro de los fundadores de Podemos, Juan Carlos Monedero, siguen presionando a favor de una línea dura y la consecución del sorpasso. Más pragmático, Errejón parece propugnar un partido más abierto a ese centroizquierda difuso donde se sitúan ideológicamente buena parte de los españoles, que facilite un pacto con el PSOE en vez de tratar de ningunearlo para fagocitar a sus electores”.
Una posición que no pasó desapercibida para Pablo Iglesias, que rápidamente utilizó para contraponer su posición a la de las oligarquías. Su mensaje en clave interna está claro. Si El País toma posición por un Podemos determinado no puede ser bueno para la organización. Es la vuelta al mensaje de la casta contra la gente común. Si ese proyecto gusta a los poderosos, representados en el diario de cabecera de la casta, no puede ser bueno para la gente.

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