CHORIZOS POR NATURALEZA
Cándido Quintana
Y
ahora el Recinto Ferial, y así,
sucesivamente, nada escapa a la corrupción político – empresarial en esta
desafortunada ciudad, por culpa de una manada de sinvergüenzas. No es de recibo
tener que hacer lo contrario a lo normal, que sería constatar que las
actuaciones y obras públicas son ejecutadas por los políticos y gobernantes de
forma diáfana y sin que se originen desvíos improcedentes o injustificados.
Todo lo contrario, hay que hacer verdaderos esfuerzos para comprobar que alguna
sale adelante sin que las habituales y clásicas rapiñas hagan acto de presencia.
Mucho
se ha hablado y se seguirá hablando de la Trama
de Las Teresitas, es como si se hubiera situado a Santa Cruz en el Libro
Guinness, a la cabeza en indecencia, y aun así, este deleznable affaire ha
conseguido eclipsar a otros muchos que han nacido a su vera, eso sí, con una
increíble coincidencia de actores. Visto lo visto, no me fío ni de Las Teresitas, ni del Mamotreto, ni del Parque Marítimo de Anaga, ni de la Marina Privada de Valleseco, ni del Parque Marítimo César Manrique, ni del García Cabrera, ni de la Casa
Siliuto, ni de la Vía del Barranco
Santos, ni del Parque Municipal,
ni de la Plaza de España, ni del Auditorio de Tenerife, ni de etc., etc.,
etc., y ahora ni del Recinto Ferial.
¿Nos podemos fiar de alguna actuación
pública aquí?
No
se es elegido como representante público, en ningún lugar, para actuar de estas
asquerosas maneras, sino todo lo contrario. Se es elegido para administrar los
Recursos Públicos con honestidad y congruencia, mirando, “SIEMPRE”, por conseguir la máxima calidad al menor coste posible,
algo por lo visto impensable por aquí. Dos claros ejemplos, compra del frente
de playa de Las Teresitas, que por cierto ya era nuestro, pagando el triple de lo tasado por la propia
Gerencia de Urbanismo, o el Auditorio, cuadruplicando
el coste del proyecto inicial. ¿Qué se puede hacer para atajar estas tan
habituales y deleznables formas que nos desbordan?
No
hay otra, hay que catalogar como Sagrados
los Recursos Públicos y actuar en consecuencia, pues ni el miedo a duros
fallos judiciales, como el mamotreto, hacen mella en estos políticos y
gobernantes de vergüenza y algo más. Algo sagrado, como si de prácticamente un
crimen se tratara, dado los grandes esfuerzos que a muchas familias les cuesta contribuir
a ellos, y elevar significativamente sus penas. Y al menor indicio de
malversación de caudales públicos que se detecte, se exijan las devoluciones
que procedan y pisen el “trullo”,
como le sucede a cualquier otro chorizo. Y esto tiene que ser más pronto que
tarde, porque el tiempo hace olvidar y, a veces, prescribir algunas dolosas
causas.
De
verdad, Santa Cruz y Tenerife tienen un grave problema y se echan en falta
políticos que den un puñetazo en la mesa, más allá de pactos y otras
zarandajas, ¡¡¡NO TODO VALE!!! Por
ejemplo, ¿puede decir el Gobierno de
Canarias que se niega a autorizar la demolición del mamotreto, cuando existe
sentencia firme y se está en fase de ejecución? ¿Secundan los Socialistas, en
ese TODO VALE esta barbaridad, cuando ellos mismos han actuado para que ese
emblema a la corrupción caiga, como corresponde? ¿Se trata de apoyar a unos
empresarios afines o de salvar cabezas de los condenados cercanos? ¿Es que se
han puesto de acuerdo Ayuntamiento y Gobierno de Canarias para dilatar el
derribo en base a una nueva demanda de risa? ¿Es que la Justicia pasa a un
segundo término ante esta mascarada de unos gobernantes que han perdido el
rumbo? Sólo espero que la Justicia
ponga a cada uno en su sitio con urgencia y contundencia.
© Cándido Quintana, de
la Plataforma por el Derribo del
Mamotreto y contra la Corrupción
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