¿QUIÉN FUNDÓ A LOS YIHADISTAS: LOS BUSH, LOS CLINTON U OBAMA?:
OPERACIÓN CICLÓN DE LA CIA
ALFREDO JALIFE
La perturbadora
imputación de Donald Trump de que Obama es el fundador de los yihadistas de
Isis/Daesh ha causado tremendo revuelo tanto en Estados Unidos (EU) como en el
resto del mundo (http://goo.gl/7yFf7p).
¿Quién fundó a los
yihadistas: los Bush, los Clinton u Obama?: Operación Ciclón de la CIA
Ya Trump había
acusado sin rubor a Obama y a su entonces secretaria de Estado, Hillary, de
estar detrás de la proliferación yihadista (http://goo.gl/ggJvEn).
El mismo presidente
ruso, Vlady Putin, había indiciado a EU de encontrarse detrás del irredentismo
yihadista (http://goo.gl/I1kn6D).
Debido a la conmoción,
el mismo Trump se desdijo para comentar que sus declaraciones eran producto del
sarcasmo, para volver a la carga un día después y reiterar sus graves cuan
temerarias imputaciones que sus seguidores, que conforman un mínimo de 40 por
ciento del electorado, creen a pie juntillas (http://goo.gl/DgmSLv).
Pero, ¿quién
realmente fundó a los yihadistas?
La clave primigenia
se encuentra en la Operación Ciclón de la CIA, cuando el 3 de julio de 1979 el
presidente Carter autorizó en forma secreta 500 millones de dólares para crear,
a instancias de Zbigniew Brzezinski, su asesor de Seguridad Nacional, un
movimiento de guerrilleros islámicos en Afganistán/Pakistán con el fin de
desestabilizar y empantanar a la URSS.
La CIA fue
encargada de la Operación Ciclón, que financió y armó a los guerrilleros de la
Yihad, los legendarios mujahidines de 1979: antecesores de sus hijos y nietos
yihadistas hasta 2016 (http://goo.gl/g7nggB).
Brzezinski confesó
a la revista francesa Le Nouvel Observateur que el objetivo de Operación Ciclón
era “inducir a una intervención militar soviética (http://goo.gl/6gtg0l)”: el
día que los soviéticos oficialmente cruzaron la frontera [de Afganistán] le
escribí al presidente Carter: ahora tenemos la oportunidad de propinarle a la
URSS su guerra de Vietnam.
La URSS había
intervenido para apoyar al régimen filomarxista de la República Democrática de
Afganistán y, desde el vecino Pakistán, el general Muhammad Zia-ul-Haq
coordinó, con la bendición de la CIA, a los mujahidines durante la década de los
80.
A propósito,
Zia-ul-Haq, quien mandó ejecutar al premier Zulfikar Alí Bhutto después de
haberlo depuesto en un golpe militar, murió en un extraño atentado aéreo y se
llevó todos sus secretos al paraíso. ¿Para borrar rastros y rostros?
El financiamiento
de Operación Ciclón por la CIA es considerado el más costoso y de mayor
duración por EU: continuó 10 años después de su arranque durante la guerra
civil en Afganistán de cuatro años entre las fuerzas de Mohamed Najibullah, de
la República Democrática de Afganistán, y los mujahidines glorificados por el
montaje hollywoodense del superhéroe Rambo.
Los célebres
servicios de espionaje de Pakistán (ISI, por sus siglas en inglés) lubricaron
la intermediación de fondos, armas y entrenamiento militar para los
mujahidines, en los que contribuyeron el espionaje británico MI6 y los
Servicios Aéreos Especiales de Gran Bretaña.
El espionaje
paquistaní ISI entrenó a más de 100 mil (¡supersic!) mujahidines. Desde el ISI,
servicio de espionaje de Pakistán, hasta los caleidoscópicos yihadistas de Isis
transcurrieron dos generaciones de la transmogrificación cocinada por la CIA y
su alquimia de monstruos.
Los soviéticos
abandonaron Afganistán, donde sufrieron 14 mil muertos y más de 50 mil heridos,
el 15 de febrero de 1989, lo cual desembocó en la caída del muro de Berlín y el
colapso de la URSS.
Nolan Kraszkiewicz
y David Edger, de la Universidad de Oklahoma, evalúan la Operación Ciclón
(1979-89), que desempeñó en forma magnífica (¡supersic!) los objetivos de EU:
drenar las finanzas y acabar con la URSS como superpotencia. Pero con una
consecuencia inesperada: EU dejó el terreno y la infraestructura para sus
nuevos enemigos, los talibanes, quienes dieron refugio seguro a Al Qaeda, lo
cual desembocó en el 11-S (http://goo.gl/rjDJO2).
Ante la metástasis
incoercible de los mujahidines, la entonces primera ministra de Pakistán,
Benazir Bhutto, advirtió a Daddy Bush: están creando un Frankenstein y que,
según Evan Thomas, de la revista Newsweek, era “la ruta al 11 de septiembre
(http://goo.gl/qOx8Rd)”, la cual, por cierto, había previsto tres años antes
nada menos que el entonces superespía Vladimir Putin (https://goo.gl/hZXXV1).
Juan Cole, uno de
los máximos arabistas de EU, contesta los alegatos de Trump: No, Obama no fundó
Isis, señor Trump: fue el Partido Republicano, ya que el Republicano George W.
Bush creó Daesh/Isis.
Cole remata: “Abu
Musa al-Zarqawi, operador de Al-Qaeda en Irak durante la segunda guerra del
Golfo, fundó Isis de los escombros de su organización mucho antes de que Obama
fuera presidente (http://goo.gl/sCQbwm)”.
Cole está más
atento a defender a Obama que a investigar e ir hasta las raíces del yihadismo
desde la Operación Ciclón de la CIA eterna.
Obama no fundó a
los yihadistas de Isis/Daesh –genuina transmogrificación y gratificación de la
dupla Carter/Brzezinski–, pero los dejó renacer y proliferar en forma
deliberada, en coordinación con Hillary Clinton, su anterior y polémica
secretaria de Estado, desde los rescoldos de sus abuelos y padres genealógicos:
los mujahidines del binomio Afganistán/Pakistán de hace 37 años.
Carter, Reagan, los
dos Bush ( Daddy y Baby), los dos Clinton (Bill y Hillary) y Obama, productos
del bipartidismo imperante en EU (partidos Demócrata y Republicano) por igual,
mantuvieron a conveniencia la llama votiva del terrorismo islámico: desde los
mujahidines hasta sus hijos y nietos yihadistas, debido a propósitos
geoestratégicos de EU, con el fin de socavar las entrañas musulmanas de las
tres superpotencias euroasiáticas: ayer la URSS, hoy Rusia, al unísono de los
dos rivales geoeconómicos de Washington: China e India.
Treinta y siete
años después de la eclosión de los mujahidines, The New York Times admite que
“la CIA apoya a los rebeldes sirios en la guerra de encargo de EU
(http://goo.gl/m2to2l)”: ¡hijos y nietos yihadistas posmodernos!
Lo destacable es
que Obama se jacta de que los yihadistas “serán derrotados inevitablemente,
pero conservarán sus redes (https://goo.gl/Mto0o4)”.
¿No se pueden,
acaso, desmantelar las redes yihadistas?
¿Significa que EU
mantendrá la incubación del terrorismo islámico por tiempo indefinido como
espada de Damocles contra las entrañas mahometanas del RIC (Rusia, India y
China) conforme convenga a sus intereses geoestratégicos en Eurasia?
El inexorable
tiempo concedió la razón histórica a la ex premier Benazir Bhutto, también
asesinada e hija del ejecutado primer Zulfikar Alí, sobre el Frankenstein que
creó la CIA.
Tal Frankenstein
epitomiza un programa estructurado desde Carter en 1979 mediante la Operación
Ciclón, pasando secuencialmente por Reagan/los Clinton/los Bush, hasta ahora
con Obama después de 37 años y que no ha variado en su esencia geoestratégica:
descarrilar a Rusia –incluyendo las entrañas islámicas de China e India,
dependiendo de cómo se comporten frente a los intereses geoeconómicos y
geofinancieros de EU– con los yihadistas de Isis, como ayer lo hicieron sus
abuelos y padres mujahidines de ISI con la URSS.
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