DÉJALO PEDRO, ESTÁS RODEADO
ANTÓN LOSADA
Definitivamente
algo pasa con Pedro Sánchez. En diciembre a los suyos no les valía que dejase
gobernar a Mariano Rajoy, pero tampoco que negociase con los independentistas o
con Podemos para armar una alternativa. Ahora les sigue sin valer que permita
la investidura de Rajoy o hable con Podemos o los nacionalistas, pero además
tampoco les sirve que hable con Ciudadanos; por supuesto, ni entonces ni ahora,
ninguno quería otras elecciones.
Los barones
socialistas son tan líderes, están tan pendientes de aquello que les importa
realmente a los ciudadanos y tienen tan claro que no hay que marear más a la
gente que cuando les preguntan qué harían ellos, o no saben, o no contestan. Es
como cuando tu madre quiere que hagas algo y tú tienes que adivinar qué es
exactamente, pero sólo sabes que si no lo haces se va a enfadar mucho.
Si les
preguntas a los otros, la cosa no mejora. Para Rajoy y el PP el secretario
general socialista parece el clásico tipo a quién todo el mundo en la oficina
le pregunta qué hace todavía aquí cuando se lo encuentra por el pasillo.
Siempre están dirigiéndose a alguien que no es él cuando emplazan a los
socialistas. O a Felipe González, o a Susana Díaz, o a García Page, o a
Fernández Vara, o a Zapatero, o al primer ex ministro socialista que se les
ponga a tiro.
En eso se
parecen bastante a Albert Rivera, que se mete tanto en el papel de Adolfo
Suarez 2.0 que parece incapaz de entenderse con ningún líder que tenga menos de
sesenta años y no haya vivido la Transición.
A su izquierda
tampoco parece que le tengan mucha fe. Cuando no le andan nombrando el
gobierno, le están pintando la cara con cal viva, o le mandan de parranda con
todos los ex presidentes de su partido, o le ven a punto de ceder alguna
presión. A Sánchez siempre le toca hacer de chico de los recados de alguien, de
sus barones, del Ibex35, de los editores de prensa o de la casta.
Haga lo que
haga está mal. Si vota no porque carece de alternativa y si busca una
alternativa porque debería haber votado no. Ha bastado que Pedro Sánchez haya
anunciado que pensaba hablar con los líderes de los restantes partidos para ver
qué salidas se pueden explorar para que todo el mundo se haya puesto en plan
Terminator, a ver quién lo mata antes de que se convierta en John Connor. Si
llega a anunciar algo más, acaba teniendo que salir de incógnito del país esa
misma noche.
Si nos dieran a
todos un euro por cada vez que alguien ha matado a Pedro Sánchez, ya no
seríamos pobres. En eso se parece cada vez más a Rajoy, sus adversarios no
saben bien con quién se las gastan.
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