COLÓN DESCUBRIÓ LO PEOR DEL SER HUMANO
POR: SUSANA ANDRADE
Reflotamos el tema
cambio de denominación al 12 de octubre en comisión del Parlamento, aunque el
nombre sugerido no convence a legisladores participantes en su totalidad, y
reflexionan acerca de preguntarle a la población. Es democracia de cercanía y
todas las consultas son de recibo. Mientras tanto, el Día de la Raza sigue
existiendo en Uruguay. Nombre racista que ha sido sustituido por denominaciones
más fieles a la verdad en muchos países hermanos.
Colaboraremos en la
medida de nuestras posibilidades en este tema que nos involucra como sociedad
en busca de su historia fidedigna, para mejorar el futuro no solo, no
cometiendo los mismos errores, sino aprendiendo de ellos.
Ya han concurrido
muchos invitados a la Comisión de Legislación de Cámara de Representantes a
hacer sus aportes y sugerencias, entre ellos académicos y colectivos
vinculados. El nombre en discusión y el que consta en el proyecto de ley
original de 2012 -Día de la Resistencia Indígena y Afrodescendiente- fue
acordado por las comunidades afro y originarias organizadas.
El término
“resistencia” como bien lo definiera el diputado Pablo González en una de las
reuniones, refiere a resistencia cultural. De lo contrario no habría tradiciones,
vocablos, modismos, religión, culinaria y otras expresiones culturales. Y hay
muchas. Un milagro, dada la violencia casi hasta el exterminio del que fueron
víctimas estos grupos étnicos.
En estas
circunstancias, se verá el mecanismo idóneo para la consulta si se hiciere,
tratando de que sea lo más fiel y amplia posible. Mucha gente puede querer
opinar, es lógico y sano. Es un tema que atañe a toda la ciudadanía aunque las
víctimas de ese proceso fueron dos poblaciones en ese contexto histórico: indígenas
y africanos que sufrieron los efectos directos genocidas y etnocidas de la
infame “conquista”, el sometimiento a nativos y luego de diezmada esta
población, la trata transatlántica de africanos para usarlos como mano de obra
esclava y así amasar fortunas que consolidaron el capitalismo monarca del
sistema neoliberal actual, en la triangulación más canalla y asesina que cuenta
la historia.
Debido al
hermanamiento en la desgracia colonialista se pensó el nuevo nombre con la
impronta afro e indígena.
Son datos de la
realidad: los europeos invasores devastaron al que llamaron “Nuevo Mundo” hasta
no poder más de avaricia, en un hecho que hoy es tipificado como delito de lesa
humanidad. Los imperialistas se ensañaron en su ambición de riquezas y
territorios, y Colón lo que descubrió en realidad, fue lo peor del ser humano.
El asesinato de
Bernabé Rivera, que engañó a los charrúas reducidos y emboscados para
asesinarlos a sangre fría, en todo caso, si no pudiera ser catalogado de
defensa propia, por lo menos sería justicia por mano propia. Porque ¿quién
instaló la barbarie en tierras charrúas?
Claro que es
necesario convivir, aunque la desgracia de la colonización de Europa en América
nunca terminará en sus efectos nocivos de inequidad social y un imaginario contaminado
del concepto de jerarquías culturales.
Ojalá se dé el
debate en el Parlamento y en los ámbitos que sea necesario, y encontremos un
mecanismo adecuado para el planteo público. En este cambio no hablamos
solamente de un nombre, está en juego un sistema de valores de verdad, paz,
justicia y derechos humanos que no queremos resignarnos a perder, y que
aplicado a este caso mejoraría notoriamente la calidad de nuestra democracia.
Convivencia no es
perder la memoria.
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